Crónica: Leprous emociona en Madrid – Febrero 2023

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LEPROUS + MONUMENTS + KALANDRA

MADRID – 23 FEBRERO 2023

LA RIVIERA

MADNESS LIVE

Si evaluáramos los conciertos por su capacidad para emocionar y erizar el vello de la audiencia, el de Leprous estaría en el pódium de cualquier ranking. Las peculiaridades de una música llena de matices junto con la ejecución milimétrica de una banda que desborda calidad, logran emocionar hasta el más hierático de sus oyentes.

KALANDRA

Pero antes de gozar con Leprous, asistimos a los conciertos de dos buenas bandas, bastante diferentes entre sí, pero con ciertos puntos de conexión con la música de los cabeza de cartel. La apertura de la noche corrió a cargo de los también noruegos Kalandra, una banda que conjuga bastante bien un aire sosegado ambiental, con ciertos ramalazos folk, todo comandado por la preciosa voz de su vocalista Katrine Stenbekk.

Otra banda más que prescinde de bajista…el peso instrumental se lo repartieron entre los dos guitarristas y el batería, aunque el verdadero pulmón de la banda (nunca mejor dicho) es la voz de Katrine y sus potentes melodías.

Por momentos recordaba a Myrkur (sin oscuridad ni guturales), por momentos adquiría un aire más mesiánico a lo Florence and the Machine… , una esencia lenta, melódica y demasiado suave que sólo se rompió al final con «Brave new world».

MONUMENTS

Lo de Monuments fue algo distinto, de las tres bandas de la noche, la suya fue la propuesta más enérgica, sin obviar el componente progresivo de su música, su música tiene componentes más puramente metaleros, con secciones pesadas, guitarrazos cañeros, y bases con cambios de ritmo de los que hacen botar.

También sonaron bien, con un Andy Cizek muy dinámico sobre el escenario, y una banda rodada que no cometió fallos. Bien las guitarras, y potente la base rítmica, ahora sí, con bajo y batería.

Si a Tesseract les diéramos un plus de intensidad, tendríamos a Monuments… música elaborada, compleja, pero que no descuida la potencia, y como tal, propicia para ser disfrutada en directo, fueron los que más hicieron botar al público, con el cúlmen de un Andy haciendo crowdsurfing sobre la audiencia.

Les dio para tocar siete temas, aprovecharon bien su tiempo, y si su objetivo en esta gira era darse a conocer, a buen seguro que llamaron la atención de los que aún no les tenían fichados (entre los que me incluyo).

LEPROUS

Una auténtica barbaridad, sólo así puede describirse el concierto de Leprous, una marcianada donde todo suena a las mil maravillas, y donde una banda gigantesca clava TODOS y cada uno de los temas.

Acostumbrados a bandas que abusan de partes pregrabadas, que una banda que practica una música tan compleja, con tanto estrato musical diferente y con una musicalidad tan apabullante se esmere en tocar todos y cada uno de los elementos de sus canciones es muy muy admirable. No hablamos únicamente de las dos guitarras, bajo y batería, si no que aquí entran en juego, teclados, varios sintetizadores y un chelo, elemento este último que aportó el toque distintivo final para aportar un toque extra de emoción a su música.

Y es que hacía mucho que no se me ponía la piel de gallina durante tantos temas, pero es que lo de la voz de Einar es de otro planeta, o amas u odias ese falsete y ese tono suyo tan únicos, no hay término medio, pero lo que nadie puede negar es que en directo lo clava… no se ahorra una nota, y llega a los tonos más altos con una suficiencia que resulta insultante. Hasta pudimos viajar atrás en el tiempo y volver a escucharle en tonos guturales en «Slave»… del mismo modo irreprochables.

Es una banda de otro planeta, también resulta difícil no rendirte ante la contundencia y vistosidad de una bestia como Baard Kolstad a la batería… otro tsunami que apabulla con su precisión y complejidad rítmica.

Y así, todo aderezado visualmente por unas luces traseras de formas geométricas, asistimos a una cátedra musical de las que es difícil olvidarse…con tiempo para dedicar temas a la valiente gente de Ucrania («Castaway Angels»), para hacer una encuesta entre el público para elegir la siguiente en sonar («Distant Bells») , o para disfrutar del espectáculo musical total de hitazos como «Slave», «From The Flame», o asistir ojipláticos al desempeño de Einard cuando atacó el estribillo de «Below».

El sobresaliente se queda corto para describir lo vivido. Por si habíamos tenido poco, el final con el tema de más de 10 minutos «The Sky is red» fue sencillamente mágico. Memorable

Texto y fotos: Juan José Díez

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