CRÓNICA: BIG MOUTHERS:
LUZ DE GAS (BARCELONA)
14-12-2018
Creo que en mi vida nunca he asistido a una presentación de un primer disco como la que se trabajaron los emergentes Big Mouthers. ¡Menuda fiesta y espectáculo! Y encima, el Luz de Gas, estaba hasta los topes. Parte de la flor y la nata del negocio estaba entre el público para ver la génesis de un grupo que lo tiene todo para crecer y crecer. Los Big Mouthers llevan años tocando en esta sala como banda de versiones. Tocan unos 200 conciertos al año como grupo de covers y llevan su espectáculo a todas partes. Son una banda bregada, curtida y trabajada. Las han visto de todos los colores, por lo que crear este grupo, con material propio, era algo natural.
Una noche para poder decir eso de: “yo estuve allí”
El emplazamiento es precioso y el Luz de gas es una sala de fiestas muy popular en la fiesta barcelonesa. Es un teatro de época y los precios son especialmente caros. Es donde fotografiaron a Laporta fumando puros y bañándose en champán. No habría teloneros y el show sería bastante más corto de lo que suele ser habitual en ellos. Hubo un maestro de ceremonias que, luciendo sombrero de copa de lentejuelas rojas, nos hizo una pequeña introducción sobre de dónde venía el grupo, quién lo forma y que estaban carcomidos por los nervios esperando entre bastidores. Un reloj en cuenta atrás empezaría a marcarnos el tiempo que quedaba para que los chicos empezaran y lo hicieron a la vez que sonaba ese riff de “Wishes”.
Espectacular puesta en escena con el grupo luciendo juventud y sonrisas. Llevaron un guitarra de apoyo en la segunda fila y un fino batería acompañando al trío que comanda la nave. Nacho es un frontman de manual, Iván Fusté desde el bajo y JB Ibanez pone la guitarra y los rizos. Es innegable que los chicos son muy fotogénicos. “Wishes” es quizá “el tema”, y sonó a gloria. Para la segunda canción ya aparecen invitados, y es el señor Sachs quien vino a meter su saxo para acompañar otro single en potencia como es “Where the Sinners Get Lost”. Los temas son puro hard rock explosivo y los estribillos atrapan y te sacuden hasta que se te meten bien adentro. Posiblemente la banda con la que sea más obvio compararles serían los suecos HEAT.
Carrusel de invitados y sorpresas impactantes como la de Chiqui Martí
Habían prometido que no haría versiones y se quedaron con todo el mundo cuando atacaron una sorpresiva “Square Hammer” de Ghost con un Nacho elegante y bien metido en el papel de Papa. Una pantalla trasera acompañó con imágenes todos y cada uno de los temas. Quizá se les alargaron un poco los parlamentos entre tema y tema, pero estamos hablando de una noche especial para un público especial. Ese fue el caso de la introducción de “Fantasy of Love” aderezada por el miedo a volar de Nacho. En “Stupid War” el escenario se llenó de fornidos varones marcando abdominales. Habían llegado de entre el gentío y llevaban banderas que enarbolaron en el estribillo.
Los temas de Wishesson certeros y funcionan perfectamente. Se nota la mano del gran JL Climent (Purgatorys Troop y Crazy Hat) y de los King Studios. No sería el único miembro de la familia Climent que terminaría en el escenario ni que había por la sala. Eso ocurrió en “Wonderland”, en formato acústico y con la pareja que aparece en el videoclip haciendo un bonito baile mientras el grupo tocaba. “Keep the Faith” y la excelente entrada de “Taste of Love” hicieron las delicias de la gente. También creo que había mucho habitual del Luz de Gas entre los asistentes, menos avezados a eso de asistir a los conciertos. Hubo también una original presentación de la banda en formato video que se alargó un poco, quedando más como extra de DVD.
Wishes, el disco, fue el verdadero protagonista de una noche para el recuerdo
Pero la sorpresa que nos dejó a todos fue el trallazo “I Don’t Wanna Live Forever” con la presencia de dos chicas haciendo pool bar. Una de ellas era Chiqui Martí, y la destreza, fuerza y resistencia que atesoró en su cometido fue brillante. Una demostración atlética en toda regla. Ya en el final de la velada atacaron una versión espectacular del “My Way” (popularizada por Frank Sinatra) y curiosamente contaron que una banda de Filipinas tocaba este mismo tema con las variaciones compuestas por Big Mouthers. El concierto fue excelente de cabo a rabo y, como el disco ya estaba terminado, se optó por hacer otra vez el “Wishes”. Ovación final y foto de rigor con todos los que han hecho posible esta banda que destila ilusión.
Noche redonda con momentos casi mágicos y con un grupo que tiene las ideas muy claras y que ha invertido dinero e ilusión en algo muy grande. Tienen los temas para ello, así que veremos cómo les van las cosas a los Big Mouthers. Todos los elementos están allí, y a nivel técnico, se nota a leguas el feeling y los años que llevan tocando juntos. Hacía mucho que entre las bandas catalanas no había tanta calidad como en este último lustro. Una lástima que os perdieseis el concierto porque fue una de esas noches de las que siempre podré decir eso de: “yo estuve allí”. Y tranquilos, que pinta que DVD o videoclip sacarán de una noche tan especial.
TEXTO: JORDI TÀRREGA
FOTOS: IRENE KILMINSTER
