Según un comunicado emitido por Vicky Cornell, viuda de Chris Cornell, dice que las pastillas que tomaba contra la ansiedad pudieron jugar un papel determinante en el suicidio del genial vocalista.
Tras calificar de «inexplicable» el suicidio, ha añadido que
«Yo sé que amaba a nuestros hijos y que nunca se hubiera quitado la vida conscientemente por el daño que les haría»
“Cuando hablamos después del concierto noté que balbuceaba. Estaba diferente. Me dijo que tal vez se había tomado un Ativan o dos de más”
Chris Cornell, tras años de problemas de adicción y depresión, tomaba el fármaco Ativan, un medicamento contra la ansiedad y el insomnio que, según su abogado Pasich, puede llegar a tener como efectos secundarios “pensamientos paranoides o suicidas, balbuceo y alteración del juicio”.
Vicky Cornell mencionó que no notó nada raro en los días previos al trágico desenlace, el domingo voló a casa para celebrar el día de la Madre, y el miércoles salió de nuevo hacia Detroit para el concierto. Antes del concierto habló con su mujer sobre planes para las vacaciones.
USA TODAY ha publicado en una crónica del concierto, que evidentemente algo iba mal, y ha destacado una frase que dijo Cornell que hoy suena lapidaria, «Lo siento por la próxima ciudad»