69 EYES + ROMANTHICA
MADRID – 23 SEPTIEMBRE 2022
SALA SHOKO
5 años habían pasado desde que los vampiros de Helsinki tocaran en la capital por última vez, y visto lo visto, había ganas de verlos. La céntrica sala Shoko tuvo una muy buena entrada, puede que fuera por la larga espera, porque su legión de fans sea de lo más fiel, o porque la pandemia ha renovado las ansias de música en directo del personal, pero fuera por lo que fuera, casi se llenó y eso hizo que los conciertos fueran bastante animados.
Abrieron Romanthica, una banda ideal para abrir la noche, con un estilo muy acorde a los cabezas de cartel, con una calidad y experiencia contrastadas y un desempeño fuera de toda duda.
Esta noche, al igual que el último concierto que les vimos en Madrid hace años, fue un cuarteto, formado por batería, dos guitarras (Rubén Rosas y Sergi Perea) y la voz del siempre carismático David Gohe, y donde sorprendió la ausencia de un bajista.
Si no recuerdo mal, empezaron con «Despierta«, para posteriormente encender al personal con uno de sus temas más reconocidos, «Muriel«, para de ahí pasar a su último single «La despedida» y sorprender con un tema que no suelen tocar como «La Cura«, y de ahí viajar al pasado con un tema de los 80 como «Dulce dolor«
Sonido decente (lo mejor que se puede tener en esta sala), con una banda entregada donde el par de guitarristas ponía la intensidad mientras que David se encargaba de implicar al público en un concierto que resultó bastante satisfactorio y cuyo punto final estuvo protagonizado por «Mercurio«.
69 EYES
Para bien y para mal los conciertos de 69 Eyes son siempre bastante parecidos. Por un lado es positivo, no suelen defraudar, salen, cumplen, suenan en condiciones y su actitud es irreprochable, pero por otro lado, salvo las ligerísimas variaciones del setlist, no difiere en exceso de giras pasadas. No es una banda que apoye sus actuaciones con escenografía o grandes adornos, lo suyo es un rock crudo, real, palpable, y si estás cómodo con esa sobriedad, se disfruta.
«Devils», «Call me snake» y «Cheyenna» fueron las primeras en sonar, y ya desde el principio vimos la solidez de esta banda, con unos integrantes en gran forma, donde destaca la imponente presencia de Jykri 69, que te cautiva con su voz y sobriedad, y la energía que transmite el siempre atlético Jussi 69 tras los parches.
El resto de la banda acompaña a la perfección, contundentes y precisos tanto Archize al bajo, como Bazie y Timo a las guitarras.
Los temas caían rápido, sin apenas introducción, así llegaron «The Chair«, «Drive«, «Betty Blue» y «Sisters of Charity«, para de ahí atacar el hit «Never Say Die» que logró encender a una sala que la cantó con fuerza.
Viaje a los 90 con «Mrs Sleazy» y «Gothic Girl» (con mucho guiño al público femenino de primera fila), y de nuevo comunión generalizada con los gritos del estribillo en «Two Horns Up«.
No hay que destacar nada del sonido, ni para bien ni para mal, estuvo correcto, y así sonaron «Wasting The Dawn«, «27 and done«, el genial y siempre bien recibido «Feel Berlin» y «Brandon Lee» con el que emprendieron una efímera retirada.
Para los bises, «Framed in Blood«, «Dance d’amour» y la esperada «Lost Boys» como guinda.
Lo dicho. Convincentes sin estridencias.
Texto y fotos: Juan José Díez y S.A Sánchez
