GREEN LUNG + UNTO OTHERS + SATAN’S SATYR
MADRID – 1 DE MARZO 2025
SALA COPERNICO
ORGANIZA: MADNESS LIVE
Poniéndonos puristas, podríamos decir que las tres bandas que formaban el cartel de esta noche de sábado lo hacían un tanto heretodoxo; a priori, el stoner rocoso de Green Lung pega poco con el estilo más gótico de Unto Others o con el sonido más psicodélico de Satan’s Satyr, pero el caso es que esa diferencia logró que la propuesta musical fuera más dinámica y variada, evitando así la maldita monotonía que pueden acarrear bandas muy parecidas. El público supo ver su atractivo y la Sala Copérnico presentó una muy buena entrada -algo que últimamente es la constante habitual-.
SATAN’S SATYR
Satan’s Satyr es una banda creada por y para el lucimiento de su líder Clayton Burgess, su presencia se vuelve omnipresente sobre el escenario, y hay que reconocer que es un tipo magnético que logra acaparar miradas. Fue una lástima el sonido que tuvieron, sobre todo en lo referente a la voz, que pasó totalmente desapercibida entre la potencia del resto de instrumentos.


Pese ese inconveniente y el poco público de su tempranera actuación, lograron firmar un show digno, aguerrido y suficiente para atraer público en futuras ocasiones.


Sonaron temas como «Thumpers», «Full Moon», «Pulp Star», «Black Sons», «QQR», «Iron & Ivy», «Two hands», «Show Me» y «Alucard».


UNTO OTHERS
Las hechuras de los americanos Unto Others son de otra época, su sonido, anclado en la influencia gótica de bandas como Sisters Of Mercy o The Cure les otorga un aura de clasicismo enfatizado además por los aderezos heavy puramente ochenteros.


Y es que es escuchar sus temas y viajar tres o cuatro décadas al pasado, y así, sonando puramente clásicos encajan perfectamente en la modernidad actual. Quizá sea esa disonancia la que les vuelve tan atractivos de cara al oyente, y lo cierto es que su concierto tuvo elementos de sobra para el disfrute, desde una buena colección de temazos como «Butterfly», «Momma Likes The Door Closed» o «Give to the night», pasando por un sonido pulcro ideal para disfrutar de todos sus matices, hasta esa actitud un tanto displicente de las viejas estrellas del rock.


Estrictamente de negro rindieron tributo a esa oscuridad tan inherente en su música, y poco a poco cautivaron al público con una catarata de buenas canciones que llegaron sin descanso ni cháchara intrascendente. Lo suyo no es la locuacidad extrema, prefieren ceder todo el protagonismo a la música, y ahí, lo bordaron, con cortes como «Fame», «Jackie», «Double Negative», «Suicide Today» o «Raigeki».


Su frontman Gabriel Franco no puede excederse en cuanto al movimiento sobre el escenario ya que se encarga de voz y guitarra, pero aún así, destacó el carácter escénico que le imprimen sus sempiternas gafas de sol, mucho más movimiento tuvo Sebastian Silva a la guitarra, cuyo pelazo y movimientos recordaban por momentos al ínclito Yngwie Malmsteem.


Actuación larga de lo más completa en la que hubo tiempo para repasar su discografía (también sonaron «Raigeky», «Why», «It doesn’t really matter», «Can you hear the Rain», «Heroin») e incluso sorprender con una versión del «Pet Sematary» que encajó a la perfección en la propuesta musical de la banda. Completaron su actuación con «When Will Gods Work be done», «Time goes on», «Flatline», «Dragon why do you cry», y el final «Give Me to the night».

Muy bien.
GREEN LUNG
Esta era la primera gira por España de Green Lung como cabeza de cartel, ante tal desafío la banda se lo curró de lo lindo y ofreció su mejor versión para convencer a una audiencia que había respondido con ganas ante su llamada.


El escenario, aderezado con imaginería de corte místico, aportó ese toquecito de efectismo visual tan necesario hoy en día, y en cuanto a lo musical, la banda se desenvolvió a las mil maravillas, con un Tom Templar estelar, perfectamente secundado por el virtuosismo a las seis cuerdas de Scott Black a la guitarra y por la atmósfera cautivadora que supo imprimir John Wright a los teclados.


Sabíamos que su música es densa, pesada y de un aire un poco doom, pero en directo sonó potente y borró de un plumazo ese posible aire tristón y cadencioso, firmando un espectáculo dinámico y caracterizado por un sonido casi perfecto. Los sólos sonaban de maravilla, el hammond se volvía protagonista en cada aparición, las bases construían ese espíritu tan rocoso, y sobre todo ello danzó la voz única y peculiar (para bien y para mal) de Tom Templar.


Simpáticos y locuaces, se curraron la conexión con el público, pero los que monopolizaron el discurso fueron sus mejores temas, sonando cortes como «Woodlan Rates, «Mountain Throne», «The Ritual Tree», «The Ancient Ways», «Oceans of Time», «Song of the stones», «The Forest Church», «Hunters in the Sky», «Maxine (witch queen)» y «Graveyard Sun».


La parte inicial de «The Harrowing», donde llevó la voz cantante su bajista Joseph Ghast, fue de los pocos momentos donde se bajó un poco la intensidad, quebrada rápidamente en el cambio de ritmo visceral del propio tema, y que sirvió de autopista rápida hacía el fin de concierto con «Old Gods», «Let The Devil In» y «One of Sorrow».


En un panorama musical marcado por la homogeneidad estilística, bandas como Green Lung suponen un oasis refrescante, y si además, clavan el directo como esta noche, mejor que mejor. Seguirán creciendo.

Juan José Díez