ACCEPT – Symphonic Terror – Live at Wacken
NUCLEAR BLAST
8.5/10
Wacken sigue siendo Wacken y cada año intentan hacer algo especial que vaya más allá de lo previsible. El año 2017 Accept reinaron por todo lo alto como ya pasó en 2005. En esa ocasión hubo una reunión, con UDO incluido. Esta vez había que hacer algo importante y diferente, y ya con el señor Wolf Hoffmnan con las manos en las riendas de la nave, se marcó un show muy especial para la banda teutona, y fue el guitarrista alemán el protagonista total del evento. Hoffmann había editado en 2016 el discoHeadbangers Journey, destilando todo su amor por la música clásica combinándola con el estilo del que es maestro de maestros: el heavy metal. Esa noche, en Wacken, tuvo la oportunidad de cumplir su sueño uniendo a su banda (creo que ya podemos decir, más que nunca, que Accept es “su banda”) con una orquesta en el mayor festival de heavy metal del planeta.
Accept brilla con un doble directo orquestal en Wacken
No he podido ver el material en DVD pero en lo musical, el audio, es sencillamente brillante y espectacular. He podido ver a la banda sobre el escenario de Wacken y es todo un espectáculo, pero posiblemente, el show que nos ocupa ha sido uno de los más especiales de toda su carrera, sino el que más. El balance de la orquesta con el grupo es casi perfecto, las orquestaciones encajan y reflejan un trabajo profesional y concienzudo, y hay momentos en los que se pueden escuchar los fogonazos de la pirotecnia y los petardos, perfectamente a tiempo. El grupo ha dividido en tres actos el material.
La primera son cuatro temas de su nueva etapa, más la histórica “Restless and Wild”, para recordarnos de que estamos ante una banda clásica con himnos totémicos. Pero la grandeza, es que el grupo se atrevió a presentar dos canciones de su entonces inminente nuevo disco. “Die by the Sword” y “Koolaid” gustan y convencen a la primera, demostrando que lo que ha conseguido Accept, renaciendo en esta última década, es algo inaudito. Mike Tornillo está a un nivel divino y el grupo acompaña en temas tan brillantes como “Pandemic” o “Final Journey”. Repito, son canciones de esta última década, y son capaces de mirar de tú a tú a los clásicos de toda la vida, cantadas por un cantante que no es considerado el “cantante de la banda”. Posiblemente estemos ante un hecho único si lo miramos fríamente.
Una obra dividida en tres actos: Accept, música clásica “metálica” y Accept con orquesta
Luego Hoffmann toma el centro de la escena con banda y toda la orquesta para atacar algunas de las canciones más bonitas de su disco en solitario. Estamos hablando de obras maestras de Beethoven, Mussorgsky o Mozart. El audio permite incluso oír a la gente acompañando con las palmas y los fogonazos en el “Night on Bald Mountain”. “Scherzo” ha sido también utilizada por la Trans-Siberian Orchestra. Magia con Prokofieven “Romeo and Juliet”. Quizá en “Pathetique” de Beethoven (otra a la que dieron vida la orquesta trans-siberiana) la guitarra de Wolf lo domina todo en demasía. Vivaldi y Mozart completan el set orquestal en el que sobresale excesivamente la batería de Christopher Williams.
Wolf Hoffmann ya lleva el mando solo en la era Tornillo
Pero el cénit se alcanza cuando banda y orquesta van al unísono hacia los clásicos de toda la vida. Sorprende que una bala como “Fast As a Shark” funcione tan bien con orquesta. La verdad es que el material orquesta,l en los arreglos, ha quedado espectacular. “Balls to the Wall” como gran final o el interludio clásico de “Metal Heart” son los grandes momentos del disco, pero no hay que olvidar ese nuevo clásico que es “Teutonic Terror”, uno de los mejores singles de heavy metal de la última década. Nada tiene que envidiarle esta composición a la excelencia de los 80. Pero cuidadito, cuando el grupo se acerca al nuevo material como “Stalingrad”, la cosa también funciona. Mención aparte merece la antológica “Princess of the Dawn”, ya ves el poso clásico de la misma y oyes al público corearla. Pero en el caso de “Dark Side of My Heart”, por ejemplo, la orquesta queda algo tapada por el peso de la banda.
Hay muchos discos orquestales allí afuera, de hecho, parece que cada banda que se precie deba pasar por el unplugged, el doble directo, el recopilatorio y el disco orquestado. Accept lo han hecho a lo grande, y en directo; en la Meca del metal. Este disco puede que sea más Hoffmann que Accept también, pero hay que quitarse el sombrero y morir de envidia de no haber estado allí. El balance entre orquesta y instrumentos metal casa a la perfección y la composición de los arreglos para los temas del grupo es brillante. Por otro lado, el plus, lo ponen los temas clásicos revisitados en clave heavy metal. La era Tornillo sigue convenciendo…
