WARCRY + Romanthica
Sala Razzmatazz, Barcelona
16 de Diciembre de 2023
Organiza: RRS Promo y Eclipse Group
Nos acercamos peligrosamente al final de este 2023 y como para muchos, para una servidora, el del pasado sábado ponía punto y final a un año lleno de directos increíbles. No podíamos acabar este año de otra manera que no fuera tirando la casa por la ventana con Warcry en Barcelona y una sala Razzmatazz llena hasta los topes.
Sin embargo, no venían solos. En esta ocasión les acompañaban Romanthica, la banda de rock gótico que venían con ánimo de celebrar el inminente décimo de su primer trabajo «Eterno«.
La banda, formada por Rubén y Marco a las guitarras, David a la voz y Erny a la batería supieron ir conquistando poco a poco a un público que sin ser del todo el más adecuado, supieron acogerlos en el poco tiempo que tenían para poner en marcha una noche que se preveía épica.
Aún con todo eso creo que la banda supo elegir su repertorio para adecuarlo al público que tenían delante, por eso la potente Despierta abría un conciertos en el que pudimos disfrutar de los temas más electricos de la banda, como Arde o Que más da.
Nos presentaron también algún que otro tema nuevo, como el caso de Flor Marchita, sin olvidar aquellos, como Mercurio, que como bien nos recordó David, fue con el que se dieron a conocer al mundo.
Rock gótico con tintes electrónicos y matices que nos recuerdan a banda como Héroes del Silencio, salpicado de nostalgia y ese alo de oscuridad que envuelve el sonido general de la banda para abrir la noche del sábado.
Warcry es una de esas bandas que a pesar de los años y sus idas y venidas siguen consiguen reunir un buen puñado de «despistados» en sus giras. Esta vez, sin embargo, se han pasado el juego y la sala Razzmatazz de Barcelona se ha quedado pequeña para los asturianos.
Es cierto que su último trabajo no es uno de los más aclamados y alabados por sus seguidores, pero no es eso lo que atrae a las masas, es toda una carrera dedicada en cuerpo y alma a luchar por el metal nacional.
Sin embargo, la intro del nuevo trabajo se abría paso para presentar a la banda y abrir la noche con dos de los temas más recientes A por ellos y Que se vaya. Una vez roto el hielo la cosa fluyó como la seda entre la banda y el público.
Un Víctor en muy buena forma pasaba de un lado al otro del escenario sin perder una nota ni un agudo, mientras que Pablo García con sus caras, su enorme sonrisa y sus gritos y Roberto, con esa actitud 100% metalera iban intercambiando los puestos sobre las tablas.
Sonaron temas tan icónicos como Nuevo Mundo, Contra el Viento o Perdido, sin embargo, creo que el punto de inflexión de la noche llegó cuando las manos de Santi se deslizaron por las teclas haciendo sonar algunas de las melodías más reconocidas de la banda, entre ellas Nana (ojalá la recuperen para los directos), y puso a tararear a toda la sala momentos antes de darnos la entradilla a Ardo por Dentro, lo que desató la euforia de los presentes.
Víctor quería oírnos, así que fuimos los protagonistas indiscutibles de los estribillos de Quiero Oírte antes de que él se tomara un pequeño respiro durante el que Rafael y Pablo ponían a juguetear a bateria y guitarra con un medley de los temas mas míticos del metal, en el que incluso Santi salió a bailar en Highway to hell como el mismísimo Angus Young.
Cielo e infierno, Cobarde, Coraje, Para siempre no nos daban tregua. Uno tras otro iban sonando himnos de todos los tiempos de la banda: Huelo el miedo acompañado con el videoclip como otros tantos anteriormente, Devorando el corazón, Condenado o Capitán Lawrence.
Pero fueron Tú mismo y Solo Sé los que daban la sesión por finalizada tras más de dos horas de concierto. Sin embargo, como siempre, la banda tenía un as bajo la banda, y antes de dejar la ciudad condal nos regalaron La maldición del templario, La vida en un beso, El guardián de Troya y la enorme Hoy gano yo.
Para mí personalmente un concierto de Warcry siempre tiene una chispa especial y es que sus canciones me transportan no solo a momentos increíbles de mi vida, si no que lo hacen sobre todo a personas. A mi «hermana» Yolanda, con la que me dejo la voz en Hoy gano yo en cada Leyendas (y los que nos quedan); a Javi y Lucía con los que avanzo por este camino de metal fotográfico al son de Ardo por dentro; a mi amado Andrés y sus increíbles agudos haciéndole la competencia al gran Víctor. A la Irene de 15 años, incomprendida, que empezaba a escuchar metal y descubrió Nana. Así que hoy va por todos vosotros, porque la música no sería nada sin gente con la que compartirla.
Por Irene Kilmister.