Crónica: Thy Art is Murder, Whitechapel, Fit For An Autopsy, Spite – Madrid – Octubre 2023

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THY ART IS MURDER, WHITECHAPEL, FIT FOR AN AUTOPSY, SPITE

MADRID – 18 OCTUBRE 2023

LA RIVIERA

ORGANIZA: RESURRECTION FEST

Hay conciertos a los que se va para disfrutar de la música y hay otros en que las canciones quedan en un segundo plano y lo realmente importante es la experiencia. Con un cartel compuesto por cuatro bandas de deathcore, está claro que estamos en el segundo caso, y es que Thy Art Is Murder, Whitechapel, Fit For An Autopsy y Spite son de esos grupos contundentes que incitan a descargar adrenalina.

Y menos mal que la música no era lo prioritario, si no, las dos primeras actuaciones habrían acabado en decepción, ya que el sonido fue bastante irregular, Spite, con un concierto express de corta duración, sonó embarullado, y Fit For An Autopsy tuvieron el peor sonido de la noche, donde resultaba verdaderamente difícil escuchar a su vocalista, pese a todo, tanto unos como otros lograron que el público botara.

Spite comenzaron demasiado pronto, todavía con poca gente, con lo que su actuación fue la más fría de la noche, mientras que con Fit For An Autopsy la cosa empezó a caldearse, lástima que se vieran lastrados por un sonido bastante mejorable.

Lástima también de unas luces paradójicamente sombrías que impidieron verles como es debido.

Lo de Whitechapel ya sí que tuvo otro color, sonando mucho mejor, algo indispensable para disfrutar de los nuevos temas más elaborados y variados, donde la combinación de voces limpias y guturales de Phil Bozeman aportan un toque distintivo a los temas, por no hablar de los cambios de ritmo que siempre logran la reacción positiva del público.

Whitechapel llegaron, vieron y vencieron. Gran actuación.

El concierto de Thy Art is Murder tenía un importante componente de reafirmación y reivindicación tras la polémica expulsión de C.J McMahon tras sus comentarios trásfobos. Y si era el objetivo de la banda, lo lograron con creces, porque ofrecieron un gran show con cierto aire de gran banda, con un importante y efectivo juego de luces, con una batería elevada que imprimía potencia de forma imponente, y esta vez sí, un gran sonido.

Las guitarras sonaron afiladas, bajo y batería aportaron contundencia de sobra, y su nuevo vocalista Tyler Myler bordó su presentación con la banda, ataviado con una especie de chaleco antibalas, demostró ser un gran frontman.

Mucho bote, coreo masivo de estribillos, crowd surfing y circle pits arroparon los temas que poco a poco fueron cayendo como bombas en la sala Riviera, firmando un ataque metalero rebosante de potencia.

¿Mejores momentos? Personalmente me quedo con el brutal comienzo de «Holy Wars» y el mayoritario seguimiento por parte del público, aunque otros como «Everything unwanted» o «Puppet Master» también estuvieron cortados por ese mismo patrón de potencia y comunión.

Doble objetivo conseguido, disparamos adrenalina y mitigamos las dudas que pudiéramos albergar respecto a los cambios en la banda. Pinta bien esta nueva formación.

Juan José Díez

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