Así suena «Bandera Negra» de MÄGO DE OZ

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Tras más de 30 años de carrera, cambios de formación, pero aún con muchas ideas en la recámara, Mägo de Oz lanzará el 3 de septiembre el que puede ser uno de los discos más importantes de su carrera: Bandera Negra. Va a ser sin duda un punto de inflexión para la banda, ya que es el primer disco en el que no forman parte Carlitos y Frank, dos de los miembros más importantes que ha tenido Mägo, y quienes están ahora a las seis cuerdas (7 en algunos temas) son Manuel Seoane y Víctor de Andrés. Como bien dijo este último, ellos no han venido para sustituir a nadie, sino para aportar su esencia propia.

Y vaya que si lo han hecho. Y estoy convencido que a los fans les va a enamorar la dupla que hacen los norteños. Sin duda alguna han perfumado a las composiciones con aire fresco y con mucho y muy buen metal. Entraremos en detalle más adelante.

Bandera Negra es, sin duda, una sorpresa para todos los fans. Primero, porque ya venían demandando un disco de piratas, más aún ahora con el nuevo guitarrista tan piratesco. Y segundo, porque su salida se anunció repentinamente tras haberse compuesto en la cuarentena y por Zoom. Detalle que me daba un poco de miedo en cuanto a ver el resultado final, puesto que es una manera de componer muy disruptiva y puede que no saliese bien. Por suerte, me equivocaba.

Sin entrar en desgranar los temas uno por uno, puesto que aún quedan varios meses para que todos los fans puedan disfrutarlo, voy a dar mis impresiones de lo más relevante que escuché. Lo primero que he de decir es que salí de la escucha gratamente sorprendido, tanto por el disco como por el evento y el trato de los Mägo. Os anticipo una vez más, que es un muy buen disco y va a darle a muchos el golpe de realidad que aún se niegan a aceptar: Mägo de Oz está vivo y lo estará mucho tiempo.

Es un disco en el que podemos encontrar de todo y de una manera muy equilibrada. Empieza con una intro que, lejos de orquestaciones y pomposidades, me parece de los mejores instrumentales de toda la discografía de la banda. Empieza con una dulce melodía que ya nos ambienta en un universo de piratas, calaveras y tesoros, y acaba con una potencia majestuosa, hilando el tema con Al Abordaje, para mí el favorito del disco. Viene siendo costumbre en mí que los temas favoritos son los que abren los discos: La Voz Dormida, Pensatorium, In Eternum, etc. Temas rápidos, fuertes, melodías pegadizas y épicas. Este es uno de ellos, aunque, si bien es rápido, es diferente. Parecían caballos al galope en alguna gesta épica.

Primer tema y tanto Víctor como Manu nos ponen en aviso de lo que nos tienen que ofrecer. Riffs pesados, muy heavies, mucha tralla y, por supuesto, unos solos exquisitos en cuanto a técnica, musicalidad y melodía.

Evidentemente no todos los temas son como este primero. Como he dicho hay muchísima variedad y está muy equilibrado. Hay temas que recuerdan a los Mägo de La Leyenda de la Mancha y la trilogía Gaia, otros que me recordaron a Hechizos, Ilussia e Ira Dei, y otros, que sin sonarme a nada conocido, se nota que es Mägo de Oz en su esencia más pura. Hay varias canciones alegres, del estilo más comercial de Mägo (como los dos adelantos que ya hemos conocido), hay canciones de un estilo más Hard Rock, como La Dama del Mar o El Aplauso Herido que incluso me recordaron, en ciertos momentos, a Alderaan (banda en paralelo de Txus). En concreto, El Aplauso Herido, tema que canta Patricia de principio a fin y que está soberbia. Es un tema muy pegadizo, y el agudo final de Patricia es sencillamente de otro mundo.

Por otro lado, hay otros temas más directos y en donde gozan de mayor protagonismo las labores de Josema y Moha, como Resacosix en Pandemia (divertidísimo y muy punk), Nunca te Fallaré, o Abrazos que Curan. Este último me recordó mucho en la parte instrumental a Hoy Toca ser Feliz, y en el estribillo y puentes me sonó a Y Que Nunca te Falte un Te Quiero. Creo que si estas dos canciones tuvieran un hijo daría como resultado este tema, divertido y feliz, pero con mucha fuerza.

Al ver en los créditos (al inicio de la canción) de Guerra y Paz el nombre de Carlos Escobedo, ya me veía venir un tema de la faceta más oscura de Mägo. Y efectivamente. Empastando los tonos graves del cantante de Sober y el de Mägo, queda un tema con mucho Groove y muy intenso.

También hay hueco, como siempre, para la balada. Y qué balada. Esta vez los elogios tras la escucha fueron para Josema, puesto que Quiero que Apagues mi Luz fue compuesta por el flautista, y es una balada, que, sin ser especialmente lenta, es muy bonita y delicada. Chapó para Txus, que, si bien está en todo el disco muy inspirado a la hora de escribir, creo que con este tema va a lograr derramar más de una lágrima, tanto por el tema del que habla como por la letra. Interpretación de diez que se marcan también Zeta y Patri.

El último tema es el Mägo más puro. Un tema largo, complejo, lleno de detalles, riffs diferentes, teclados, melodías, coros, etc. Un tema clásico de cierre de un disco de Mägo. Me gustó mucho, aunque sí que el final se me hace que pide algo más.

También pudimos disfrutar de la versión junto a Saurom de Que El Viento Sople a Tu Favor, y he de decir que a pesar de que generalmente mantiene la misma esencia de Mägo, se nota que hay un aporte extra, y es que Saurom son muy buenos. Ojalá no sea lo único que hagan juntos.

En mi opinión es un disco con temas que empastan perfectamente entre sí. Que podrían ser las 14 canciones de discos diferentes, pero que también lo pueden ser del mismo. Y creo que eso es muy favorable para la banda, pues ha logrado, con el sonido de siempre, introducir nuevos matices (sobre todo y lógicamente a las guitarras) y nos ofrecen algo muy fresco, sabiendo en todo momento que estamos escuchando a La Bruja.

Aunque sabemos que la temática es en torno a los piratas, quizá eche en falta un hilo conductor entre todas las canciones. Un concepto global, una obra conceptual como las que nos tienen acostumbrados,  que diese mas redondez al disco. Aunque veo bien que como “primera prueba de fuego” de esta nueva formación sea algo más sencillo y directo. Se nota mucho, para bien, que hay dos personas nuevas a las cuerdas. Los riffs son más modernos, más metaleros, con mucha frescura, recordando en algunas partes a Zenobia. Unos solos muy conseguidos y empastados entre sí. La sensación que me dieron las guitarras, vuelvo a repetir, es como si viniesen a galope unos caballos y arrasasen con todo. Esto es gracias también a la labor de Fernando Mainer al bajo, recuperando esa personalidad que tanto me gustó de él en Ilussia.

La batería de Txus suena atronadora, introduciendo nuevas técnicas en ciertos pasajes que envuelven las canciones en ese ambiente tan piratesco y “macarra”. De Josema y Moha qué vamos a decir a estas alturas. Saben compenetrarse a la perfección para crear esos ambientes dulces y melódicos, pero no carentes de vitalismo y garra. Por su parte, Javi Diez, vuelve a demostrar lo gran músico que es. Aunque en este disco quizá los teclados queden más en un segundo plano que en Ira Dei o Ilussia, Javi ha dejado pasajes con mucha personalidad y arropando muy bien al tema.

Por último, en cuanto a Patricia y Zeta, sobresalientes. Son la dupla perfecta. Quizás no son los temas más complicados de cantar de la discografía de Mägo, o quizás es que ellos lo hacen parecer fáciles, pero están muy cómodos y polifacéticos: dulces cuando toca estar dulces, garra cuando toca dar caña, divertidos, etc. Por cierto, Txus también pone voces a un tema y no lo hace nada mal. Eso sí, si me tengo que quedar con una faceta suya, escojo las letras. En este disco hay auténticos poemas, y podemos ver a Txus muy inspirado y profundo en la mayoría de los temas, no sin olvidar la faceta divertida y canalla.

La conclusión que saco tras haber escuchado el disco entero es que Mägo a dado un golpe sobre la mesa. Sabemos que siempre que hay nuevo material de Mägo abundan las críticas, la incertidumbre y el morbo por parte de los oyentes de este género en España, más aun con la marcha de dos pilares como eran Frank y Carlitos y ocupando ese puesto Víctor de Andrés y Manuel Seoane. Este disco no es El Cervezo ni Tu Madre es una Cabra. No son representativas, aunque sí necesarias en el disco. Se nota en cada canción el aporte de cada miembro del grupo, especialmente las guitarras, donde, en mi opinión, Mägo ha ganado con el cambio, pero sin dejar a un lado los aportes de Javi, Josema, Fer Zeta o Patri.

Por último, tanto musicalmente en el disco, como presencialmente en el cine, he visto a una banda con ilusión, contenta, con ganas de seguir trabajando y componiendo y se nota que están muy unidos entre ellos. Si este es el pistoletazo de salida de lo que está por venir en esta nueva etapa, ardo en deseos de ver futuros trabajos, futuros discos y, sobre todo, conciertos. De momento, tenemos una fecha para abril del año que viene y un disco, que va a gustar y mucho, esperando a ser escuchado y disfrutado en septiembre.

Por Andrés Aranguren.

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6 comentarios

  1. Esteban Vásquez Elizondo on

    Siempre rompiéndola, cuando pensamos que no hay un más allá, siempre se salen con las suyas… Grande el Mago…

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