VIVA BELGRADO + BUM MOTION CLUB + BONES OF MINERVA
MADRID – 24 ENERO 2025
LA RIVIERA
ORGANIZA: INVERFEST
Inverfest llena de conciertos distintas salas de Madrid durante los meses de Enero y Febrero, una ecléctica programación donde tienen cabida multiples estilos y en las que es fácil encontrar un directo apetecible. Incluso a veces, la programación es tan variada y rica que es obligatorio elegir entre conciertos que comparten fecha, así fue este viernes donde coincidieron los shows de Viva Belgrado en la Sala Riviera y el de Derby Motoreta Burrito Cachimba en el Movistar Arena.
La noche la abrieron el cuarteto Bones of Minerva, otra de esas bandas rebosantes de personalidad que aprovecharon al máximo la oportunidad de tocar en la Riviera, y donde un pañuelo palestino sobre la batería sirvió de silenciosa reivindicación ante las atrocidades sionistas.

La música de Bones of Minerva es a veces rabiosa, a veces melódica en función de la voz de Eustaquia que guía a la perfección unas composiciones heterodoxas que se alejan de patrones establecidos. El sonido fue mejorable, pero aún así cortes como «Sky» (su último single), «Swamp» o «Dream» mostraron todo lo que puede ofrecer esta banda.

«Claws», «Merula» fueron las siguientes en sonar, y antesala perfecta de la guinda final con un «Fuego» atronador.

Tras la agresividad y contundencia de Bones of Minerva llegó la propuesta más sosegada de la noche, con unos Bum Motion Club más psicodélicos y de corte más pop.


Su música llena en matices inundó La Riviera y su setlist compuesto por «Afecto y simpatía», «El Drama», «My Brody», «Casi un buen día», «Niebla», «Abismo» y «Los ojos».



A poco conocedor que se sea de Viva Belgrado se sabe que los cordobeses son una de esas bandas donde la honestidad no se discute, lo suyo es la antítesis del postureo, una banda cruda, directa, y rebosante de realidad donde cada estribillo se siente, y donde las letras constituyen un testamento vital tan agridulce como adictivo.

Y así, entre oscuridad y fogonazos fueron sonando los trallazos de Viva Belgrado, donde «Cancionero de los cielos» sonó casi al completo, y donde el público vibró con cada tema, dejándose llevar por esa fuerte personalidad que irradia cada tema. Al igual que ocurrió con las bandas precedesoras, el sonido fue mejorable, pero por lo que se pudo ver en la Riviera, el público disfrutó de lo lindo.

Me atrevería a decir que los cortes de «Bellavista» («Cerecita blues», «Una soga», «¿qué hay detrás de la ventana?») fueron de lo más aplaudidos, aunque ninguno como la comunión masiva de «Un tragaluz», uno de esos momentazos que siempre se buscan en un concierto.

Fue una actuación rebosante de fuerza e intensidad, con ese juego de luces donde priman la oscuridad y los fuertes contrastes, metáfora perfecta también de su música, a veces dulce, a veces afilada pero siempre super sincera.

Y así, tema a tema, sin descanso y con el habitual posado de espaldas de su bajista Angel Madueño, llegamos al final de un concierto correcto que con un sonido más eficiente habría sido todo un bombazo.
S.A Sánchez
Fotos: Juan José Díez