CRÓNICA: Robe y la liturgia masiva en Madrid – Noviembre 2022

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ROBE

MADRID – 19 NOVIEMBRE 2022

WIZINK CENTER

DROMEDARIO RECORDS

Decían de Lola Flores que «ni canta, ni baila, pero no se la pierdan». Podríamos decir lo mismo de Robe, no es un grandísimo cantante ni un guitarrista virtuoso, sin embargo es único haciendo que sus conciertos se conviertan en una especie de catarsis colectiva.

Y es que en la noche madrileña 16.000 gargantas vibraron con un Robe mutado en una especie de flautista de Hamelin, parte músico, parte poeta, parte mesías que hipnotizó al público ayudado por temas míticos imperecederos y una excelente banda donde todos brillaron; el hammond sonó magistral, el violín aportó su toque único diferencial, y los adornos de saxofón enriquecieron unos temas aparentemente sencillos pero donde la sofisticación alcanza un grado supremo.

«Estad atentos y no os perdáis nada, disfrutad del momento porque sois vosotros, aquí y ahora es cuando» esa fue la frase con la que Robe comenzó un concierto dividido en tres fases, la primera protagonizada por un popurrí de temas tanto de su carrera en solitario como de Extremo, los cuales y por razones obvias, se llevaron las mayores ovaciones. Buen sonido generalizado, indispensable para disfrutar de la experiencia, y es que con una banda como la que tiene Robe es necesario que todo suena en su sitio, así los temas alcanzan su verdadera dimensión, si a eso le añadimos el toque visual del juego de luces, tenemos el pack completo.

Uno de los múltiples méritos de Robe es atraer a un público de edades heterogéneas, muchos no habían nacido cuando Extremoduro comenzó su andadura, otros peinaban canas, pero dio igual, todos disfrutaron como niños. Un concierto que no logra erizarte el vello ni una sola vez es tiempo perdido, eso no es posible con Robe, puede que te emocione la tristeza y melancolía de «La canción más triste», o que vibres con algún tema de «Agila», o que bien que simplemente te emocione la musicalidad de una banda tan magistral, pero el caso es que Robe siempre es capaz de llegar a algún rinconcito de tu interior.

La segunda parte estuvo protagonizada por la interpretación de «Mayeútica» al completo, no sin antes pasar por un pequeño descanso que esta vez tuvo que ser corto por que «en esta ciudad hay tanta libertad que hay que acabar por cojones, sí o sí, a las 23:30″…. Así llegaron los temas de Mayeútica, encadenados sin apenas palabras, destacando un genial «Mierda de filosofía» que se convirtió en otra comunión masiva.

Para el final, tras otro pequeño descanso, y contraviniendo la normativa horaria, éxtasis colectivo con temas de Extremo, «Jesucristo García», «A fuego», «Salir» y «Ama, ama ama y ensancha el alma»…

Guinda perfecta a una extensa gira que ha recorrido buena parte de la geografía española. Esperemos no tardar en volver a verle. Llegué agnóstico, me fui creyente.

Texto y fotos: Juan José Díez

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