STREAMER – LIGHT OF DEATH
AUTOPRODUCIDO
7,5/10
Bandas como Streamer, armadas con ilusión y trabajo están haciendo que la escena catalana tenga a día de hoy, y ya desde unos años atrás, un panorama envidiable. Ellos representan el heavy metal clásico, muy puro y true. Su crecimiento sigue imparable para arriba y no hay sarao en el que no se cuelen. Ya pude verles en un Metal Cova antes de Scanner y la verdad es que enganchan, convencen y tienen a la parroquia ganada. En este segundo paso discográfico los temas funcionan por mucho de que sean terrenos algo trillados y habiendo referencias claras a la era de la NWOBHM y a grupos revival como Wolf. Quizá el único pero es el inglés de Adri Motherfuckers en algún pasaje, pero vaya, es poca cosa, el otro hándicap es si no te atrae este tipo de metal tan acérrimo y puro… Streamer han conseguido un disco muy notable y que suena a gloria.
La intro lleva por nombre “Thanatos Arise” y es lóbrega y oscura, con regusto a mazmorra y escalas egipcias. Buen trabajo de guitarras y un sonido demoledor que entronca con “Northern Riders”. Una de sus mejores composiciones, con la rasgada voz de Adri y unas guitarras muy presentes con juegos doblados constantes. Lluvia de hachas y entrega y sudor en piezas como “Call It Rock” de la que destaco ese final tan grandilocuente a la Manowar. Las guitarras de “No, Doctor!” les acercan de entrada a Thin Lizzy aunque luego tiene la línea vocal más de WASP. Hay al final un guiño a AC/DC también. Parecen tomar como base a Mercyful Fate en “Whiskey, Beers & Flames” por ese riff complejo, pero luego la trasladan a su terreno, directo y contundente. Cada tema parece rendir un tributo a sus héroes, pero dotan a las composiciones de su sello personal.
Otra buena dosis de buen gusto compositivo en riffs y solos viene de la mano de ese medio tiempo que lleva por título “The Passion”, eléctrica y con uno de los solos de guitarra con más feeling del trabajo. Vuelvo a subrayar el gran sonido del compacto y el balance general de todos los instrumentos. Mordiente y garra para “Bloody Eyes” con esos coros funcionales de aires hooligan, aunque si tengo que quedarme con una canción no tengo dudas: “City’s on Fire”. Es un pelotazo de speed metal de los que pone la sala en ebullición. Guitarras y crudeza digna de los Helloween del Walls of Jericho con un juguetón bajo de Cristian Blade a lo Markus Grosskopf y aires de los Accept más contundentes y primarios. Destacar esas guitarras dobladas de “Light of Death” tan técnicas y melódicas en otra composición que termina de apuntalar una obra trabajada que rezuma ilusión.
Gran segundo paso discográfico de Streamer con una obra completa y directa que define su amor por el clásico metal retro de toda la vida. El más grande detalle con el que me quedo es que se me hace corto el disco, por lo que dice mucho de un combo catalán que le ha puesto variedad e ideas y no ha caído en la habitual linealidad de la que pecan este tipo de trabajos. El álbum es adictivo y en cada escucha más convencen con su propuesta. Toca mover mucho y bien esta obra que les puede dar acceso a muchos festivales pues sus directos les avalan, ese es su hábitat. Cabe destacar también la portada con todos esos detalles que conectan con su anterior trabajo. Una obra muy pensada y completa.