ADVENTUS – Saudade
Maldito Records
8/10
El aura de este disco ha sido, y es, más bien trágica. Pero sin duda merece la pena analizar este nuevo álbum de Adventus al margen de todos los acontecimientos ocurridos recientemente alrededor de esta banda y este álbum.
Este es su segundo disco en menos de dos años de la banda formada por formada por Víctor García, Manuel Ramil, Fernando Mon, Luis Melero y Alberto Ardines.
La producción del disco ha corrido nuevamente a cargo de Manuel Ramil en su estudio Tercera Planta (Galicia), quien también se ha encargado de la mezcla y masterización del mismo.
La portada y diseño se ha encargado una vez más Daniel Alonso, que ha sido el artífice de todas las imágenes, la atmósfera musical y el universo sonoro que compone el disco.
Entrando en materia, el álbum empieza con un tema introductorio homónimo al disco puramente instrumental. Menos de un minuto para crear la ambientación que acompañará el resto del trabajo.
Lo Siento llega como el primer corte como tal. Un tema que rompe en el estribillo llegando al punto álgido donde la voz de Víctor, como siempre, acompaña a la perfección. Intensidad in crescendo hasta el momento exacto. Hay tiempo también para explayarse en un solo de guitarra hacia el final del tema donde Fernando Mon juega con riffs, con el vibrato, con disonancias y más elementos que se entremezclan a la perfección.
Llorar no sirve da nada ha sido el corte que quizá más hayamos escuchado, y es que ya estaba en la calle hace medio año. Antesala del disco que se estaba cociendo. No podían faltar las canciones de temática de superación y optimismo y esta es una de ellas. Es inevitable caer en semejanzas con Warcry, y este tema es uno de ellos.
Bajando un poco revoluciones llega Mi Respuesta, un tema más tranquilo en el que Manuel Ramil se explaya a los teclados, romanticismo que deja latente un tema que podría ser perfecta candidata a las baladas en directo.
La impronta de Warcry en todos los músicos de Adventus es ineludible, y encontrar reminiscencias de estos primeros a lo largo del disco es inevitable. Con Fundirme con el Viento, volvemos a esos cánticos enérgicos que abogan por el positivismo y superación de obstáculos. El viento y el tiempo (con referencia en la portada incluida) son dos elementos que encontramos repetidamente en el trabajo.
En esta línea sigue Renunciar al Sol (¿e habrán dado cuenta de que este título se parece al de Skizoo?) pese a que en lo músical no tenga nada que ver…
En Casi sin Querer, Manuel Ramil recupera el protagonismo junto con Víctor, en un dúo piano y voz sin demás acompañamiento. El tema llega al punto álgido al sumarse el resto de instrumentos, manteniendo un tempo lento durante todo el corte.
Llegamos ya casi al final con Vulnerable. La voz de Víctor llega a un tempo que parece que recite la letra, y contrasta con el último tiempo unidos a los riffs de guitarra y bajo.
Como ya he dicho el disco va en la misma línea en cuanto a temática se refiere, no nos desviamos mucho de esas frases motivadoras con Dime o para rematar de forma más cruda con Aprendiendo a Caminar.
En general he de decir, de forma sincera, que me ha parecido un disco atrevido, alegre y con un sonido bien cuidado. Un salto de calidad notable con respeto a su primer trabajo, Morir y Renacer (2021). Curioso ha sido el poco tiempo que se ha llevado con la salida del disco de Warcry, Daimon (2022) y me parece que ha sido un adelanto por la derecha en toda regla.
Os recordamos que pudimos estar en su único concierto hasta la fecha en el Leyendas del Rock
