CRÓNICA: Unos W.A.S.P mejores que nunca y el hardcore por bandera – Leyendas del Rock – Miércoles 6 de agosto

0

Leyendas del Rock 

7 de agosto de 2025 – Polideportivo de Villena

Fotos: Irene Kilmister

Crónica: Irene Kilmister & Yolanda Sabater

WARKINGS

El festival Leyendas del Rock 2025 arrancaba esta nueva edición con fuerza gracias a Warkings, una banda que no solo destaca por su potente power metal, sino también por una estética arrolladora. Vestidos como héroes históricos —el Tribuno, el Vikingo, el Espartano y el Cruzado—, los integrantes ofrecieron un espectáculo que fue tanto visual como sonoro, convirtiendo el escenario en un campo de batalla épico desde los primeros acordes.

Con una puesta en escena teatral y una energía desbordante, Warkings repasó los temas más emblemáticos de su discografía, incluyendo “Armagedon”, donde la Diosa de los condenados hacía su acto de presencia, “Sparta”, “Fight” o “Gladiator”, y lo cierto es que el público coreó con bastante entusiasmo para ser tan temprano y estar medio despertando en este primer día. Las interacciones con los asistentes, además,  estuvieron cargadas de humor y carácter, manteniendo el tono mitológico y guerrero que define a la banda.

Musicalmente, cumplieron y pese a ser los encargados de abrir el festival, dejando el listón altísimo para las bandas siguientes. Y es que como ya hemos dicho, Warkings no solo ofreció un concierto; ofreció una experiencia.

THE BUTCHER SISTERS

Los encargados de abrir fuego en el escenario New Rock del Leyendas del Rock 2025 fueron nada menos que The Butcher Sisters, y vaya forma de hacerlo. Con su mezcla de metal, rap macarra y punk industrial, salieron a reventarlo todo desde el primer tema y lo consiguieron: provocación, energía y mucha mala leche.

Con su estética peculiar y ese humor negro marca de la casa, donde vimos incluso un parto en directo, los alemanes soltaron temazos como “Uga Uga Bam Bam” o “Bauchtasche”, que hicieron botar al respetable desde bien temprano, entre pocos y walls of death. El sonido la verdad es que fue bastante pobre, y dependiendo la zona podría decirse que hasta malo… 

Pero no dieron tregua ni un segundo y dejaron claro que, aunque no sean del gusto de todo el mundo, saben cómo montar un show incendiario.

FIT FOR A KING

Fit For a King llegaron a Leyendas del Rock 2025 con una misión clara: romper cuellos y levantar polvo. Y lo cumplieron a base de breakdowns demoledores, guturales incendiarios y un metalcore que no dejó títere con cabeza.

Desde el primer tema “Technium”, la banda tejana impuso un ritmo que el público no dejó de seguir a base de headbanging. “No Tomorrow”, “Reaper”, o “Breaking the Mirrror” convirtieron Leyendas en un campo de batalla entre circle pits, walls of death y mucho headbanging.

Ryan Kirby al frente estuvo enorme, alternando voces melódicas y guturales con una facilidad insultante, mientras el resto de la banda no bajó el nivel ni un segundo. A nivel técnico y de actitud, fueron una apisonadora. Y por si alguien dudaba de que el género tiene cabida en el Leyendas, ellos se encargaron de disipar a golpes.

DOGMA

Las chicas de Dogma vienen pisando fuerte y, con un solo disco de estudio, ya consiguieron llenar el escenario Mark Reale. Tenía muchas ganas de verlas, y vaya si no era la única. Me parece que muchos pensaron lo mismo.

Lo más sorprendente, por supuesto, es su outfit: no conocemos su identidad, ya que van caracterizadas como monjas, con las caras pintadas y usando nombres artísticos. En lo musical, sonaron bien y se mostraron entregadas. Es cierto que el problema inherente del escenario Mark Reale con el sonido sigue siendo el mismo, y en algunos momentos dejamos de escuchar a la cantante.

Para mi gusto, hubo excesivos alardes y bailes que te sacaban un poco del concierto; no acabo de entender qué aportan, pero bueno, eso ya depende de cada uno. Aparte de algunas versiones que hicieron, como “Like a Prayer” de Madonna y un mix de nuestro querido Ozzy, Metallica… también pudimos escuchar varios temas de su único disco.

Buen concierto, aunque no terminé de conectar con ellas. Tendré que darles una oportunidad en sala.

KUBLAI KHAN TX

No conocía a los de Texas y fueron uno de los platos fuertes en cuanto a hardcore del festival. Buen ambiente y supieron animar al respetable animando a hacer circle of pits e incluso recogieron una buena cantidad de público pese a que vimos una asistencia moderada a lo largo de toda la jornada. Me gustó la fuerza con la irrumpieron en el escenario y la etnrega de su cantante Matt Honeycutt. Son una banda bien empastada y un género un poco menos habitual en el Leyendas pero del que empezaremos a oír.

91 SUITE

Ya había tenido ocasión de ver a los de Murcia en el Rock Imperium este año. Buen papel pues además de defender el Mark Reale venían como sustitutos de Hardline. Pues bien, lo defendieron con garra y su hard rock conquistó pese a las horas y los que se atrevieron con ellos pudieron disfrutar de un concierto potente pese a que también arrastraron retraso de 20 minutos, algo que les penalizó pero aún así dieron un concierto más que disfrutable. Es un buen momento para el hard rock y espero que así siga siendo.

 

FEAR FACTORY

Uno de los grupos que más ganas tenía de ver era a los californianos. Ya los había visto en salas anteriormente, pero hacía tiempo que no coincidía con ellos. Esta vez venían celebrando el aniversario de uno de sus discos, y pudimos escuchar casi en su totalidad las canciones de ese trabajo.

La mayor novedad fue la incorporación de su nuevo vocalista, Milo Silvestro. A pesar de ser el más reciente en unirse a la banda, lo dio todo sobre el escenario y consiguió que el concierto fuera realmente disfrutable.

Tuvieron algunos problemas técnicos durante las primeras canciones, pero lograron sobreponerse. Entre los temas que tocaron, destacaron “Flashpoint”, “H-K (Hunter-Killer)” y “Pisschrist”.

HATEBREED

Si había una banda capaz de levantar la noche, esa era Hatebreed. En esta primera jornada, con una notable presencia de grupos estadounidenses, probablemente estemos ante una de las formaciones más influyentes del metalcore hasta la fecha.

El público respondió con la misma energía con la que Jamey Jasta y su banda salieron al escenario, ofreciendo un directo donde la intensidad fue la protagonista, con una descarga imparable de temazos sin apenas un respiro.

Comenzaron con “Balls to the Wall” de fondo, y desde ese momento fue como si una bomba hubiese estallado en medio de Villena. El repertorio incluyó numerosos temas de su mítico Perseverance, en un espectáculo cargado de humo, sonido atronador y un demonio gigante que presidía el fondo del escenario, probablemente el atrezzo más impactante de toda la jornada. No faltaron los pogos y circle pits durante todo el concierto.

Lo de Hatebreed fue simplemente descomunal: una auténtica explosión de principio a fin que arrasó con todo. Uno de esos conciertos en los que no hay tregua posible: golpe tras golpe, borraron de un plumazo cualquier atisbo de duda a esas horas. Y es que puede que el hardcore haya llegado para quedarse.

CEMETERY SKYLINE

El nuevo proyecto de Mikael Stanne viene pisando fuerte. Puede que tenga una simpatía excesiva hacia él, pero sinceramente, me da la impresión de que proyecto en el que se involucra, proyecto que lo peta.

Con un sonido gótico, oscuro y un registro puramente melódico, Mikael Stanne lidera Cemetery Skyline, acompañado de un elenco nada desdeñable —entre ellos, algunos compañeros de The Halo Effect (que, por cierto, tocan mañana, y os recomiendo no perdéroslos).

Algunos temas de su único disco ya suenan como auténticos hits, y de hecho, prácticamente lo tocaron entero. Varios de ellos empiezan a ser reconocibles, y Stanne desprende un magnetismo en el escenario que es difícil de olvidar.

Quizá el momento más especial —aunque esto es algo personal— fue cuando hicieron alusión al rock de los años 80 e interpretaron un homenaje al gran Roy Orbison con «I Drove All Night», a la que supieron dar su característico toque gótico. El público rompió a cantar el estribillo al unísono, creando uno de esos instantes mágicos que se quedan grabados.

Tenía muchísimas ganas de ver este proyecto incipiente, y no sé si fue la euforia, pero incluso el sonido —a pesar de algunos fallos— me pareció más que correcto. Disfruté cada minuto.

W.A.S.P.

Los cabezas de cartel indiscutibles de esta jornada fueron los estadounidenses W.A.S.P.. En su día reunieron una legión infinita de seguidores que, pese a los altibajos (y más bajos que altos) de la banda, se ha mantenido fiel hasta hoy.

Blackie Lawless siempre ha generado polémica a su alrededor, pero hay que decir que, en esta ocasión, lo vimos en muy buena forma. Eso sí, tomaron la decisión de apagar las pantallas, algo que no terminamos de entender. Algunos lo atribuyeron al uso excesivo de pistas pregrabadas, pero, sinceramente, fue la vez que mejor lo hemos visto en años.

Su interacción con el público fue, de hecho, bastante simpática, y recuperaron algunos temas que hacía tiempo no incluían en su setlist. Comenzaron con dos platos fuertes: «I Wanna Be Somebody» y «Love Machine», que desgraciadamente me perdí porque estaba cambiando de escenario. Aun así, pudimos disfrutar de otros temazos como «The Real Me» (versión de The Who), «Forever Free» y «The Headless Children», de aquel increíble álbum The Headless Children.

 

No fue un concierto perfecto —algunas canciones quedaron visiblemente recortadas—, y sí, puede que abusaran un poco de los pregrabados. Pero, aun así, fue un espectáculo más que correcto y, sobre todo, una alegría volver a escuchar en directo esos clásicos que tantos recuerdos traen.

SUFFOCATION

Suffocation tenía un objetivo claro: arrasar el escenario New Rock a base de death metal. Envueltos en una atmósfera infernal dominada por luces rojas que parecían salidas del mismísimo averno. Desde el inicio con “Catatonia”, la banda neoyorquina dejó claro que la noche iba a ser de pura demolición sonora.

Los guturales de Ricky Myers fueron los protagonistas absolutos: profundos, salvajes y perfectamente sincronizados con la maquinaria instrumental que lo acompañaba. Temas como “Pierced from Within” y “Infecting the Crypts” desataron aún más el caos entre los presentes, y es que hay canciones que son imprescindibles, la banda lo sabe y el público también.

Suffocation

La precisión quirúrgica de las guitarras y la potente batería convirtió el show en una lección de brutalidad técnica, dejando claro por qué Suffocation sigue siendo una leyenda viva del género.

LORD OF THE LOST

Ya lo demostraron en el Leyendas del Rock de 2019 y es que Lord of the Lost van directos a encabezar los festivales y ya os digo que no les falta mucho para ello. Demuestran en el escenario todo, contundencia, buen sonido, puesta en escena y variedad. No nos importa que quedaran últimos en Eurovisión, y es que el mundo no nos entiende. Chris «The Lord» Harms es una apisonadora en directo y desprende un magnetismo increíble. No faltaron algunos de sus temas más típicos como «Bazaar Bizarre», «Die Tomorrow» y la ya archiconocida «Blood & Glitter».

DUNEDAIN

Sigo desde hace tiempo el proyecto que encabeza Tony, y siempre me ha parecido una banda con una identidad muy particular. A lo largo de los años, han consolidado varios temas que ya son clásicos en su repertorio, y en esta ocasión abrieron el concierto proyectando un videoclip especial de uno de los adelantos de su próximo disco, Fénix: «La misma canción».

Uno de los momentos más llamativos fue la aparición de Carlos, que subió al escenario con muletas, aunque pronto las dejó a un lado. A pesar de la evidente limitación física, supo estar a la altura y entregarse con intensidad. La compenetración vocal entre él y Tony está cada vez más pulida, y el inicio del show incluyó temas muy esperados como «A un paso del cielo» y «Fénix», el single principal de su nuevo trabajo.

El apartado visual fue uno de los más cuidados del día: proyecciones que acompañaron toda la actuación y efectos pirotécnicos —algo inédito hasta ese momento del festival—, con hasta tres intervenciones de chispas y fuegos que sorprendieron al público.

Me alegró especialmente escuchar en directo canciones menos habituales como «Bola de cristal», de su álbum Pandemonium. Aunque no pude quedarme hasta el final, desde la distancia reconocí «1000 golpes», y, como ya es costumbre, cerraron con los infaltables «Por los siglos de los siglos» y «Corazón de invierno».

Compartir

Comentarios cerrados