RULO Y LA CONTRABANDA
SALA LA RIVIERA (MADRID)
27 septiembre 2020
Vivimos tiempos difíciles y bien es cierto que hubo mucha incertidumbre sobre si el concierto se realizaría o no. No cabe duda que la audiencia también ansía la cultura en directo, pues cuando Rulo anunció este concierto tan especial apenas tres semanas antes, las entradas se agotaron en cuestión de quince minutos. Ante tal presteza, el artista no lo dudó ni un momento y añadió un segundo pase -concierto- para el mismo día tres horas antes. Dos conciertos en cuestión de seis horas para que nadie se quedara sin asistir al décimo aniversario del disco que fue una prueba de fuego para él y que se publicara exactamente hace diez años, Señales de Humo.
Por si alguien todavía duda de si la cultura es segura, la velada se desarrolló a la perfección, gracias al personal de seguridad y al despliegue de medios que la sala preparó para la velada. La sala se dispuso con asientos en los que se guardaban asientos cada dos de estos para mantener la separación. Según la entrada que se hubiese adquirido, se formaron cuatro filas diferentes, y con ello, cuatro entradas diferentes al recinto para que no se formaran aglomeraciones. Por si no fuera poco, a la entrada, se requería la información personal con nombre y número de teléfono y una persona de seguridad te acompañaba, a ti o al grupo entero, hasta el asiento del que podrías disfrutar del concierto.
Habilidad por parte de todo el personal de la sala, pues apenas unos minutos después de las 18:30, una voz por megafonía nos explicaba todas las medidas que debíamos mantener y se apagaban las luces. Toda la Contrabanda entraba al escenario para dejar en último a Rulo. Y con ello, las primeras notas y acordes de No sé.
Esta primera parte del setlist no era sorpresa para ninguno de los asistentes, Rulo ya había confirmado que tocarían aquel primer disco íntegro y aunque no fuera novedad, no por ello dejó de ser especial para el público. Para muchos de los que allí estábamos, significaba volver a aquella época temprana de un Rulo que acababa de dejar La Fuga, un Rulo que todavía no sabía qué camino iba a tomar después de ese disco. También escuchar temas que por el tiempo y tras otros tres discos más, ya no hemos podido volver a escuchar en directo.
Tras el primer tema se sucidieron La cabecita loca, canción que sirvió de presentación y primer videoclip que se dio a conocer, Mi cenicienta o la tan especial Heridas del rock ‘n roll.
Entre tema y tema no dejó de agradecer al público la asistencia, el buen comportamiento, alabó también a los valientes que se habían atrevido a viajar a Madrid por el concierto, y volvió a presentar a la Contrabanda: Daniel Baraldés (Pati) y Adolfo Garmendia (Fito) a las guitarras, Quique Mavilla (que ha sustituido el bajo por los teclados), Carlos Arancegui a la batería y la más reciente incorporación, la bajista Laura Gómez. Bien es cierto que pese a ser Rulo el protagonista de la historia, no se concibe su éxito sin el resto de compañeros, como habitualmente suele acaecer, y es algo que el mismo Rulo sabe y deja claro concierto tras concierto.
No faltaron comentarios entre canciones como que los tiempos mejores volverían introduciendo Como Venecia sin agua, canciones dedicadas a aquellas personas tóxicas y a la que va dirigida A la baja o Fauna rara, homenaje a toda la variedad de personajes que podemos -o podíamos- llegar a encontrar en los garitos los sábados noche.
Sin freno, escuchábamos Descalzos nuestros pies, último tema del trabajo. La verdad que la primera parte del concierto se sucedió en un abrir y cerrar de ojos. La actitud impecable del público, que permaneció sentado durante todo el concierto y cantando todas y cada una de las canciones además de haciendo coros, hizo que se creara un ambiente único. Menos mal que todavía quedaba la mitad del concierto.
Tras estos primeros pasos de Rulo en forma de canciones, dábamos un salto en el tiempo con Todavía y Verano del 95. Dos de los temas con más gancho de su último disco Basado en hechos reales. Incluso repitió la escena primera con el megáfono con las primeras estrofas de la canción.
Tras estos dos temas introdujo Me gusta, tras el que sucedió Noviembre, haciendo hincapié en que esta última canción era su favorita del disco anterior. Ambas de su anterior «El doble de tu mitad«. Tras estos dos temas, hubo cabida para dos temas que formaron parte de su época en La Fuga y creo que fue uno de los momentos más emotivos de la tarde, a la par que de los que más disfrutó el público. P’aquí p’allá fue un tema que compuso con 19 años y que gracias a este tema y a muchos otros esto le permitió viajar e ir a sitios impensables. El estribillo que ya todo el mundo conoce «vivo más de noche que de día…» se escuchó en todos los confines de la sala. En otras circunstancias habría bajado del escenario y había repartido el micrófono entre las primeras filas para cantar este estribillo. Esta vez pidió a todo el público cantarlo a pleno pulmón.
Se tomó el lujo de improvisar a la guitarra y aunque sabíamos que este concierto estaba llegando a su fin, escuchamos los primeros acordes de Por verte sonreír. Un tema que pone el vello de punta y que el público acompañó con linternas en los móviles y manteniendo ese ambiente romántico. Sin duda este tema era la antesala de la despedida y con 32 escaleras, Rulo despedía un concierto que realmente fue único. Único porque hasta el último momento estuvo pendiente de un hilo, único porque los conciertos que se realizan a día de hoy son contados, y único porque era la oportunidad que muchos disfrutamos para redimirnos de todos aquellos conciertos que este virus nos ha arrebatado este año.
Al son de La última bala, Rulo, y el resto de la contrabanda se despedían con una reverencia al público con la promesa de que dentro de diez años volveríamos a estar en La Riviera celebrando la vida, la música, y las canciones imperecederas de Rulo.
Setlist:
Disco de Señales de Humo
- No sé
- La cabecita loca
- Mi Cenicienta
- Heridas del rock ‘n roll
- Como Venecia sin agua
- Como a veces lo hice yo
- A la baja
- Por morder tus labios
- Tranqui por mi camino
- Fauna rara
- Descalzos nuestros pies
- Todavía
- Verano del 95
- Me gusta
- Noviembre
- P’aqui p’allá
- Por verte sonreír
- 32 escaleras
- La última bala
Crónica y fotos: Yolanda Sabater Algarra
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