ENTREVISTA a Dema (Talco): “Tocar en una banda puede ser un sueño, pero también la exigencia puede llevarte a la depresión – Mayo 2021

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Es impresionante la cálida acogida que reciben Talco cada vez que se aceran a nuestras tierras. Más incluso que cuando tocan en Italia. Estos venecianos liderados por el carismático Dema son una de las agrupaciones que mejor han lidiado contra la pandemia. Tienen su nuevo disco grabado, Dema ha puesto en marcha a su banda de punk metal Danny Trejo y encima se han marcado un unplugged rutilante: “Locktown”.

Puede que asocies a Talco con fiesta ska y punk, y así son, pero esta vez hay mucha más introspección y muestran una cara mucho más íntima. Y es que a veces el sueño de tener a tu propio grupo y triunfar con él no es un cuento de hadas. Hay momentos duros y Dema los ha vivido hasta el punto de plantearse el dar carpetazo a Talco. Afortunadamente “Bella Ciao”, “La mano de Dios” o “La Danza Dell Atunno Rosa” van a seguir sonando para alegría de todos. Esta misma semana empieza su gira en unplugged bajo el nombre Talco Maskerade. ¡No os la perdáis!

Talco ha vivido tiempos duros y ha habido tentaciones de aparcar el proyecto, pero habéis salido adelante con un disco inesperado como ha sido “LockTown”, un unplugged con canciones nuevas, algún clásico y material que tenías apartado para tocar en solitario. El caso es que nace un proyecto llamado Talco Maskerade. ¿Cómo ha funcionado a nivel de fans y de prensa? ¿Las opiniones han sido buenas?

Bien dicho… precisamente son tentaciones que en el último año se han manifestado en unos pensamientos cada vez más constantes, pero quizás no muy factibles, porque el proyecto Talco, además de ser una pasión, es también el trabajo por el que hemos sacrificado una gran parte de nuestras vidas. Nunca ha sucedido nada extraordinario, no hay peleas, solo mucho cansancio y estrés. Quizás a algunas personas les hará reír el hecho de escuchar que el tocar puede llevarte a un nivel de estrés hasta el punto de llegar a pensar en tomarse un descanso. Eso es debido a que hay una superficialidad total a la hora de considerar esta pasión y este trabajo, y esto lo hemos notado a menudo durante la pandemia: vivir de la música no significa solo subir a un escenario durante una hora y media, también significa prepararse para subir al escenario y trabajar para poder subirse a él, con un esfuerzo continuo y agotador detrás entre bambalinas, y súmale la escritura, composición, ensayos, viajes, unas horas de sueño, el riesgo de no hacerlo, de tener que estar siempre perfecto para la gente y muchas cosas más. Todo influye…

Cada trabajo tiene sus dificultades, incluso lo más agradable conlleva dificultades. Algunos luego te hacen sentir culpables porque “te sientes cansado de hacer lo que amas”, e incluso algunos te envidian, pero me gusta pensar que, para hacer lo que amo, he arriesgado, cuestionado mi vida una y otra vez, un proceso de digestión de un sueño. Tuve la suerte de hacer realidad este sueño, pero en un momento de estrés, y sin arrepentirme de nada, miro hacia atrás y siento que lo que he sacrificado es más de lo que necesito en ese mismo momento: una vida normal, de paz, felicidad, soledad y al mismo tiempo, de agradable sociabilidad.

No me importa que me juzguen cuando digo que sacrifiqué mi vida por Talco, lo haría una y otra vez, pero necesitaba re-equilibrar estos sacrificios recuperando un lado de mi vida que había descuidado.

Por eso escribí canciones acústicas, y por eso viví el confinamiento con gran serenidad: fue un punto de partida para reflexiones sobre mi vida, sobre las personas y sobre la música, que recargaron mi energía, calmaron un estado de ansiedad que había acumulado a lo largo de los años con los Talco. Pero al mismo tiempo me hacía entender que no podía reiniciar en la rutina del mismo viejo frenesí, tenía que dividirme entre esta pasión por el trabajo y un poco de amor propio.

¿Por qué te digo esto? Porque ese es el espíritu con el que nacieron las canciones de Maskerade, junto con la llamada a las armas de David de HFMN, que tuvo la idea de hacer una gira acústica. En este período he dedicado mucho tiempo a la composición, un proyecto de banda sonora y un guion cinematográfico. No sé si va a llegar a llegar a algo importante, no sé si estaré a la altura, pero me gusta pensar que mi presente y mi futuro se pueden realizar en la convivencia de todos los aspectos de mi vida, sin que uno se trague el otro como lo fue en el pasado.

La respuesta del público y la prensa a este proyecto ha sido muy positiva, y debo decir que para mí fue una satisfacción tan grande como inesperada: no quiero fingir humildad, pero realmente no esperaba tal respuesta. Es un disco folk, introspectivo, muy alejado del punk-rock al que estaba acostumbrado nuestro público.

Ha sido muy valiente eso de adaptar todas estas canciones con instrumentos que no suelen ser los habituales. ¿Os ha tomado mucho tiempo eso de adaptaros a los instrumentos y trabajar en los nuevos arreglos?

Creo que todo es cuestión de estar dentro o fuera de una atmósfera. Por las razones contingentes que mencioné antes, ya lo había intentado con canciones sobre este género, tanto en el confinamiento como en los discos anteriores de Talco: muy a menudo en los discos dejamos un interludio folk, que pero me parecía que dejaba respirar al material más punk. Pensamos gracias a estas circunstancias a hacer de ese interludio folkie todo un proyecto paralelo. Por lo tanto, las canciones fueron arregladas de manera muy natural, de hecho, te diré que la elección de las canciones también se debe a la necesidad de hacer natural: la transición del punk al folk. Para algunas por supuesto fue más inmediato, para otras lo pensé un poco más pero siempre en el orden de un proceso espontáneo. Soy un amante del violín y el violonchelo y, habiendo escuchado siempre mucha música folk italiana y americana, siempre he querido tener la oportunidad de ponerlos en un disco, estoy feliz y orgulloso de haber podido hacerlo.

En Italia ha habido siempre la tradición de que cuando un tema funcionaba lo adaptaban al español. Hay casos como los de Laura Pausini o Eros Ramazzoti que prefiero no recordar, pero… ¿Te ves cantando alguna canción en castellano? Tu español es casi perfecto… 😉

Lo intenté, pero con muy pobres los resultados. A excepción de “La Mano De Dios”, por supuesto, que la siento natural después de todos estos años. Me gusta mucho la musicalidad del castellano, pero me siento más cómodo cuando canto en mi idioma. Durante «And The Winner Isn’t» grabamos un EP de canciones traducidas al español y al inglés: era muy incómodo eso de cantar en otro idioma, y estoy seguro de que el resultado no fue satisfactorio del todo.

Parece que en España la cosa os funciona realmente bien y que Madrid y Barcelona son plazas fuertes, incluso os funciona mejor que en algunas partes de Italia. ¿Cuál es el secreto de Talco, pues cantando en italiano tenéis tanto éxito aquí?

Cantar en mi idioma hace que sea menos difícil escribir sin caer en eslóganes, al menos eso intento, a veces sale mejor, otras peor, pero las ganas de hacerlo son lo más importante para mí. Para intentar identificarme con el público, siempre pienso en mí cuando voy a los conciertos. Cuando no me sé de memoria la letra de una canción que no está en mi idioma, trato de cantar la melodía acercándome a ella con sonidos de palabras similares, casi onomatopéyicos. Traté de aplicar esta idea en las canciones de Talco, tratando de identificarme con lo que la gente pudiera entender y al mismo tiempo estudiando lo que considero hits válidos para mi forma de ver la música. Para ponerte un ejemplo, y excluyendo las letras de Iron Maiden, que es mi banda favorita, e inevitablemente, incluso si hago un género diferente, recurro a él: el principal punto de referencia al escribir para Talco han sido Offspring. Dexter Holland para mí es un punto de referencia total a la hora de escribir una melodía: simple, eficaz y con un estilo personal. Los detractores dirán: pero las canciones son todas iguales, de la misma forma que los fans de Offspring se quejan al primer cambio. Me gusta pensar que soy uno de los primeros, aunque me guste experimentar y me encanta hacer lo que quiero.

Sé que el nuevo disco de Talco está en ciernes. ¿Qué nos puedes contar? ¿Va a ser similar a lo que lleváis haciendo en las últimas entregas?

«Videogame» se grabó y mezcló en febrero de 2020, en medio de la pandemia y parecía algo difícil sacarlo. Era importante sacarlo en unas buenas condiciones. Preferimos reservarlo para cuando volviésemos a la normalidad, para que poder presentarlo de gira y sin restricciones. Es un disco de punk-rock, muy influenciado por el punk californiano, un disco muy introspectivo, aunque se mantenga siempre ese lado más comprometido. El proyecto Talco Maskerade nació también gracias a «Videogame». Talco están orientando cada vez más los sonidos hacia el punk-rock, imposibilitando la convivencia con el folk. Así que decidimos crear dos proyectos paralelos, uno más punk y otro más folk.

De verdad espero que les guste el nuevo disco, personalmente estoy muy orgulloso de él, no solo porque habla mucho de mí, sino porque recuerdo muy bien cuando lo escribí: estaba en pleno verano de gira «And The Winner Isn’t», y en dos o tres semanas tuve algunas ideas que me mantuvieron sentado frente a Protools, grabando y estructurando 13 canciones. Todo fue muy espontáneo y estaba muy emocionado. Aún lo estoy, y esto es algo nuevo para mí: escribiendo las canciones de Talco en solitario siempre soy muy crítico conmigo mismo y, un año después, pienso en lo que podría haber hecho mejor… Casi con sentimientos de culpabilidad. En el caso de «Videogame» sigo muy satisfecho con el producto.

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