CRÓNICA: Las reinas vuelven a casa – Leyendas del Rock 2025 – Viernes 8 de Agosto

0

Leyendas del Rock

Viernes 8 de Agosto 2025
Redacción: Yolanda Sabater & Irene Kilmister
Fotografías: Irene Kilmister

En el tercer día de Leyendas del Rock 2025, el calor del verano alicantino se mezcló con la energía incandescente de dos de las voces más imponentes de la escena internacional. Noora Louhimo (Battle Beast) y Sharon den Adel (Within Temptation) convirtieron el recinto en el epicentro de un auténtico duelo de divas del metal, cada una desplegando su propio arsenal sonoro.

Esta nueva jornada también dejó espacio para una descarga variada y explosiva. Novelists aportó su metal moderno y técnico. A Dark Reborn sumergió al público en su mezcla de melancolía y agresividad, ganando adeptos con cada tema. Desde Alemania, Feuerschwanz convirtió el recinto en una fiesta folk-metal cargada de humor y épica. Los veteranos Tierra Santa cerraron filas con su heavy metal clásico, repasando himnos que corearon varias generaciones. Un mosaico sonoro que demostró la amplitud y la fuerza del cartel.

NOVELISTS

Una de las propuestas más esperadas del día, como novedad, era la de los parisinos Novelists que venían presentando su nuevo trabajo CODA, y lo hicieron con un directo tan sólido como emotivo. Con una propuesta que recuerda en espíritu a Jinjer, pero apostando por un mayor peso de las melodías, los franceses conquistaron al público con una ejecución impecable y una atmósfera muy cuidada.

Camille, al frente, desplegó una voz impresionante, moviéndose con soltura entre la agresividad del scream y la calidez de los pasajes melódicos, aportando una intensidad que se mantuvo de principio a fin. Incluso se animó a tomar la guitarra en algún tema, añadiendo un plus a la interpretación.

El setlist estuvo dominado por cortes de su nuevo álbum, con momentos álgidos en “Coda”, “Do You Really Wanna Know?” o “Lost Cause”, que resonaron con fuerza en Villena. Dejaron claro que su combinación tiene mucho que decir en el panorama moderno del metalcore y que no podemos perderlos de vista.

VAN CANTO

Van Canto llegaba al Leyendas del Rock con su propuesta singular de “metal a capella”, un concepto que siempre despierta curiosidad y que, sobre el papel, podía aportar un matiz diferente al festival. Sin embargo, la ejecución en directo no estuvo a la altura. Desde los primeros temas, las voces sonaron irregulares y, en varios pasajes, claramente desafinadas, algo que se hizo más evidente a medida que avanzaba el set.

Aunque intentaron animar al público con su habitual simpatía y versiones reconocibles, el resultado se sintió plano y falto de la fuerza necesaria para enganchar en un evento de estas dimensiones. El esfuerzo y la energía estuvieron ahí, pero no lograron disimular las carencias técnicas ni el desajuste en las armonías vocales.

En una edición con actuaciones de altísimo nivel, la de Van Canto terminó destacando, lamentablemente, por ser uno de los puntos más flojos del festival. Una propuesta diferente, sí, pero que esta vez no logró convencer.

CRUACHAN

Aunque cueste creerlo, todavía hay quien piensa que los irlandeses Cruachan son una banda de broma por su nombre. Nada más lejos: llevan décadas trabajando con gran calidad, siempre bajo la batuta de Keith Fay. Al llegar, nos encontramos con un formato de cuarteto que incluía a la refinada violinista Audrey Trainor. El sonido, inicialmente algo confuso, fue ganando claridad con el avance del concierto. Con sus habituales pinturas de guerra y faldas escocesas, ofrecieron una mezcla de metal y folk épico, salpicada de instrumentales como “The Festival”, que apareció en varias ocasiones.

Entre las novedades, destacaba la incorporación reciente de Michal Bugajski. La fiesta arrancó con fuerza con “The Morrigan’s Call” y la participación especial de una cantante invitada. Bajaron el ritmo con “The Crow”, donde el violín brilló con especial belleza, en una banda capaz de pasar de la batalla a la celebración en segundos. También recuperaron “Ride On”, interpretada a dos voces, un clásico irlandés que en su día grabaron junto a Shane MacGowan, de The Pogues.

Cruachan son perfectos para el ambiente festivalero, pero ya deberían estar ocupando escenarios principales: tienen la trayectoria, las canciones y una estética inconfundible. Ojalá en su próxima visita den el salto que merecen.

BATTLE BEAST

Battle Beast saltaron al escenario puntuales, dispuestos a dejarse toda la energía. Fue, sin duda, el momento en que más público se agolpó, incluso más que para Within Temptation. Tras ir tomando posiciones uno a uno, con luces tenues y los primeros acordes de “Straight to the Heart” —tema homónimo de su último trabajo—, la impresionante Noora Louhimo, envuelta en el efecto del humo, daba comienzo a una noche metalera que aún guardaba muchas sorpresas.

Para esta gira, Noora ha elegido un outfit inspirado en Maléfica: una armadura negra con abundante cuero, algunas transparencias y un diseño que impone sobre el escenario, reforzando su imagen de auténtica diva del power metal. Por si a alguien le quedaba alguna duda.

Se sucedieron “Master of Illusion” y “Familiar Hell”, que nos situaron de lleno en el concierto, mientras Pyry Vikki marcaba el atronador ritmo que dominaría la noche. Janne Björkroth, a los teclados y sintetizadores, junto a Joona Björkroth y Juuso Soinio, formaban un dúo perfecto en las guitarras. El simpático Eero Sipilä completaba la mezcla con un bajo contundente.

La banda no dio tregua entre tema y tema, y el público se entregó por completo. Casi sin respiro, alternaron piezas de trabajos anteriores, como “No More Hollywood Endings”, con cortes de su disco actual, como “Eye of the Storm” o “Where Angels Fear to Fly”.

Tanto la banda como la audiencia estuvieron volcados, lo que hizo que el concierto pasara en un abrir y cerrar de ojos. Personalmente, disfruté de todos los temas que ya conocía y agradecí que se centraran en su último trabajo para poder escucharlo en directo. Aunque es una banda con varios discos editados, da la sensación de que en el recuerdo colectivo se han quedado tres en particular, los que más brillan.

Ese guiño marcaba la antesala del final, pero antes guardaron algunos de sus temas más especiales: “Wings of Light” y “King for a Day”, dos auténticos himnos que pusieron la guinda a una noche redonda. He de decir que, aunque Battle Beast ha pasado por altibajos, hoy en día se encuentran en un momento muy dulce.

A DARK REBORN

En su primera visita al Leyendas del Rock, A Dark Reborn subieron al escenario New Rock decididos a dejar huella. Los primeros minutos no fueron sencillos: algunos problemas técnicos enturbiaron la arrancada, pero la banda supo recomponerse rápido y mantener una energía que terminó contagiando a todos los presentes.

Pese a coincidir en horario con los implacables Battle Beast, lograron congregar a un público entregado, que coreó y respondió con entusiasmo a cada tema y a esa energía arrolladora que Lur y compañía demuestran siempre que pisas las tablas. El setlist viajó entre la potencia y la atmósfera, con cortes como “Keida” y “Illusions” marcando el arranque, y momentos intensos como “Ritual” o “Dark Matter” que hicieron vibrar al público. Ya con el sonido plenamente afinado, “Levitating the Void” y “Hopeless” llenaron la pista de headbanging, cerrando con la intensidad épica de “The Flight”.

Su propuesta, que ya de por sí nos tiene enganchados, brilló aún más por la entrega de todos sus miembros. A Dark Reborn no solo superaron las adversidades: ofrecieron un debut sólido y carismático que dejó claro que este no será su último paso por el festival, o al menos eso esperamos, ya que en breves tendremos noticias de suyas.

FEUERSCHWANZ

Segunda gran cita del día con los alemanes, después de una jornada anterior que nos había dejado algo descolocados por tanta mezcla de estilos.

En esta ocasión, el cartel incluía hasta tres bandas de peso que no pensábamos perdernos. Esta formación tiene todo lo necesario para liderar festivales: calidad musical, desparpajo absoluto y una puesta en escena que combina humor, disfraces, llamaradas y trucos de todo tipo.

A todo esto hay que añadir unos músicos solventes, dos frontmen cargados de carisma y un repertorio propio muy sólido. Su trayectoria lo confirma: “Hodi” y “Henrici” son auténticos maestros de ceremonias. El espectáculo no pierde intensidad en ningún momento, y eso que presentaron material fresco de su próximo álbum Knightclub, que apunta muy alto.

Chispas, humo y llamaradas sirvieron de telón para “Última noche”, con un inspirado Hodi enfundado en cota de mallas y alternando distintos instrumentos. El líder de D’Artagnan volvió a demostrar su impresionante voz y magnetismo. Con “Schubsetanz” llegaron las coreografías con antorchas, mientras las ocho personas sobre el escenario mantenían la acción constante. El público coreaba el nombre del grupo mientras ellos levantaban sus martillos de guerra. “Berzerkermode” fue un derroche de fuego y en “Highlander” el vocalista preguntó: “¿Queréis vivir para siempre?” antes de dejar paso a un solo de batería de Rollo.

El momento más gamberro llegó con el “Dragostea Din Tei” de O-Zone, interpretado por todos con gafas de sol, puro cachondeo festivalero. En los bises, el turno fue para “Valhalla”, himno de su inminente disco, ondeando banderas al viento. Después cabalgamos con “Rohirrim” y el emotivo violín de Pracht. El cierre fue con “Das Elfte Gebot”, mientras saludaban por turnos al ritmo del “Gangnam Style”. Feuerschwanz saben divertir y mantener la atención, aunque sus dosis de espectáculo rozan lo teatral y van mucho más allá del metal.

EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO

El tercer día del Leyendas del Rock recibió a El Altar del Holocausto como a un viejo predicador que regresa para oficiar su ceremonia. Con sotanas blancas y la solemnidad que les distingue, los hermanos del post-rock instrumental volvieron a levantar su templo en el escenario, ofreciendo una homilía hecha de distorsión, luz y silencio.

Su doctrina musical, inmutable a lo largo de los años, volvió a demostrarse como palabra sagrada: pasajes serenos que invitan a la meditación se entrelazan con explosiones de sonido que sacuden cuerpo y alma. La congregación de fieles, sumida en un recogimiento casi religioso, recibía cada crescendo como una bendición y cada pausa como un instante de oración.

Sin pronunciar una sola palabra, El Altar proclamó su mensaje: la fe en la música instrumental como camino de redención. Y lo hizo con la precisión de sus guitarras, la solemnidad de su percusión y la devoción absoluta a una fórmula que, como los salmos antiguos, no necesita cambiar para seguir tocando corazones.

Al caer el último acorde, quedó claro que su misa había sido celebrada con éxito: una ceremonia de ruido y fe que solo ellos saben oficiar.

WITHIN TEMPTATION

Hubo un tiempo en que Within Temptation conquistaron la radiofórmula, y “Stand My Ground” llegaba a sonar en Los 40 Principales, así como en centros comerciales y supermercados. Afortunadamente, esto no hizo que su visión como banda cambiara: siguen innovando y publicando álbumes contestatarios, con un sonido renovado.

Lo que está claro también es que Sharon es la gran lideresa del grupo, y así lo demostró: se llevó toda la atención durante el show, en el que permanecimos con la boca abierta de principio a fin. Poco protagonismo para sus músicos, pero bueno, es lo que hay.

Con las primeras canciones rescataron algunos de sus temas más famosos, en los que Sharon se luce… aunque, en realidad, Sharon se luce en todo. “Bleed Out”, de su último disco, abrió boca. “Faster”, con su estribillo y agudos imposibles, desató al público, y las archiconocidas “In the Middle of the Night” y “Stand My Ground” nos metieron de lleno en el concierto. Con “Shot in the Dark” ya me ganaron del todo.

Nos sorprendió el look inicial, con una bandera de España en la primera canción, “We Go to War”, que nos chocó bastante… y que le duró poco. Más de una bandera salió al escenario, e incluso hizo un guiño a la de Ucrania.

Don’t Pray for Me” fue el siguiente guiño a Bleed Out, y con “The Reckoning” daban paso al show entero, que cerró su última parte con “Our Solemn Hour”, “What Have You Done” y la gran “Mother Earth” para rematar.

TIERRA SANTA

Aunque los riojanos no son precisamente una rareza en el Leyendas, hacía ya varios años que no teníamos la ocasión de disfrutar de ellos. Y, la verdad, siempre es un placer verlos de nuevo en los escenarios de un festival que tanto ha apostado por el metal nacional. En 2024 publicaron su más reciente trabajo, Un viaje épico, con el que han recorrido distintas salas. La dupla formada por Dan Díez y Ángel San Juan sigue fiel a su estilo, y la voz de Ángel permanece intacta con el paso del tiempo. Escucharles es casi como regresar a 2011.

El repertorio combinó composiciones recientes con algunos de sus clásicos más recordados. Arrancaron con piezas atemporales como “Alas de Fuego”, “La Leyenda del Holandés Errante” y “Rumbo a las estrellas”, que encendieron de inmediato el ánimo del público. Me sorprendió la gran cantidad de asistentes que decidió quedarse a verlos. Ya con esos primeros temas nos habían ganado.

Nosotros, algo agotados, decidimos retirarnos antes del final, mientras sonaban los dos guiños a su último disco: “Un Viaje Épico” e “Ícaro”. No llegamos a presenciarlo, pero, como era de esperar, la mítica “Canción del pirata”, en sus versiones uno y dos, fue la encargada de cerrar el concierto. Da gusto comprobar que siguen en tan buena forma.

Si hubiera que señalar un aspecto negativo, sería que, antes de su actuación, decidieron probar sonido mientras tocaban Within Temptation. Fue un momento desafortunado, ya que interfirieron con la voz de Sharon en “Shot in the Dark”, lo que provocó algunos abucheos. Por suerte, el problema se solucionó enseguida. Cosas del directo.

CELTIAN

Próximamente…

Debido a problemas técnicos y destrucción de material de nuestro equipo en breves os completaremos la crónica con la actuación de Celtian.

Compartir

Comentarios cerrados