ASKING ALEXANDRIA + THE WORLD ALIVE + SILENT SCREAMS
MADRID – 6 MARZO 2017
SALA BUT
Año y medio después de su última visita por la capital, los ingleses Asking Alexandria volvían a España y al igual que en la anterior ocasión, con un reciente cambio de vocalista. Tras la espantada de Denis, fue el viejo cantante el que cogió las riendas del micro, con lo que había ganas de ver esta versión 2.0 de Asking Alexandria con Danny Worsnop.
Antes de ellos, dos bandas de un estilo similar fueron las encargadas de calentar el ambiente, abrieron los también ingleses Silent Screams, ofreciendo un concierto cortito en el que tampoco hay excesivamente mucho que destacar. Correctos para pasar el rato, pero desde luego no fue una de esas bandas que dejan poso.
Por su parte, The World Alive ofreció un show un poco más largo, unos 40 minutos, y al igual que con sus predecesores, no hubo nada especialmente destacable.
Sonaron,»Dragon Spell», «2012», «Made This Way», y «Misery», temas con los que Los de Arizona se mostraron correctos, cercanos con el público y derrochando buenas dosis de intensidad, Zack Hansen se desenvolvió bien a la guitarra pese a su brazo escayolado, y Telle Smith bajó al público para cantar un tema entre la multitud.
¿El problema?, Las canciones no son especialmente brillantes y ninguna logró una conexión especial, ni las anteriores, ni «Entirety», «Life Cycles», «Overdose» o «Trapped» con las que cerraron.
ASKING ALEXANDRIA
Tras el buen recuerdo que dejó su última visita, había muchas ganas de ver de nuevo a la banda, de hecho la vuelta de Danny Wornshop a las voces hacía esta actuación a priori mucho más interesante, no solo podríamos disfrutar de la calidez de su voz, si no que además escucharíamos los temas míticos en su versión más original…
Lamentablemente nada de esto ocurrió, fue un concierto decepcionante donde su nivel dejó bastante que desear, el comienzo con «Welcome», «Dear Insanity» y «To the stage» no estuvo del todo mal, las voces guturales sonaban bien, el problema es que cuando pasaba a las zonas limpias, la voz era del todo irreconocible, o no se escuchaba o se perdía… y eso deslucía mucho la actuación.
El resto del sonido, bien en líneas generales, pero el problema de las voces repercutía demasiado negativamente en el concepto global. Tras estos tres primeros temas, sorprendieron con un solo de batería del todo innecesario, y fue el primero de una larga lista de despropósitos con los que demostraron su poca profesionalidad.
«Someone, somewhere», «Run Free», «The Death of Me» fueron las siguientes en sonar, con largas esperas entre tema tema, ya que o intercalaban largos discursos irracionales, o bromas privadas entre ellos que nadie entendía (risitas estúpidas incluidas), que eso sí, parecía que no irritaban a una gran mayoría de fans entregados.
Como viene siendo habitual, público peculiar donde se mezclan muchos adolescentes, bastantes menores, y unos cuantos padres acompañantes sufridores…. «Movin On», uno de sus grandes hits, fue recibido efusivamente, pero como con el resto de temas, sonó mal, la voz era irreconocible y nos dejó con las ganas.
«The Road», «A prophecy» y «Not the american average» siguieron con el mismo patrón, aumentando la admiración de una gran mayoría que no parecía tener mucho espíritu crítico y la irritación de unos pocos que se incrementó cuando iniciaron la retirada con menos de una hora de concierto, por no hablar que también jodió un estribillo imitando a Justin Bieber.
Para los bises, «The final episode», con un público que coreaba mayoritariamente a ritmo de las luces de «oh my god» y «A single moment of sincerity» con el que se retiraron, peineta de Danny incluida.
Mal concierto, corto, con mal sonido, y con una actitud alejada de todo profesionalismo. Todo lo bueno que consiguieron en el anterior concierto, lo perdieron con este.
Texto: Juan José Díez
Fotos: S.A. Sánchez
