Crónica: Paleface Swiss responde con nota a la entrega de Madrid – Febrero 2025

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PALEFACE SWISS + THE ACACIA STRAIN + DESOLATED

MADRID – 7 FEBRERO 2025

SALA COPÉRNICO

ORGANIZA: RESURRECTION FEST

Nadie puede negar que la música en directo vive una época dorada. Cada vez hay más oferta de conciertos y día a día se cuelga el cartel de «todo vendido». El metal no es ajeno a este boom, y últimamente somos testigos de como el público responde en masa a las múltiples propuestas de música en vivo. Motionless in White agotó entradas -aunque al final se tuvo que cancelar por culpa de enfermedad de su vocalista- y en esta ocasión, Paleface Swiss también llenó hasta los topes la sala Copérnico.

Los encargados de abrir la tarde-noche fueron los británicos Desolated, que con su hardcore ortodoxo calentaron de la lindo a una audiencia aún escasa pero totalmente entregada. De principio a fin cada tema fue acompañado de pogos, moshpits y demás, energía desbordante del público del que se contagió una banda que se lo dejó todo sobre el escenario.

Buen sonido lleno de potencia, quizá algo excesivo a cuanto al volumen, pero ideal para imbuirse de ese espíritu cañero de una música no apta para el inmovilismo. Sonaron temas como «Numb», «A new realm of misery», «The End», «Suffering» o «End of te line», todas cortadas por ese patrón de ultra contundencia y visceralidad.

El vocalista agradeció al público, a Paleface Swiss y a una de «sus bandas favoritas de siempre», The Acacia Strain… y así firmaron una apertura de noche irreprochable.

The Acacia Strain recogió con maestría el listón por todo lo alto que le había dejado Desolated, y con el público ya calentito, subió un punto extra de intensidad, ofreciendo un show donde el verdadero protagonista fue la energía y efusividad de un público que subió varios grados el calor y los grados de entrega.

Cada tema era acompañado por gente volando sobre las cabezas de sus vecinos, pogos aún más intensos, y múltiples subidas al escenario para lanzarse al abismo desde allí, y todo mientras sonaban unos cortes cañerísimos como «Dr Doom», «Whoa! Shut it down», «The Beast», «Fresh Bones » o «Carbomb» todos con buen sonido y volumen brutal.

Vincent Bennet ofreció su maestría habitual sobre el escenario, guiando con maestría las masas y sabiendo sosegar cuando había que primar el mensaje, ese que reivindicaba el carpe diem para disfrutar las pequeñas cosas y olvidarse de las movidas diarias. Y vaya si lograron que el público desconectara, su concierto se convirtió en un espectáculo de energía, sudor y buen rollo.

Con el público entregado y el viento totalmente a favor llegó el momento de Paleface Swiss en su primera gira española como cabezas de cartel, fue empezar su show e inundarse de sonrisas los rostros de la banda, sorprendidos ante la atronadora entrega del público que cantó y gritó con ganas cada estribillo, rindiendo a una banda ante la evidencia de encontrarse ante la audiencia más ruidosa de toda la gira.

La música de Paleface Swiss no permite ni un segundo de respiro, es rápida, directa, potente y llena de cambios de ritmo, «Hatred», «Suprising times» y «My Blood On Your Hands» llegaron encadenadas y potentísimas, con gran sonido, sonando rebosantes de fuerza pero cristalinas, pudiendo disfrutar de la magistral voz de Zelli Zellweger, un frontman que contagió buen rollo con su eterna sonrisa.

Pero la música de Paleface Swiss no se caracteriza únicamente por su potencia, si no también por la melodía de su guitarra, y ahí siempre brilla Yannick Lehmann, que con un aspecto de guitarrista metalero oldschool es capaz de crear un tsunami de riffs coloridos super afilados. Se nota que es una banda super rodada, los distintos músicos se complementan a la perfección.

Agradecidos y sorprendidos por la entrega de 700 almas que «sonaban mucho más ruidosas que audiencias de 2000 personas», respondieron con trallazos como «Youth Decay», «And with hope you’ll be damned», «Nail to te tooth» tras el que llegó uno de los mejores temas de la noche, con un «The Gallow» absolutamente arrebatador.

También hubo espacio para colocar mensajes importantes, como el de pedir ayuda a tiempo cuando se pasa por problemas… pero sobre todo, la que habló fue su música, con una sucesión de temazos irreprochables, y es que «Don’t you ever stop» y «River of Sorrows», el único momento de tregua de toda la noche, con un Zelli más melódico y sosegado, que rápidamente retornó a la explosividad con «Please End Me», «Pain» y un «Love Burns» como guinda final.

Se disfrutó de lo lindo. Inmejorable primera visita a la capital como cabezas de cartel.

S.A. Sánchez

Fotos: Juan José Díez

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