CRÓNICA: ANKHARA (Madrid) Febrero 2014

ANKHARA

MADRID – 8 FEBRERO

SALA SHOKO

Mis gustos musicales han cambiado bastante en estos últimos 15 años, ahora lo que más me llama son bandas como Machine Head, Dark Tranquility, Alter Bridge, Bring Me The Horizon, pero hubo un tiempo en que mis gustos eran mucho más clásicos. Y ahí es donde entra en juego una banda como Ankhara, una de las formaciones que más me atraían al final del siglo pasado y comienzo de este.

Así que fue la nostalgia la que nos acercó a ver este último concierto de la reunión de la formación original, que además se registraba para una posterior edición en DVD. Público abundante y además totalmente entregado que llevaron en volandas a una banda que también lo dio todo.

Que mejor tema para empezar que «3:40», aquel que abría su primer disco «Dueño del tiempo», para de ahí enlazar con «Demasiado tarde»,»Un paso más», «en mis manos». Por las reaccioens del público, creo que gustaron más los temas de los dos primeros discos, y es que puede que en «Sombras del pasado» se le fuera la mano, como ellos mismos dijeron en este concierto, «aquel tiempo que hasta nos gustaba Dream Theater»… creo que esa frase resume a la perfección la esencia de esas canciones.

Aunque esta gira reunión se ha basado en la formación original, Pacho Brea (voz), Cecilio Sanchez-Robles (guitarra), Alberto Marin (guitarra), Sergio Martinez (bajo) y Jesus Alcalde (batería), también hubo protagonismo para otros integrantes como Fernando Mainer (actualmente en Mago de Oz), y Víctor Alonso a los teclados que entraron para tocar «Océanos de lágrimas» tras haber sonado previamente «Jamas» y «Frío infierno».

De nuevo con la formación original, llegó uno de los temas más coreados de la noche, «No mires atrás», con una sala Shoko entregada, y de ahí encadenar «No digas nunca», «Junto a mí», hasta la genial versión de Judas Priest, «Night Crawler»

Para los bises «Mente atormentada», «Hasta el fin» y un final muy bien elegido con «Acordes mágicos». Fue un buen show que nos permitió conectar con nuestro pasado y con el que afianzamos una sospecha, Ankhara mereció más suerte en su carrera.