CRÓNICA: AVENGED SEVENFOLD + FIVE FINGER DEATH PUNCH + AVATAR (Madrid)

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AVENGED SEVENFOLD + FIVE FINGER DEATH PUNCH + AVATAR

MADRID – 26 NOVIEMBRE

PALACIO VISTALEGRE

Con Avenged Sevenfold, Five Finger Death Punch y Avatar llegamos al final de un noviembre atestado de conciertos. Ha sido un mes prolífico que ha sido testigo de las giras, entre otros, de Alter Bridge (con Halestorm), Dark Tranquility (con Tristania), Amorphis, Airbourne, Bring Me The Horizon, The Ocean, Satyricon… aunque a priori parece un exceso de oferta para tiempos de crisis, la realidad parece contradecirlo, a los sold-out de Alter Bridge y Bring Me The Horizon, se unió el casi completo de Avenged, también es cierto que los aforos, al menos en Madrid, se han visto reducidos tras la tragedia del Madrid Arena, y por ejemplo, en pista, con el 100% de tickets vendidos, había casi media pista vacía, pero aún así, son claros ejemplos de que el metal sigue manteniendo su tirón.

AVATAR

Avatar llegaba a esta gira como un convidado de piedra tras la caída de Device, pero aprovecharon la oportunidad de tocar ante grandes audiencias, ya que ofrecieron un show brutal, y aunque se hizo muy corto, reivindicaron con creces el potencial de su remozada propuesta musical.

Enérgicos, divertidos y rebosantes de fuerza cedieron el protagonismo a su último disco «Black Waltz», mucho más moderno que los predecesores. Pareció gustar, pero los más veteranos echamos en falta los temas de discos como «Avatar» o «Throughts of no tomorrow«.

Sonaron «Torn Apart«, «Let it burn», «Paint me red», «Ready for the ride», «Vultures Fly» y «Smells like a freakshow«.

Johannes Eckerström es un frontman de lo más solvente, su nuevo atuendo en plan El Cuervo es vistoso, canta bien y además es capaz de hacer que el público se implique, si a eso le unimos una banda super engrasada y un sonido global de lo más cristalino, tenemos los ingredientes justos y necesarios para hacer un directo convincente.

FIVE FINGER DEATH PUNCH

Para nosotros esta era la banda más atractiva de la noche, teníamos ganas de disfrutar de su potencia, y vaya si lo hicimos. Gran concierto de los americanos donde derrocharon fuerza y chulería -esto último quizá de forma excesiva-, pero es que su música incita a ello, esa ecléctica combinación de metal con aires groove y toques chandaleros es de lo más atractiva.

Los conciertos de Five Finger Death Punch son de esos que apuntan directamente a las cervicales del respetable, son para botar, hacer headbanging, y meterte en circlepits… pura energía. Cierto que Ivan Moody peca de farruco con sus poses, pero mientras cante así, puede permitírselo… el chorro de su voz es explosivo.

«Under and over it», «Burn it down» y «Hard to see» fueron las primeras en sonar, le siguió el tema en el que colabora Rob Halford, «Lift me up», de ahí pasaron a sorprender con la versión de Bad Company («Bad Company»), «Coming down», un atómico «Burn MF» donde todo Vistalegre gritó hasta desgañitarse, y una parte final más sosegada con una porción de «Far From Home» cantada a capella con momento mecheros incluído (que vozarrón tiene Moody) y como guinda final, «The Bleeding».

El ADN de la mayoría de temas de Five Finger Death Punch está programado para el directo, esos cambios de ritmo hacen las delicias del público, además el sonido una vez más, fue perfecto, así que su actuación se puede calificar de conciertazo sin temor a equivocarse.

AVENGED SEVENFOLD

Vaya por delante que no considero a Avenged Sevenfold un mal grupo, me alegro de su éxito, de que vendan porrones de discos y que sus conciertos aglutinen multitudes, pero los considero un poco los One Direction del metal, es difícil abstraerse de ese tinte de artificialidad para adolescentes.

Y eso es innegable, la media de edad que congregó Vistalegre no llegaba ni con mucho a la veintena -el concierto estaba autorizado para mayores de 16-, y esto es algo de lo que también me alegro, es una forma de que las nuevas generaciones se interesen por el rock duro, aunque también es cierto que si tuvieran más experiencia posiblemente preferirían las versiones originales de Metallica, Megadeth o Guns n’ Roses y no esta digievolución desnaturalizada.

Visualmente su espectáculo es impecable, atractivo, explosivo y ardiente, con el murciélago calavera y la permanente cortina de fuegos de todos los tipos, en esto los americanos lo bordan, manejan el show business con maestría…

En cuanto a lo musical, creo que sonaron peor que los teloneros, al menos la voz, demasiado baja por momentos, también resultaba un poco chirriante que muchos de los coros estuvieran sampleados, quedaba fatal que sonaran esas voces cuando ni Dios movía los labios… pero bueno, debo ser de los pocos que se dio cuenta.

Aunque en líneas generales me gustaron más los temas antiguos, los nuevos que sonaron en la primera parte  de la actuación estuvieron muy bien, así «Sephard of fire»  y «Hail to the king» sonaron potentes, y fueron recibidos con pasión por el público. Estuvieron intercalados por «Critical Acclaim», y el himno «Welcome to the Family». Lo de «Doing Time» fue un intento fallido de copiar el «It’s so easy» de Guns n’ Roses, tanto en música como en gritos y movimientos, Avenged serán una banda muy posturera, pero todavía le queda mucho recorrido para llegar a parecerse al Axl de los buenos tiempos. Eso sí, menos mal que no incluyeron en el repertorio «This means war», ese vergonzoso plagio del «Sad But True» de Metallica, algo es algo.

Deberían centrarse en los temas en los que no intentan parecerse a nadie, es donde muestran su mejor cara, así se pudo ver en «Buried Alive», «Fiction» o un brillante «Nightmare».

Tras «Afterlife», momento coñazo prescindible con uns solos de guitarra sosos e irracionales, para de ahí enganchar con el gótico «Requiem» (raro, no me gustó) y un convincente «Bat Country». Para los bises, «Chapter Four» y «Unholy Confessions».

¿Buen show? Depende… pero está claro que son un gran producto de entretenimiento.

Juan José Díez

(Pedimos disculpas por la calidad de las fotos, pero están hechas en plan emergencia con el móvil)

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