CELTIAN + KINNIA
Sala Shoko (Madrid)
12 de Febrero de 2022
La sala Shoko de Madrid se preparaba el pasado sábado para una noche, cuanto menos, celta y festiva.
La noche la abrieron los entregadísimo Kinnia con la sala prácticamente llena. Agrada ver como a pesar de que la mayoría de la gente iba a por Celtian, el público se entrego al máximo con la banda invitada.
Una banda que tocó íntegramente en acústico, con un sonido más suave y relajado, pero no por ello menos frenético y festivo. Tocaron todos los palos, desde temas festivos como The Road o Gambling with the Dwarves, temas más calmados como fue el caso de The Tower, y unos clásicos populares como John Ryans Polka o la piratesca Drunken Sailor. Todas ellas elaboradas con un mimo y una dedicación de 10.
Salvando algunos problemas de sonido que los hubo durante toda la noche, se les escuchó muy bien y compensados. Pablo Merchante me sorprendió gratamente, emepezando en registros graves, pero alcanzando auténticos agudos. Una voz muy potente y un frontman muy echado para adelante. Jezabel, un encanto de violinista. No paró de sonreír durante todo el concierto y no falló ni una nota. Se notaba que estaba disfrutando la noche como la que más.
Jorge y Arturo llevando el compás de la banda, algo menos visibles, pero igual de importantes. Todo un deleite de magia y buena música por parte Kinnia, quienes dejaron el escenario a punto para Celtian.
Con el escenario ya a punto y los adornos discográficos preparados, sonaba La Obertura del Bosque seguida de una de mis favoritas, Nueva Era, que sonó atronadora mientras los diferentes miembros iban saliendo a escena. Me sorprendió el gran sonido desde el principio, todo muy bien ecualizado y compensado. Tras el trallazo inicial y sin parar Magia de Luna entraba en escena, el que fuera el single de su último redondo sonó tremendo en vivo con violín y flauta contagiando la sala de esa aura mágica.
Lágrimas de cera tomaba el relevo de una manera muy heavy, la guitarra de Sergio le ha dado ese toque a Celtian que les hace ser aún más cañeros. Hace un tándem perfecto con Raúl, como ya he comentado en anteriores crónicas.
Pequeño parón para presentaciones y dar las buenas noches que siguió con los míticos “Who oh”, lo que nos indicaba que la siguiente en la lista era Mirada de Fuego, primera de la noche de su anterior disco, que por cierto, todos los temas de En Tierra de Hadas gozaron de unos arreglos exquisitos. Tanto Raúl como Sergio les han dado su propia interpretación y, en mi opinión, todos ellos ganan. Este último incluso con solos propios.
La primera colaboración de la noche llego con El Sueño de Dreide, donde aparecía en escena Ruben Kelsen. Las voces de Rubén y Xana empastan muy bien. Me dejó con mal sabor de boca los constantes fallos de sonido que se dieron. En esta canción por ejemplo Rubén estaba notablemente nervioso porque no se escuchaba, sin embargo es un gran cantante y se lució como él sabe.
Después de Hiedra, que sonó mágica, era el turno de Sendas de Leyenda, una de las que más orquestaciones tiene en el disco, las cuales no se oían nítidas el pasado sábado.
La noche avanzaba a buen ritmo, y era el turno de la instrumental The Hills of clogher. Un toque aún si cabe más celta a la noche, donde pudimos disfrutar de las Irish Treble. Qué bien bailan estas chicas y qué simpáticas son. Tras ellas, el Solsticio de Driade hacía lucirse a Xana, y Tu Hechizo, una de las favoritas del público.
Entraba en escenario la encantadora Jezabel, mientras que Txus cambió el violín por un Buzuki, para tocar Dama Natura. Una de las más folkies de su último disco y que le iba como anillo al dedo a la violinista de Kinnia.
La Musa del Bosque, tema cañero donde los haya, se vio mucho más enriquecido y vivaz que en ocasiones anteriores. Xana estuvo más metalera y rasgada que nunca, dejando a un lado esa voz angelical. Sin duda, si algún tema requiere de la Xana más macarra, es este. El agudo del final seguramente hizo romper más de una copa.
El momento más mágico de la noche llegó con Siempre seré tu estrella, donde Xana, nuevamente brillo como nadie y agradeció a Txus di Fellatio el haber escrito la letra de la canción y la oportunidad de llevar a Celtian como banda invitada a México.
Tras el solo de batería de David llegaron Eala y otra sorpresa de la noche, pues tocaron La hija de las Estrellas de Saurom, que perfectamente podría ser una canción de Celtian.
Para Al Otro lado del Camino llamaron al grandísimo Ángel de Dry River que, en mi opinión, fue la mejor colaboración de toda la noche junto con la que aún estaría por venir de Rosalía de Therion. Si bien es cierto que Ángel estuvo excelente, mi debilidad por Isra es preocupante, y me quedo con las ganas de verle interpretarla en directo.
La recta final venía de la mano de César Pastor, que le dio un brillo mágico con su gaita a Niamh. Una de las más coreadas de toda la noche.
El Hijo del ayer fue sin duda la más coreada, y con la que yo pensaba que iban a dar por terminado el concierto. Tras un falso final comenzó a sonar la melodía de En Tierra de Hadas, y Xana y Rosalía mano a mano se comieron el mundo. La presencia de ambas hizo irnos del concierto con un grandísimo sabor de boca.
La noche fue, como poco, animada, festiva y mágica. La sala gozaba de buena acústica, pero algo pasaba constantemente con el sonido. Por suerte nada demasiado grave. Celtian está en un gran estado de forma y les deseo lo mejor en esta gira. Han ganado mucha consistencia en vivo y los temas de En Tierra de Hadas suenan mucho mejor con los dos nuevos miembros. Sin duda alguna Celtian apuntan alto, y si siguen por este camino llegarán.
Por lo demás, valorar las labores de los colaboradores, quienes dieron su personalidad y toque a las canciones. Y a Kinnia, quienes también se merecen mi mas sincero aplauso por la manera de tocar, transmitir y animar la noche.
Redacción: Andrés Aranguren
Fotografías: Javier Paredes
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