CRÓNICA: Las pandillas de Zenobia y Debler Eternia juntos en concierto – Madrid (Junio 2024)

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ZENOBIA + DEBLER ETERNIA

Sala Panda Club – Madrid
8 de Junio de 2024
Organiza: RRS Promo

En una noche que prometía ser memorable, Débler Eternia y Zenobia se presentaron en Madrid el 8 de junio de 2024, para deleitar a sus fans con un espectáculo lleno de energía y pasión. Ya desde antes de abrir puertas a las 19:30 de la tarde, la fila daba la vuelta más allá de la esquina del edificio de la Sala Panda Club.

Según entramos la primera impresión fue la sorpresa de ver un gran escenario y con mucho espacio para poder moverse sobre el ambas bandas. Poco a poco la sala se fue llenando más y más. Sobre todo la zona central entre el escenario y la barra quedo muy concurrida. Por lo que la asistencia al evento fue elevada.

DEBLER ETERNIA

Las notas comenzaron a sonar con una intro ligada a una atmósfera de misterio mientras los miembros de Débler Eternia iban apareciendo en el escenario uno a uno, acompañados de una niebla que pronto se fue convirtiendo en una constante a lo largo del concierto. La primera canción, Eternia, dio el pistoletazo de salida con una explosión de humo y una poderosa presencia escénica.

Un inicio electrizante al que prosiguió el Renacer del Alma. Tras este punto, Rubén Kelsen, el carismático vocalista, tomó un momento para agradecer a los técnicos y al equipo de management por hacer posible el concierto a pesar de los problemas de última hora que los obligaron a cambiar de sala apresuradamente.

También mencionó la ausencia de Javat, quien por una lesión en la pierna no pudo actuar esa noche, pero estuvo presente apoyando a sus compañeros desde el público. En su lugar, el anterior integrante Dani Arcos tomó los mandos de la guitarra, aportando su talento al espectáculo.

Con Katrina, Rubén incitó a la audiencia a cantar junto a él, creando una conexión especial con los presentes. Luego, Grita que No resonó fuerte en la sala.

La energía no decayó con La Melodía de los Malditos dedicada a ciertos individuos con un toque de ironía en las palabras de Rubén. A la que prosiguió Cada Latido, esta última interpretada junto a Skadi (Alba Moreno), quien fue invitada al escenario para una colaboración que elevó aún más el ánimo del público.

Tras el tema Sentencia Final, Rubén presentó a toda la banda. Pablo Sabater al violín, Dani Arcos a la guitarra, Pablo Rodríguez a la batería, Mario Hernández al bajo, el propio Rubén Kelsen a la voz. Y por último, no olvidarnos de Javi Javat a las muletas.

La presentación incluyó una sorpresa especial: Rubén subió a su hermano al escenario para celebrar el cumpleaños de su madre… y Oh! Sorpresa!! La madre de Pablo Rodríguez también cumplía años ese mismo día. Por lo que la sala entera cantó Cumpleaños Feliz en un momento emotivo que unió a toda la banda y sus fans en la parte delantera del escenario.

El concierto iba a proseguir con Jauría, la cuál fue introducida por un magistral solo de guitarra de Dani Arcos. Rubén no perdió la oportunidad de involucrar al público en el estribillo. Todavía hoy lo ando tarareando… «si tu no estás, me volver a transformar en aquello que odio…«

Después de un breve descanso, Debler Eternia regresó con una nueva intro y retomó el espectáculo con Nada Nos Podrá Parar. Menos mal que el escenario era grande, porque se iba a llenar más. Y es que para Adictium contaron con la colaboración especial de Jorge Berceo y Mario Suárez de Zenobia, quienes añadieron su voz y guitarra respectivamente para estas electrizantes melodías.

El clímax del concierto llegó con la frenética Afrodissia, donde el público se desató en una fiesta desenfrenada. Rubén finalizó con unos potentes agudos, dejando a todos con el corazón acelerado y una sensación de un concierto lleno de emoción, talento y momentos inolvidables… y mucho humo, eso que no falte.


ZENOBIA

Tras la explosiva actuación de Débler Eternia, Zenobia tomó rápidamente el relevo para continuar poniendo el broche de oro a esta noche en la capital madrileña.

Abrieron su set con una poderosa intro que capturó de inmediato la atención del público. La primera canción, Sin Perder la Pasión, arrancó con fuerza, aunque con algunos problemas técnicos con la guitarra inalámbrica de Mario, que no quería dejarse transmitir a los altavoces para oírse por el respetable. A pesar de esto, la banda mantuvo la energía y pronto superaron el inconveniente.

Momentos para volverse rebeldes con La Danza del Diablo, canción con la que Zenobia llevó la energía a otro nivel, haciendo que la audiencia coreara cada palabra. Seguido por Una de Piratas, con el cual no puedo ser muy objetivo, ya que es uno de mis favoritos de toda la discografía de la banda, pero que me alegra enormemente que esté incluido es los set-list de los últimos conciertos suyos a los que he ido.

Luego la banda ofreció su particular versión de El Hada y la Luna, que hicieron en especial honor a sus amigos de Saurom para su recopilatorio del 25 aniversario. A la que siguió Cien Dardos manteniendo la intensidad de la noche.

Berceo, agradeció a la productora por el excelente trabajo realizado en los conciertos de la semana previa en Barcelona y este de Madrid. Destacando lo cerca que estuvieron de no poder cumplir con este segundo compromiso. Pero que pudieron solventar gracias a la celeridad para buscar soluciones y una nueva sala. A lo que el público respondió con vítores y gritos de «Zenobia, Zenobia».

Con No me Dejes Caer, bajaron un poco el ritmo, permitiendo un breve respiro. Pero solo un poquito, sin dejar que las pulsaciones decayeran del todo.

El siguiente tema fue El Sueño de un Loco, seguido por un impresionante solo de guitarra de Mario, que dejó a la audiencia boquiabierta.

Jamás continuó ya con la fuerza habitual, y para El Laberinto presentaron a Alba Moreno (Skadi) en su la segunda colaboración especial de la noche. La química en el escenario fue palpable y elevó aún más la actuación, y es que no es la primera vez que Skadi sube al escenario para colaborar junto a Zenobia.

En un momento de improvisación, la banda tocó una balada mientras Berceo intentaba despedirse de Skadi y al mismo tiempo promocionar su último disco acústico. Ernesto, el teclista, rápidamente comenzó a tocar el tema del que en cuestión se refería y finalmente Skadi volvió a coger el micro para acompañarle. Berceo no tuvo más remedio que acabar haciendo lo propio para interpretar un trozo de la balada a dúo, creando un momento íntimo, especial y breve. Pero que nos dejó con ganas de volver a por más.

La siguiente canción también iba a gozar del privilegio de otra invitada más. La gran Elizabeth Amoedo subió al escenario para interpretar Noche de San Juan, una canción del nuevo disco acústico, que a fecha de este concierto aún no estaba disponible en plataformas digitales (aunque si en formato físico en el merchan).

Con Borraré Tu Nombre, la banda puso toda la carne en el asador, desafiando al tiempo y acelerando el ritmo de todos los asistentes.

Para Corazón de Hielo, Rubén Kelsen y Pablo Sabater de Débler Eternia se unieron a Zenobia en el escenario. Bueno, ellos anunciaron a Pablo, pero en realidad quien apareció sobre el escenario fue un oso panda cabezudo armado al hombro con un violín. Sin duda, crear recuerdos y anécdotas que perduren está al alcance de este ser.

El concierto culminó con Lo Llevo en la Sangre, una de las canciones más cañeras del repertorio. Mario se subió a los altavoces del lateral del escenario para tocar la guitarra. No queriendo quedarse atrás, como si de un desafío se tratase, Berceo le miró y no dudo mucho en hacerle el espejo en el lado opuesto. Fue una imagen poderosa que encapsuló la energía y la camaradería para cerrar la noche.

Crónica y fotos por J.ParedesPhoto.

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