POWERWOLF – THE SACRAMENT OF SIN
NUCLEAR BLAST
9/10
La verdad es que llevo ya unas cuantas escuchas de este disco y cada vez que lo escucho descubro alguna cosa diferente que hace que me guste más. Podríamos decir que el disco tiene dos partes bastante diferentes. El disco está compuesto por 21 temas en total; los 11 primeros temas son los que forman el nuevo trabajo y las 10 canciones restantes son colaboraciones de grupos que han interpretado y adaptado diferentes temas de Powerwolf a su estilo, encontramos 10 grupos diferentes en estas colaboraciones que han sido: Epica, Saltatio Mortis, Caliban, Battle Beast, Heaven Shall Burn, Kadavar, Kissin’ Dynamite, Mille Petrozza y Marc Görtz (Kreator, Kaliban), Amaranthe y Eluveitie.
Comencemos con los temas propios de Powerwolf que forman este nuevo disco. El trabajo abre con el tema “Fire and Forgive”, una introducción muy majestuosa típica de bandas sonoras de películas como Braveheart que da paso a unas guitarras y melodías muy pegadizas y a una letra muy en la línea de Powerwolf. Esta línea de solemnidad se vuelve a retomar durante el estribillo y perdura durante toda la canción, un recurso al que Powerwolf recurre muy a menudo, y que les queda estupendamente.
El siguiente corte del disco fue el elegido como single de este nuevo trabajo y del que también se publicó un videoclip “Demons are a Girl’s Best Friend”. Inicio con un toque de campanas y con una melodía muy fácil de seguir, coros durante el estribillo y acompañamiento de teclados. Una buena elección para el single.
En contraposición a muchas opiniones que he podido tantear de compañeros, para mí este disco no es un disco “que tiene todas las canciones iguales”. Y como ejemplo pondré el tercer tema del disco “Killers with the Cross”. Para mí uno de los imprescindibles del disco, en el que se da protagonismo a la voz de Attila y apuestan por un estilo más hard rockero sin perder la esencia powermetalera que indudablemente les representa.
Toques de folk y un estribillo muy pegadizo encontraremos en su cuarto tema “Incense and Iron”. Otro de los temas que me ha sorprendido y que se aleja de lo que Powerwolf nos pueda tener acostumbrados, es este quinto, “Where the Wild Wolves Have Gone” donde apuestan por el formato acústico y la balada, retomando algo de eléctrico en el estribillo.
“Stossgebet” se presenta como una canción al más estilo eclesiástico, no podía ser menos teniendo ese título, que rompe la atmósfera al llegar al estribillo como si de dos mundos diferentes se tratara.
“Nightside of Siberia” no me ha llegado a cautivar y no me ha llegado a transmitir todo lo que podría. Le daré más oportunidades.
Sin embargo, los dos siguientes cortes “The Sacrament of Sin” y “Venom of Venus” me han devuelto a la esencia de Powerwolf de otros discos como Bible of the Beast o Blood of the Saints. ¡Esto sí es Powerwolf es estado puro y duro!
Los dos últimos temas que cierran la primera parte del disco, o al menos la propia de los propios Powerwolf son “Nighttime Rebel” y “Fist by Fist – Sacralize or Strike”. De la primera a destacar el estribillo y el solo de guitarra que después acompañan a canon, ¡sublime! Del último corte, -¡cómo le gustan las calaveras a Powerwolf!- han conseguido darle el toque de ser tema que cierre el álbum y así se siente a lo largo de su escucha.
En general un muy buen disco a la altura que Powerwolf nos tienen acostumbrados, habrá opiniones de todos los gustos -como para todo- pero sin duda es un gran disco.
Por lo que respecta a la segunda parte del disco, las colaboraciones, no me extenderé tanto ya que creo que son unos temas dignos de escuchar. Se han versionado temas como “Sacred and Wild”, “We drink your blood”, “Resurrection by erection”, “Amen and Attack”, “Army of the Night”…
Grupos que pueden estár más cercanos al estilo de Powerwolf, por ende, se han quedado más cerca de hacer una versión similar a la original (como es el ejemplo de Battle Beast). Y esto no es ni bueno ni malo, simplemente es el encuadre que el grupo le ha dado.
Otros grupos más lejanos al puro power Powerwolf han llevado a su terreno los temas de Powerwolf y el resultado es espectacular. Admito que tengo preferencia por las versiones de Saltatio Mortis, Caliban, Heaven Shall Burn y Kadavar. Especialmente Kadavar. Pero insisto, ninguno, NINGUNO, desmerece la escucha.