Los Guardians del Pont (LGP), banda formada por los ex miembros de la mítica banda Sangtraït Quim Mandado y Martín Rodríguez junto con el guitarrista Joan Cardoner, nos concedieron una entrevista antes de su concierto en las fiestas mayores de Molins de Rei (Barcelona). Una entrevista que fue muy distendida y en la cual los miembros del grupo mostraron su gran sentido del humor y amabilidad.
Antes de empezar, me gustaría felicitaros por vuestro nuevo trabajo, me ha parecido un muy buen disco.
Todos: ¡Gracias!
Para empezar me gustaría preguntaros qué música escuchabais de jóvenes y qué grupos os influyeron más.
Martín: Yo empecé con la música escuchando a Deep Purple, Led Zeppelin, Black Sabbath, etc. Me metí de golpe en el género, a partir de allí ya me ha costado salir más. Todas estas bandas me influyeron, pero sobretodo Led Zeppelin. Empecé a escuchar cosas que me gustaban y a intentar seguirlas, aprenderlas, irlas copiando para aprender… Al final lo he conseguido más o menos (bromeando).
Quim: Yo escucho de todo. Música clásica, heavy, blues, me gusta prácticamente todo. Si que últimamente estoy escuchando mucho metal nórdico.
Joan: Sí, esto se nota en el nuevo disco… Yo empecé con Rush, me fliparon como trabajaban. A partir de allí fui encaminándome hacia el metal. A parte de Rush, también King Crimson, Yes… todo lo progresivo.
Durante los años 80 hubo un gran conjunto de grupos que cantaba heavy metal en español (Barón Rojo, Obús, Muro…), pero muy pocos lo hacían en catalán. Tuvisteis dificultades en este aspecto cuando empezasteis con Sangtraït?
Q: Yo diría que tenemos más problemas ahora que antes (entre risas). Quizás porque coincidimos en una época en la que una serie de grupos empezaron a cantar en catalán, e incluso los medios de comunicación estaban más abiertos a hablar de este tipo de música por el hecho de ser cantada en catalán. Ahora si haces heavy metal es como si estás en otra órbita. A veces lo comentamos, está muy bien que ahora los grupos toquen este estilo de fusión popera, muy bailable y festiva, pero vamos, no es rock.
M: No nos aporta lo que necesitamos.
Q: Claro, entonces echamos de menos el heavy, también tiene que estar. Seguro que no somos los únicos que cantamos heavy en catalán.
Fundasteis LGP casi 10 años después de la separación de Sangtraït. ¿Cómo surgió todo?
Q: Esto se lo tendrás que preguntar a estos dos, porque a mí me llamaron una semana antes de empezar a grabar…
M: La culpa la tuve yo, la asumo toda. Sangtraït se había acabado, y con Joan habíamos hablado de hacer alguna cosa. Le dije “Joan, vamos a dar una vuelta con un camión que tengo por allí”, y una vez en el camión me comentó “porque no vienes a mi casa y te enseño el estudio, que todavía no te lo he podido mostrar?”. En el camino, vimos un par de perros que estaban uno a cada lado de la carretera y le dije “mira, los guardianes del puente”. Pensamos que sería un buen nombre para un grupo. “Hacemos un grupo?” le dije, y me respondió “vale, guay” (risas). Teníamos a otro chico en el bajo, pero no terminó de funcionar y dejó la banda, así que “Quim, ven para aquí”. Lo que pasa es que el pobre Quim vino para ir al estudio el día siguiente.
J: Fue así, a Quim le dijeron “venga, tira para Barcelona”.
M: Nos dijo que vale, pero que no quería cantar. Le dijimos que no se preocupara, que cantaba Joan.
Q: Sí, como siempre, me engañaron.
M: El primer disco, Rockferatu, es en castellano porque es un disco que Joan ya tenía preparado para sacar por su cuenta.
Q: Debemos estar muy agradecidos, ya que el primer disco de LGP es en realidad un disco de Cardoner (risas).
M: Le transformamos un poco sus ideas… Y bueno, Quim las pasó putas porque no tenía ni idea de nada.
J: Y para el segundo disco me llevé a Quim a un bar de Espolla, en el Empordà (ya estoy haciendo propaganda), y le dije que tendría que cantar él. No se mostró seguro, pero al final resultó: Sancta sanctorum y Camí d’hiperbòria.
M: Joan y yo somos muy malos ¿sabes? Porque murmurábamos “oye, Quim no quiere cantar, pero el tío hace los coros. Si hace los coros, pues que cante”.
Me gustaría preguntaros por vuestra vida fuera de los escenarios. ¿Os dedicáis exclusivamente a la música o tenéis otras ocupaciones?
Q: Yo hago clases de música en la Escuela de Música de la Jonquera y dirijo dos corales.
M: Yo llevo camiones.
J: Yo tengo un estudio de grabación, y cuando no tengo faena regreso a mi antiguo oficio, que es carpintero. Por suerte los tres podemos hacer lo que nos apetezca y lo podemos combinar con otras cosas si queremos.
¿Cuál sería para vosotros el mejor trabajo que habéis realizado en vuestras carreras?
Q: Yo, de entre todos, me quedo con este último, Camí d’hiperbòria.
J: Yo también me quedo con éste y con Sancta sanctorum. Pero debo decir que Rockferatu, si hubiésemos tenido claro el sonido que tenemos ahora (guitarras con diferentes afinaciones, un sonido más oscuro…), también sería un gran disco.
M: Yo me quedo con Camí d’hiperbòria y con Els senyors de les pedres. Entonces, también hay canciones de otros discos que me gustan mucho.
Q: Si miramos lejos, también el Contes i llegendes era un gran disco.
J: Mirando a lo lejos, también añadiría el primer disco de Terratrèmol. Era una mezcla de heavy metal y rock progresivo. El Contes i llegendes me sorprendió mucho en su día, tenía una gran producción y buenas canciones.
M: La pregunta es jodida, porque yo he grabado 23 discos. Este señor (Quim) ha grabado 18 más o menos, Joan otros tantos… Pero de entre todos me quedo con los dos que te he nombrado.
Recuerdo que el año pasado os fui a ver en uno de los conciertos de Simfonia de les Pedres i el Vent, en los cuales tocabais con la Orquestra de Cambra de l’Empordà. Imagino que unas actuaciones de este tipo deben llevar mucho trabajo detrás…
J: La madre que me parió 200 veces… ¡No nos lo recuerdes! (Entre risas).
M: Sí, bastante faena. Tenías que romperte mucho la cabeza para hacerlo lo mejor posible. Como era con orquestra y director debías estudiarlos un poco, para ver qué hacían en cada momento… Pero valió la pena, fue una buena experiencia.
Q: Yo creo que fue muy divertido para nosotros, y también para la gente de la orquestra.
J: Fue de puta madre, nos gustó muchísimo.
¿Habéis pensado en inmortalizarlo de alguna manera? Con un CD o DVD en directo, por ejemplo.
J: Buena pregunta, que contesten ellos (risas).
Q: Esto en principio no se hará, porque hay quien se opone por temas de “derechos morales”. Como supone una alteración de obra…
M: No está del todo descartado, pero será muy complicado y difícil.
Cuando hay derechos de canciones implicados imagino que la cosa se pone difícil…
Q: No sólo por los derechos de las canciones, ya que estos ya se cobran y ya están repartidos. Pero hay gente a quien le tocó mucho las narices que fuéramos nosotros quienes lo hiciéramos, que las canciones estuvieran arregladas y sonaran de putísima madre, y que ellos no estaban. Además salió el nombre de Sangtraït, del cual tienen los derechos, y ya estábamos otra vez con lo mismo.
¿Creéis que entre la gente hay ganas de ver algún día a Sangtraït reunidos, más allá de que esto sea posible?
Q: Es algo normal que la gente a quien le gustaba Sangtraït lo pida. Sangtraït se terminó en su momento y quedó como tenía que quedar. Para qué reunirnos si ya tenemos un grupo con el que nos lo estamos pasando de putísima madre, y que también tocamos algunas canciones de Sangtraït a nuestra manera. Reunirlos… había ya algunos malos rollos.
J: Yo no estaba en Sangtraït, pero ya te digo que no se volverán a reunir.
Q: Pero igualmente es normal que la gente lo pida. Hay muchos grupos que se reúnen para hacer un par de conciertos, luego sacan un disco y vuelven una temporada…
Hace escasos meses que sacasteis el nuevo álbum Camí d’hiperbòria. ¿Cómo están siendo las críticas?
J: Hasta el día de hoy, buenas y muy buenas. Incluso la prensa madrileña nos ha dejado de muerte, no sé si será porque Sherpa canta en una de las canciones… (risas).
Lo he ido escuchando durante los últimos días y me parece un álbum que recoge toques y matices de diferentes estilos de metal, y siguiendo la temática general de Sangtraït.
Q: Las letras las escribo yo. Tocamos algunos temas históricos, aunque pocos, y la tendencia es hablar cada vez más de sentimientos. Y allí es cuando te rodeas de pequeñas trampas, para ir creando un ambiente
Una cosa que me ha llamado la atención es el tema introductorio, que relata una especie de hilo conductor entre vuestros tres álbumes, pese a no ser conceptuales. ¿De dónde ha salido la idea?
J: Hacemos las intros para utilizarlas en directo, es la verdad, y algunas veces no las ponemos porque nos dejamos el pen-drive en casa, como hoy (risas). Como en el primer disco creamos un personaje (Rockferatu) al cual dedicamos una canción en el segundo disco, pues nos acabamos de montar la película de que el personaje va a Hiperbòria y encuentra la medusa, y la mata o la resucita, ya ni lo sé… (risas).
Q: Es sencillo, nosotros somos como somos y no pensamos más allá. Cuando componemos, componemos, entonces viene el poner nombre al disco. Salió la idea de Rockferatu, y en el segundo disco le dedicamos una canción… Y al tercero ¿Qué hacemos? Pues mira, Rockferatu se va a Hiperbòria.
J: En cada disco salen pinceladas del anterior, pero no son conceptuales.
Q: Ahora ya es un juego, no hemos pensado en el siguiente, pero algo tendrá que ver.
¿Os gusta la escena actual del metal y las nuevas bandas que están surgiendo?
Q: Casi dan miedo por el nivel que tienen, la juventud sube fuerte.
M: Tienen un nivel muy alto. Ahora tienen más posibilidades de estudiar y pasarse horas y días con una guitarra o una batería, y te salen chavales de veinte años que tocan de la ostia. Nosotros lo hacíamos como podíamos, después de trabajar… Era muy diferente.
J: También tienen un material para trabajar… El nuestro daba pena.
Q: Piensa que nosotros íbamos con un casete que ya ni sonaba de las veces que lo habíamos puesto y rebobinado, que se enganchaba y se rompía y que no se entendía nada. Claro, ahora todos los chavales, quien más quien menos, van a escuelas de música y conservatorios y tienen un nivel técnico y de conocimientos elevado.
M: Y fuera de este país todavía más. Un niño le dice al padre “papá, quiero ser músico”, y el padre hace todo lo que puede por ello. Aquí le dirían “¿músico? Vete a trabajar que hace falta dinero”. Hay muchas cosas que influyen…
¿Qué bandas actuales os gustan más, para poner ejemplos?
Q: Como te he dicho, escucho muchos grupos nórdicos, como Nightwish o Jorn Lande. Después también estos inventos que hacen rollo Avantasia, que tienen su punto, son como óperas. Hay cada cantante… Y los instrumentos ni te digo.
¿Nos podríais decir algo sobre el repertorio de hoy?
Q: Gran parte del repertorio será nuestro nuevo álbum, sobre el 50-60%. También incluiremos canciones del Sancta Sanctorum y alguna cosa de Sangtraït.
J: Llevamos casi ocho o nueve años como banda. Al principio no se habló sobre el tocar o no temas de Sangtraït. Teníamos el Rockferatu y tirábamos de él. Evidentemente, a la que llevábamos diez o doce bolos y la gente nos empezaba a conocer, reclamaban que Quim cantara temas de Sangtraït. De esta manera los fuimos introduciendo, pero sobre todo después de lo de Simfonia de les Pedres i el Vent me los tuve que ir aprendiendo. Ahora llevamos un setlist con algún tema de Sangtraït, pero si nos piden un bis quizás hacemos una de Sangtraït o alguna de LGP. No lo decimos, si uno de nosotros empieza con una canción le seguimos. Nunca sabes lo que pasará en cada concierto, aun que llevemos el mismo setlist. Cuando nos preguntan por el repertorio y sobre si hay sorpresas, siempre respondo “ni puñetera idea”.
M: Por ejemplo, dependiendo del tiempo quizás consideramos el quitar el solo de batería, pero si mientras estoy tocando me entra la vena, estos ya pueden irse (risas).
J: Y a lo mejor después de esto te sale con el riff de Els senyors de les pedres. Y tú piensas “ah, pues habrá que tocarla”. Pero nunca lo tenemos pensado. ¿Por qué piensas que llevo tantas guitarras en el escenario? Tantas canciones diferentes con afinaciones diferentes, nunca se sabe. A veces no sé ni por qué hacemos setlist.
M: El problema es que sales al escenario para tocar veinte o veintiún temas, pero tienes que ensayar sesenta.
Q: No, sesenta no. Si son sesenta que los cante Joan (risas).
J: Fue sorprendente el cambio de cantar yo a cantar Quim. Vocalmente no se puede comparar. Supuso una relajación de presión, de la cual tenemos mucha porque ellos dos son quienes son. Cada concierto debe sonar casi perfecto. Sí que yo me puse las pilas en su día con algunos éxitos de Sangtraït aunque no me lo pidieran, porque pensé que algún día caerían. Y no sólo cayeron algunos, sino que cayó la Simfonia de les pedres i el vent, y teniendo en cuenta que para hacerla se hicieron nuevos arreglos para orquestra. Por eso le damos tanta vuelta a los temas. Un día un tema de Sangtraït suena casi como el original, pero otro suena más como LGP, más pesado. Cuando un tema es bueno, lo es lo toques como lo toques.
Muchísimas gracias por la entrevista, de parte mía y del equipo de Maxmetal.