MAREA + LUTER
Wizink Center (Madrid )
21 de diciembre de 2019
Organizado por Rock’n’Rock y El Dromedario Records
Con el Wizink Center a medio gas abría la noche el pasado sábado 21 de diciembre Luter presentando su último trabajo Ep 1: Héroe. Más que puntuales, abrieron la noche con una preciosa introducción de guitarra y voz, saliendo a escena Eduardo García, vocalista y guitarrista de la banda. Acabado el tema los otros 3 miembros de la banda subieron al escenario dando paso al tema Veterano de Vietnam.
Tampoco faltaron temas como Skyline en el que Eduardo y David (bajista) ocuparon las voces con una sincronía muy a la altura del evento haciendo que el público, que crecía cada vez más rápido, se involucrara con ellos. Uno de los temas más deseados de la noche para Luter fue sin duda con el tema Paseo en bicicleta. Sus duelos entre guitarras y de dos guitarras con el bajo, y sus parones a mitad de canción para volver con más fuerza sin duda marcaron la diferencia para los presentes.
Pudimos disfrutar de Misión a Marte, En mi guarida, o La orquesta de la libertad, e incluso grupo se atrevió con un tema que a muchos pilló de improviso pero, que rápidamente todos identificaron: Woman no cry.
Quizá un tema que si me faltó esa noche, y pudo ser El mundo es lo que parece pero, también fue comprensible no querer hacer salir a Kutxi a escena antes de tiempo.
Faltaban dos minutos para las 21.30h, hora en la que Marea debía empezar, cuando las luces del Wizink se apagaron y a través de las pantallas pudimos ver a Alen Ayerdi saltar a la batería y comenzar con los primeros redobles entre los vítores de un Wizink Center lleno hasta la bandera. Unos pequeños fuegos de pirotecnia anunciaban la entrada del resto de la banda y los primeros acordes de En las Encias daban el pistolezado de salida a lo que iban a ser más de 2h y media de concierto de los de Berriozar.
Tras el éxito de la primera visita de Marea a Madrid, esta era la segunda fecha anunciada, y si no llegaron al sold out, lo rozaron pero muy muy de cerca. Sinceramente, me emociona poder ver un recinto como el Wizink lleno tan hasta la bandera por una banda de rock nacional; escuchar cantar todas esas voces en los estribillos, unidos, ver mareas de brazos moviéndose al son de las estrofas y, sobre todo, ver la mezcla de generaciones entre los asistentes es algo que no pasa todos los días. Si los de Berriozar no han vuelto para quedarse, deberían plantearse no irse muy pronto.
El temblor y La Noche de Viernes Santo nos introducian en el concierto y en el último trabajo de Marea, El Azogue, y a partir de aquí comenzó el repaso a toda la historia de la discografía de la banda, y Mierda y cuchara era empezada a sonar sin descanso. Para Muchas lanzas llegaba la primera colaboración de la noche Mai Medina de Ciclonautas, y fue el primero de un largo desfile de invitados para esta gran noche, como ya pasara en su anterior actuación en Madrid
Manuela Canta Saetas venía justo antes de disfrutar de Pedro (La Fuga), engalanado con una chupa de cuero roja, a dúo con su compadre Kutxi en Corazón de Mimbre, que consiguieron erizarme los pelos, ya que para mí ambas voces son especiales por motivos diferentes, y el tema es uno de mis preferidos sin duda alguna, por lo que fueron unos minutos inolvidables. Como bien dijo antes de presentar a Pedro, ambos no nos deseaban tener la mala suerte de estar «durmiendo con otro, soñando con marea».
Sin mucho entretenimiento entre temas seguíamos Mil quilates en la que aún tengo dudas si la voz de Evaristo es imitada por Kutxi o lanzada de una grabación, pero presente, que es lo importante, Que se joda el viento, con Juanito Lorente de Bocanada que junto a Cesar y Kolibrí interpretaron un maravilloso solo a tres guitarras, Hierro sin domar y Lija y terciopelo para la que contaron con Jerry de Cuatro Madres.
Y es que si algo me gusta de las grandes bandas es que sepan ayudar a sus compañeros, y todas estas colaboraciones no son ni mas ni menos que una oportunidad de presentarse antes un escaparate de lo más llamativo y amplio como es un concierto de Marea, lo que te da la oportunidad de ser escuchado por miles y miles de personas y, de ahí, obviamente crear interés en más de algunas.
Llegaba el momento en el que Kutxi se retira dejando todo el protagonismo al frente a su compañero bajista Piñas, que hará las veces de cantare en Pecadores y Trasegando. La verdad es que me parece una muy buena manera de dejar descansar la voz de Kutxi porque Piñas, que ya lleva cantando muchos años en los directos y los discos de Marea aporta canallismo a los temas y, aunque sigue una linea clara, notas el pequeño cambio de timbre.
Además de esto, Piñas es un músico de esos a los que te cuesta seguir con la mirada en los conciertos, pues no para quieto ni un segundo, cuando no esta corriendo por el escenario está dando vueltas sobre si mismo con su bajo volando alrededor. Kolibrí también sabe desenvolverse muy bien, sobre todo en los solos, cuando pisa el frente y todo el recinto queda pendiente de lo que hacer. Y, si tuviera que poner una pega sería el segundo plano en el que encuentro siempre a Cesar.
La noche seguía volviendo Kutxi acompañado de Luter, el que había sido protagonista hacía un rato con su banda, para interpretar juntos Jindama. Para la mítica La luna me sabe a poco saltó al escenario Mauro de Cabrones, banda argentina, el hermano de Kolibrí, también guitarrista, en La Rueca, con Chema para el Romance de José Etxailarena, y con Iratxo para En tu agujero
Entre tanto la banda también hicieron sonar Pajaros Viejos y Ocho Mares, e incluso Kutxi se atrevió con un trozo a capella de Algo de mí de Camilo Sexto, o haciéndonos corear «Indurain, Indurain, Indurain» ya que como bien dijo, cuando eres el que tiene el micro puedes hacer lo que te de la gana.
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