THE HALO EFFECT – WE ARE SHADOWS
NUCLEAR BLAST
7 / 10
El asalto más curioso del death metal sueco llegó por sorpresa: The Halo Effect ha lanzado «We Are Shadows», un EP de versiones que rompe todas las reglas no escritas del género. Lejos de caer en la ortodoxia metalera (y dejando aparte el himno «I Wanna Be Somebody» de W.A.S.P.), la banda ha escarbado en influencias profundas y sorprendentes, eligiendo cada integrante un tema, y dando voz a grupos que serán una revelación para muchos de sus fans.
«I Wanna Be Somebody» (elección de Jesper Strömblad) cumple con todas las expectativas. The Halo Effect coge el himno de W.A.S.P. y lo transforma en un tema de death melódico puramente visceral, cantado íntegramente en gutural y potenciando su lado más agresivo, pero sin perder la identidad original.
El guitarrista Niclas Engelin eligió un grupo que lo marcó en la adolescencia: el supergrupo de AOR y Hard Rock Conceptual, Phenomena. Su versión de «Dance With The Devil» es puro headbanging. El riff principal, mucho más grueso y dinámico que el original, inunda el tema, que gana en cuerpo y se adapta a la perfección al estilo característico de Gotemburgo.
El bajista Peter Iwers se decantó por «If You Were Here» de Kent, una de las grandes bandas del rock alternativo sueco de los 90. El resultado es sorprendente: a diferencia del resto del EP, el vocalista Mikael Stanne la interpreta con voz limpia, lo que la acerca al sonido de su otra banda, Cemetery Skyline. Esta elección pausada y sosegada se sale completamente del guion de The Halo Effect, y es precisamente por eso que resulta una de las piezas más interesantes y valientes del disco.
La aportación del batería Daniel Svensson es «Shoreline» de Broder Daniel, un grupo que él mismo ve con paralelismos con el sonido de Gotemburgo. Es, efectivamente, la canción más canónica del EP. Combina de forma magistral los guturales con las voces limpias, tiene una pegada inconfundible y las guitarras brillan con un fuerte componente melódico. Eso sí, cualquier parecido con la original es pura coincidencia.
El disco lo cierra «How The Gods Kill» de Danzig, elegida por el vocalista Mikael Stanne. Aunque a priori es una banda más próxima al metal, la elección es el Danzig lento, casi una balada. Quitándole el efectivo cambio de ritmo en el medio y la producción moderna, esta versión se mantiene demasiado fiel al original, lo que la convierte en el punto menos arriesgado del EP.
Con todo, «We Are Shadows» es un experimento correcto, una oda a las raíces musicales del grupo que no solo sorprende por su versatilidad, sino que dispara las expectativas de cara al próximo material de estudio de The Halo Effect.
Juan José Díez