RESURRECTION FEST
VIVEIRO – 6 JULIO 2019
El tercer y último día de festival era objetivamente el del cartel más pobre. Después de la épica del primer día y del esperadísimo concierto de Slipknot del segundo, el sábado ofrecía menos alicientes, ni siquiera la vuelta de King Diamond a España tras muchos años de ausencia pudo insuflar algo de ilusión al cartel.
TESTAMENT
Comenzamos con los americanos Testament, que fieles a su estilo ofrecieron un concierto al más puro estilo old-school, caña, caña, caña y poca concesión a la charla o a los adornos. Es lo bueno de este tipo de bandas, nunca vas a encontrar una sorpresa negativa, son el lomo-queso del metal, algo conocido pero no por ello exento de sabor.
Como sus temas son cortitos, cayeron un buen puñado de ellos, repasando la extensa discografía con la que se han granjeado una legión de fieles seguidores, y es que en este tercer día, al menos en cuanto a camisetas se refiere, podríamos considerarlos los ganadores. «Brotherhood of the snake», «The Pale King», «More than meets the eye»…»Into de pit», «The preacher», «Over the wall», «The formation of damnation» fueron algunos de los que sonaron.
Chuck Billy cada vez está más enorme (físicamente hablando), pero en cuanto a cualidades vocales, no se ha notado gran cambio en estos años, sigue con su medio pie de micro, y sus habituales puntéos al más puro air guitar en las partes en las que las guitarras toman protagonismo… incluso a veces abusa de esto, resultando un poco excesivo.
Lo dicho. Ofrecen algo básico, pero convincente.
LAMB OF GOD
Aunque la tipografía del cartel dijera lo contrario, fueron los verdaderos cabeza de cartel del día, y no lo digo yo, si no la soberanía de un público que no suele equivocarse. Fue el concierto más multitudinario del día, muy superior a los que llegarían después con un nombres supuestamente mayor, y además fue el show donde se vio más garra y donde la gente liberó más adrenalina.
Y es que la música de Lamb Of God es muy proclive para saltar, hacer circlespits y acabar en el foso tras surfear sobre el público, basta una simple e incisiva mirada de Randy Blythe para que te metas en el concierto y te olvides de la complaciencia. Buen sonido y gran desempeño de una banda que clavó su labor y donde destacó la energía de Randy, que no para de moverse, parece un perrillo enjaulado…. entre eso, y su cavernosa voz, logra que todos se enchufen y disfruten del show.
«Omerta», «Ruin», «Walk with me in hell», «Now you’ve got something to die for», «Set to fail» y «512» abrieron su actuación, sin gran escenografía, únicamente el gran telón de fondo y las banderas al más puro estilo americano….poco discurso más allá de dar las gracias (en castellano), y curioso el silencio con el que el público recibió su «¿Quien está aquí para disfrutar con King Diamond?»…..toda una premonición de lo que llegaría después.
Concierto largo, que acabó con «Still Echoes», «Laid to rest», y «Redneck», tras haber repasado parte de su historia con temas como «Engage the fear machine», Backen the Cursed Sun», «Hourglass» y algún otro.
Personalmente me pareció el mejor concierto del día. Primero porque era el que más le pegaba a un festival como el Resurrection Fest, segundo porque llegó a una hora donde todavía el cansancio no era ya insalvable, y tercero porque ofrecieron una cátedra de potencia y contundencia.
TROUBLED HORSE
Llegó el momento de bajar revoluciones y disfrutar de los sonidos más densos y sosegados del Desert Stage. Buen concierto de los suecos, tocando en familia, muy alejados de las multitudes del Main Stage o del Ritual Stage, pero ofreciendo su personalísimo caviar apoyados por sus buenas composiciones, buen sonido y actitud intachable.
No es que fuera un concierto que lograra una comunión explosiva con el público, pero si consiguió una aprobación generalizada. Personalmente me sirvió para descubrirlos y seguirles la pista a partir de ahora.
WITHIN TEMPTATION
Sinceramente, Within Temptation no pegaba en exceso en un festival como el Resu. Su propuesta sinfónica le sentaba igual de bien que a un cristo dos pistolas, y algo similar debió pensar buena parte del público, ya que a estas horas comenzó un goteo de abandonos que no cesó hasta el cierre de festival. Tuvieron una buena audiencia, pero a diferencia de otros días o del concierto de Lamb Of God, había huecos en cualquier parte del recinto, pudiendo llegar a las primeras filas sin excesiva dificultad.
Su comienzo del show fue bastante malo, no por ellos, si no por un sonido anormalmente bajo y mal ecualizado, no se podían distinguir con claridad los instrumentos, y la voz de Sharon den Adel pasaba sin pena ni gloria, en esas guisas escuchamos «Raise your banner», «In the Middle of the Night» o uno de sus grandes temas, «The Reckoning» que quedó bastante desdibujado. A estas alturas la cosa comenzó a arreglarse y el resto del concierto sonó bastante mejor, pudiendo disfrutar, ahora sí, de la sobradísima capacidad de la voz de Sharon, y el buen hacer del resto de la banda.
Escenario efectista, pero una propuesta sinfónica que dejó aplatanado a más de uno, aunque menos mal que el final del show con un tema con «Mother Earth» cambió un poco la dinámica. Resumiendo, bien, pero no pegaban.
CULT OF LUNA
La gran revelación de la noche, sin tenerlos controlados me sorprendieron por su calidad, su oscuridad y la garra melancólica de sus temas, además sonaron bastante bien, elemento indispensable para poder conectar con una música de marcada personalidad y muy muy peculiar.
No es música para todos los públicos, pero creo que puedo afirmar sin riesgo a equivocarme, que gustaron bastante. Es lo bueno de un festival con un cartel tan amplio, siempre descubres gemas interesantes.
KING DIAMOND
A estas alturas, la gente ya había huído en masa, ni el gran escenario de King Diamond, ni su espectáculo teatral fueron elementos suficientes para luchar contra el cansancio de 3+1 días de festival, además, si a eso sumamos un inicio del show con un sonido bastante malo, con los bajos tan desproporcionadamente altos que sumieron al resto de la banda en la irrelevancia…
Por lo demás, Diamond ofreció un show muy dirigido al público fan, con ese tipo de espectador conectó a las mil maravillas, mientras que el resto lo recibió con frialdad, -y algún momento de vergüenza ajena-. Los primeros adoran su falsete, a los segundos les resulta cansino, los primeros vibran con la expresividad de la figurante, a los segundos se las trae al pairo, los primeros son conscientes de todo lo que ha aportado a la música, a los segundos eso les suena a historias de abuelos cebolleta.
Y en eso podemos resumir una actuación recibida con bipolaridad, pasión unos, desidia otros. Personalmente, me dejó frío, esperaba más, pero en mi caso el mayor lastre fue un sonido que no me permitió meterme de lleno en los temas.
Sonaron «The Candle», «Voodoo», «Funeral», «Arrival», «Let it Be Done», «Behind these walls», «Helloween», «Masquerade of Madness», «Out from the asylum», «Welcome Home», «The Invisible Guest», «Sleepless Nights», «The Lake» y para los bises, «Burn» y «Black Horsemen».
Y con esto pusimos punto final a la edición del 2019, con más de 100.000 asistentes, cero incidentes y ambiente festivo que lo convierte en uno de los mejores festivales de España, lo hacemos además conociendo ya las fechas para 2020 (1-4 Julio)… larga vida al Resu!.
S.A Sánchez y Juan José Díez
3 comentarios
Buena crónica, bastante de acuerdo en líneas generales. TESTAMENT no sorprendieron, pero desde luego tampoco decepcionaron, viejos rocieros con tablas y que aún están en buena forma y saben lo que hacen. Lamb of God me sorprendió, los conocía pero nunca los había escuchado más que por encima, y se marcaron un corciertazo tremendo. Within a mi personalmente me encantó. Ciertamente el sonido empezó siendo demasiado bajo y puede que no bien regulado para tener la contundencia necesaria, pero a partir de In the middle of the night creo que fueron de las bandas que más nítidas sonaron en todo el día. Sharon hizo honor a su fama y el resto de la banda se manejó de manera solvente. Puede que no peguen mucho en el Resu, pero tuvieron una buena entrada (quizás no acorde a su estatus, pero buena) y mucha gente entre la que me incluyo disfrutamos un montón. King Diamond me dejó sensaciones encontradas. Batería y bajo demasiado altos y difusos, hacían que el conjunto perdiese nitidez. Era muy tarde y el cansancio se notaba, no obstante, creo que mereció la pena haberle visto. Es una leyenda y a pesar de los problemas técnicos y la escasez de público (aquí si me pareció que el descenso de asistencia fue muy cantoso xd) se marcaron una actuación bastante notable.
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