Y&T
Razzmatazz 2 – Barcelona
26 de septiembre de 2019
Hay artistas que, simplemente, llegan al corazón. Hay gente que no tan solo posee profundos conocimientos de teoría musical y virtuosismo en un determinado instrumento, sino que también es capaz de expresar mediante ello sentimientos de una forma cien por cien sincera y directa. Logran que el instrumento hable por sí solo y que no haya prácticamente necesidad de transmitir estas sensaciones en forma de letra. El pasado jueves 26 de septiembre tuvimos en Barcelona un artista de esta índole: el señor Dave Meniketti, al frente de los legendarios Y&T.
En los exteriores de la sala Razzmatazz 2, minutos antes del concierto, se palpaba el ambiente de las grandes noches: Y&T cuentan con una ingente cantidad de seguidores en España, labrada gracias a la no despreciable cantidad de veces que han pisado suelo español durante la última década, y el público barcelonés respondió tal y como la ocasión reclamaba. Quizás también ayudó el hecho de que se cayeran el año pasado de la gira con Saxon, lo cual dejó con ganas a mucha gente.
Alrededor de 700 personas hicieron que la sala presentara un formidable aspecto para recibir a la banda americana, la cual venía celebrando sus nada más ni nada menos que 45 años de carrera. Era previsible, entonces, que realizaran un repertorio especial repasando su trayectoria de arriba a abajo, pero lo que vimos acabó superando toda expectativa.
Y&T salieron directamente a tumbarlo todo desde el primer segundo de su actuación. En un fulgurante inicio ya pusieron patas arriba el lugar con Hurricane, Lonely side of town, la enorme Don’t stop running y Black tiger, dejando claro de primeras que iba a ser su noche.
Si bien los californianos son reconocidos por sus enérgicos shows, había en ellos un punto de chispa que ya se dejaba vislumbrar y que nos indicaba que esa noche estaban en un estado más pletórico de lo habitual. En ningún momento cesaba el movimiento encima del escenario, John Nymann y Aaron Leigh iban de un lado a otro y acompañaban de forma inmejorable el recital del alma del grupo, Dave Maniketti.
Como he mencionado anteriormente, lo de este hombre es para darle de comer aparte. Rápidamente se hizo el amo y señor del concierto y tuvo su primer momento destacado en los chocantes solos de Come in from the rain, única canción que rescataron de su álbum Ten de 1990. Mantener la voz conservada casi al completo tres décadas después de su época dorada ya es digno de elogio, pero a la guitarra demuestra, sin complejos, lo criminalmente infravalorado que está.
En un constante goteo de clásicos sonaron la imprescindible Meanstreak y la solemne Midnight in Tokyo, cuya melodía de guitarras gemelas fue coreada por todo bicho viviente que hubiese en la sala, despertando los primeros olés de un público entregado y rendido a la calidad de Meniketti y compañía. Me atrevería a decir que nunca había visto al público gritar los olés tan fuerte como en esa ocasión, claro síntoma de que el paso de Y&T por Barcelona transcurría como un auténtico paseo triunfal. Face like an angel, raramente tocada en directo, fue también enormemente recibida.
Después de volver a los grandes clásicos con Earthshaker, los californianos nos sorprendieron con la menos esperada Struck down, canción perteneciente a su primer álbum de 1976, cuando todavía se llamaban oficialmente “Yesterday & Today”. Lo que vendría después se nos quedaría marcado en el corazón para siempre: Dave volvió a ensalzarse en la enormemente emotiva interpretación de la balada I believe in you, cuyos solos de guitarra lograron alcanzar unos niveles de emotividad que realmente dudo haber visto en cualquier otro guitarrista. Dave sentía y se estremecía con cada nota, como lo hacía también el público al completo, rindiéndose al mismo tiempo ante la imparable demostración de calidad y solemnidad que ocurría ante sus ojos. En mi opinión (y creo que en la de muchos) fue el momento más álgido de la noche. Lástima que no se la reservaran para los instantes finales, ya que hubiese sido arrollador finiquitar el concierto de esta forma.
Pasado el vendaval de emociones, Y&T volvían a mostrarse directos con Hang ‘em high, y pronto se disponían a encarar un tramo final repleto de grandes hits. Si bien, es imposible resumir una carrera de 45 años en apenas dos horas sin que muchos grandes temas se queden en el tintero, como fue el caso de Lipstick and leather o Don’t be afraid of the dark, sí que tuvimos ocasión de celebrar enérgicamente Contagious, Summertime girls, Rescue me y la más reciente I’m coming home, la cual no desentonaba un ápice respecto a los viejo éxitos de la banda.
Llegó el bis, en el cual el público manifestó sus ganas de más y en el que Y&T les correspondió con los últimos dos momentos mágicos de la noche: Sail on by, balada en la que Meniketti volvió a sacar la varita para exprimirla al máximo tanto a la voz como a la guitarra, y un último instante culminante con la esperadísima Forever, desatando una auténtica locura entre los asistentes y poniendo así el broche de oro a una noche para enmarcar.
Mi humilde narración de lo acontecido con Y&T el pasado jueves no podía sino convertirse en una compilación de elogios ante la apabullante lección de calidad y de clase que nos brindaron. Fue su noche. Llevaron su música al punto más álgido de perfección durante cerca de 2 horas que si hicieron cortas.
No me cabe duda de que el público barcelonés que se acercó al Razzmatazz 2 guardará este concierto en su memoria como una de las mejores noches de hard rock de los últimos años.
Crónica: Marc Paradell
Fotos: Marc Paradell y Nathan Jodar
