Crónica: Lèpoka y Daeria en Valencia (Noviembre 2021)

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Lèpoka y Daeria

Sala Rock City, Valencia, 26 Noviembre 2021

On fire Promo

La tarde/noche del 26 de Noviembre de 2021 se presentaba fría en Valencia… o al menos para el tiempo que suele hacer allí. Pero se iba a caldear con los conciertos de Lèpoka y Daeria de esa noche en la Sala Rock City.

A las 19:30 abrían las puertas. Para poder acceder tuvimos que presentar el pasaporte Covid de la UE, como una de las medidas sanitarias que la Comunidad Valenciana ha puesto para poder asistir a este tipo de eventos. Y aunque la gente en la fila de entrada lo tenía presente, eso no evitó que se produjeran retrasos y complicaciones para acceder. Así que si queréis un consejo, cuando os haga falta un certificado Covid, y una vez lo tengáis; guardarlo en la memoria del móvil, en una carpeta en la nube y si podéis, incluso llevar una copia impresa en un bolso o bolsillo para evitar contratiempos y fallos de las apps.

Ya una vez que pasamos el “filtro” del acceso entramos en una especia de pequeño patio exterior de la sala donde la sala había dejado espacio poner los puestos de merchan, bajo unas carpas de tela, aunque a finales de Noviembre no era lo más “ideal” para probarte tu talla.

Tras abrir las dos puertas cuyos tiradores son guitarras eléctricas que dan acceso a la sala von interior decorado con un montón de motivos rockeros: Guitarras, fotos y discos firmad@s en vitrinas por las paredes; el letrero del WC de néon con las letras de AC/DC… Nos topamos con el escenario en el lado derecho, ya  con la batería de Lèpoka preparada y sillas para el resto de integrantes del grupo. Y es que el primer asalto iba a ser para Lèpoka en formato acústico.

“Nimue» y “Yo Controlo” fueron las elegidas para abrir la parte de la noche en familia. Entremedias sonaron “Pandemonium” y “Sombra de Libertad”. Y cerraron el acústico “La Taberna de los Trols” y “Contra Viento y Marea”.

Y es que como decía antes, el acceso anticipado fue muy “íntimo”, en el que habría unas 30 personas incluyendo familiares de la banda. Tranquilo, sin aglomeraciones y con pequeños grupos de gente muy separada entre sí. Con los chicos de Lèpoka vestidos de calle, sin sus típicas túnicas y sentados en simples banquetas en el escenario. Aunque bien es cierto que a Dani cuando canta le cuesta estar sentado y no para de moverse.

Cuando acabó el acústico el personal de la sala desalojo la Rock City y no fue hasta las 22:00 que volvían a abrir las puertas para los conciertos eléctricos. Aquí fue donde más problemas hubo al acceder a causa del certificado solicitado.

Esta vez ya no era algo íntimo y familiar, ya había más gente, como antaño, todos de pie, y deseando saltar y gritar. A destacar varias familias con hijos que acudieron a presenciar los conciertos; y que los propios niños estaban más nerviosos y emocionados por los conciertos y ver a sus integrantes en persona, que los propios adultos que los habían traído.

El segundo asalto iba a ser para Daeria, grupo que aún no había tenido la oportunidad de ver en directo y este no podría haber sido mejor momento para una primera vez

¿Te gusta lo que escuchas? Es “Miedo”, el nuevo tema de Daeria. Escúchalo ya en… la sala Rock City”. Y es que eso fue lo primero que me vino a la mente con el tema que abrió el concierto. Me acordé de la publicidad que me salía en “Spotify” unos cuantos meses atrás.

Y después de iniciar con uno de los últimos cañonazos de la banda, siguieron con “El Ojo de Aughra” y “Bailarina” también del último disco: Alter. La puesta en escena fue con destellos de luces, principalmente rojas, que no deben de ser muy aptas para epilépticos, gente fotosensible, ni para fotógrafos… Pero en cuanto a música hay que decir que al menos en las primeras filas la música la sientes y te tiembla hasta la ropa de lo potente que tocan, como cuando vas a una mascletá en Fallas. Y es que en directo se puede disfrutar de la batería de Joel Marco, que te atrapa en cada uno de los temas, mucho más que cuando escuchas su música grabada de estudio en sus cd’s.

El siguiente tema que tocaron fue “Horus” y hasta este momento todas las canciones fueron del último disco, lo que servia, claro está, de presentación después de estos meses de silencio. El quinto y sexto tema y primeros del disco Fenix fueron “Laberinto” y “Luz de Luna”. Por estas alturas las luces del escenario ya nos dejaron ver con más claridad a la banda y su manera de desenvolverse sobre las tablas.

Hacía tan solo unos meses que la formación había anunciado un cambio importante en sus filas con la marcha de Laura Moral, que ha sido sustituida por Óscar Cortés, el cual sabe congeniar con la banda y tras estos meses dentro ha conseguido una gran soltura en los temas.

Una última vuelta por el último disco con el tema “Siete Mares”, que daba paso al final del concierto con el tema que también daba nombre a su primer cd: “Fenix”.

Gran trabajo a las guitarras por parte de Victor y Eimel tanto en las partes rítmicas como dándose paso en las solistas y dejando brillar al compañero. Un perfecto tándem.

Ángel, frontman y showman supo conducirnos perfectamente entre los temas, implicando a los presentes y haciéndonos entrar en calor en esa fria noche de noviembre.

Y para finalizar el concierto, llegó el tema que para mí es el mejor de Daeria hasta la fecha, “Reina de Corazones”. Culpable de que yo les conociera hace ya un tiempo. Y es que cada vez que suena esta canción conduciendo en el coche, tengo que cantarlo, y esa noche en la sala Rock City con los chicos de Daeria sobre el escenario no iba a ser menos; así que me dejé llevar con la multitud y posiblemente perdiera media garganta en el camino.

Tercer concierto de la noche, y es que Lèpoka volvía a escena. Pero esta vez vestidos con sus características túnicas marrones y arropados por la luces de colores que llevaban la sala con un espíritu mas alegre y relajado.

Junto a la intro del concierto con la voz en off del actor de doblaje Luis Posada (conocido doblador del mítico “Jack Sparrow”), los integrantes de Lèpoka fueron apareciendo poco a poco en escena para después interpretar “Beber para Creer” y “Eternia” como primeros temas de la parte eléctrica de la noche.

El inicio del concierto fue una presentación de varias de las canciones de su último disco “El Baile de los Caídos”, siendo la siguiente la que da nombre al disco, seguida de “Pandemónium” y “Hevyátrico”. Con “Beersekers” nos topábamos con una banda más suelta que ya empezaba a saltar entre ellos y a juguetear entre violines, flautas y acordes de guitarra, en el momento justo de bajar revoluciones con la balada “En Este Sueño”.

Pronto nos recuperabamos de la nostalgia y nos poníamos en marcha de nuevo con “Chupito”, «Goliardos» , y “La huella del Dragron” haciendo así un rápido repaso por toda la discografía de la banda y llegando al último trabajo de Lépoka, el que contaba con mas peso aquella noche, como es lógico.

Después de un pequeño descanso y de que el público pidiera sin descanso otra y otra, vino la traca final con «Seguimos en Pie«, «Contra Viento y Marea«, «Yo Controlo», donde Dani nos pidió insistentemente que le mintiéramos, y «El Picorsito».

Ya no cabe duda alguna de que Lèpoka se está posicionando en los primeros puestos dentro de las bandas con más tirón de nuestro país, y no solo es que el folk metal sea un estilo que incite al cachondeo y el buen rollo, si no que la banda transmite profesionalidad y diversión a partes iguales, lo que nos hace disfrutar aún más de grandes temas que nos ponen a bailar con el primer acorde.

Un gran concierto; bueno, todos los esa tarde lo fueron, sin lugar a dudas.

Sin embargo, desde aquí queremos aprovechar para hacer una reflexión y un llamamiento al respeto y al civismo, ya que todos nos alegramos por que vuelvan los conciertos con público de pie en los que poder saltar, bailar, hacer pogos o aquello que a cada uno le guste hacer en los conciertos. No por ello hay que imponer esa forma de diversión al resto de espectadores. Y es que como dije más arriba, había varias familias con niños y otra gente disfrutando del concierto, cada uno a su manera, o compañeros fotógrafos intentando realizar su labor y que acabaron con más golpes de los debidos y esperados.

Si queremos que las futuras generaciones y gente joven siga escuchando este tipo de música y más en directo, es en ellos en los que hay que fomentarla, y demostrar que pueden ir sin miedo a todos los conciertos que quieran.

Texto y fotos por Javier Paredes.

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