SLAYER + ANTHRAX + KVLERTAK
MADRID – 1 NOVIEMBRE 2015
LA RIVIERA
La vigencia de los clásicos es innegable. No importa que pasen años, lustros o décadas, cada vez que llega a nuestro país una de las bandas clásicas del metal, obtiene respuesta abrumadura. Da igual que sean las grandes bandas como Iron Maiden o Metallica o las medianas como Megadeth, Motorhead, Saxon, Slayer, Anthrax…el público siempre responde y buena muestra es que desde hacía días se había colgado el cartel de «no hay entradas» en Madrid y Bilbao, y Barcelona iba por el mismo camino.
Las bandas no decepcionaron, pero no adelantemos acontecimientos.
KVELERTAK
Está bien enfrentarse a una banda sin apenas referencias. Estos noruegos eran unos completos desconocidos, y he de reconocer que me gustaron, su propuesta oscura con múltiples influencias resultaba original, y la musicalidad que aportaban las tres guitarras tenía su punto.
Nunca es plato de buen gusto tocar ante una audiencia a priori desganada -gran parte del público seguía fuera de la sala durante su actuación-, pero se lo curraron, sonaron bastante bien, y resultaron convincentes. Habrá que tenerles en cuenta.
Algunos de los temas que tocaron fueron «Mjød», «Månelyst», «Ulvetid», «Evig Vandrar» o «Kvelertak».
ANTHRAX
Conciertazo de los californianos. Su hora de actuación supo a poco, y a diferencia de la última vez que pude verlo en directo, Belladona cantó bien y de forma muy solvente. Es difícil no contagiarse de la energía que desprenden bestias escénicas como Scott Ian, o Frank Bello, incluso Benante, (perdón, realmente tocó Jon Dette) habitualmente más en un segundo plano, imprimió su carácter.
Comienzo de alto voltaje con «Caught in a mosh», «Got the time», y «Madhouse», que se vió magnificado con posiblemente el tema más coreado de la noche, «Antisocial», uno de esos temas que siempre logra comunión entre público y banda. Me sigue gustando más la época de John Bush, pero esta vez tengo que rendirme ante la profesionalidad, y simpatía de Belladona, se metió al público en el bolsillo con su cercanía y constantes guiños.
Fue el propio Scott Ian el que presentó un nuevo tema en castellano, sus palabras fueron «con este tema os vais a cagar», y así llegó «Evil Twin» para de ahí pasar a uno de los grandes aciertos de la noche, y es que «Fight ‘Em ‘Til You Can’t» es una de las mejores composiciones de Anthrax de los últimos años.
Momento emotivo el del homenaje a los fallecidos Dimebag Darrell y Ronnie James Dio, dos grandes retratos fueron testigos de excepción de «March of the S.O.D», antesala de un final que subía en revoluciones con «In The End» y «Among the Living».
Conciertazo sin paliativos. Ni un pero. Grandes.
SLAYER
La primera sorpresa que nos deparó Slayer fue la de un juego de luces que permitía verles en todo su esplendor, que diferencia con ese tono rojo sombrío que ha protagonizado sus actuaciones de los últimos años; esta fue posiblemente la única sorpresa de Slayer, una de las bandas más constantes del metal, siempre cumplen y ofrecen su dosis de intensidad, potencia y mala leche, quizá demasiado ya que el volumen excesivo hizo que los primeros temas «Repentless», «PostMorten» y «Hate Worldwide» no sonaran como es debido.
Antes hablábamos de dos bestias escénicas de Anthrax, Kerry King es otra, aunque sea más fría y sobria. Lo suyo es atronar con sus riffs, lo de mostrarse cercano con el público es secundario. Muy chulo el lema de la camiseta de Gary Holt, su «Kill the kardasians» levantó alguna que otra sonrisa, y su guitarra estuvo a la altura del fallecido Hanneman. Paul Bostaph no es tan espectacular como Lombardo, pero apenas se notó diferencia.
Y Tom Araya fue tan soso como es habitual, pero cantó bien, sin problemas, y así fueron cayendo cortes como «Disciple», «God Send Death», «War Ensemble», «When the stillness Comes», o «Vices».
A estas alturas ya me entró el defícit de atención, algo que me ocurre recurrentemente con Slayer, el comienzo me pone y me motiva, pero tema a tema voy perdiendo interés, y es que o eres un fanático, o te acaba abrumando tanta linealidad. Sólo cuando llegaba algún que otro hit como «Mandatory Suicide» lograba reengancharme al concierto, pero el resto, reconociendo la extraordinaria labor de la banda, pasó sin pena ni gloria. «Die by the Sword», «Black Magic», «Implode», «Seasons in the Abyss», «Hell Awaits», «Dead Skin Mask», «World Painted Blood» .
Araya en algún que otro momento habló en español, aunque se quejaba que parecía que no se le entendiera, un detalle menor que no empequeñece el final imprescindible protagonizado por «South of heaven», «Raining Blood» y «Angel of death».
¿Veredicto? Muy bien, pero me quedo con Anthrax.
Crónica y fotos: Juan José Díez
4 comentarios
Charlie Benante no tocó, era Jon Dette.
Gracias por la info. Corregido.
Saludos \m/(>·<)\m/
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