Gira de Symphony X por España

Un murmullo bien definido surgió en 1994 cuando un guitarrista de Nueva Jersey llamado Michael Romeo, de la banda de metal progresivo “Gemini”, grabó la demo “The Dark Chapter” y la envió a las discográficas. El nuevo mesias de la guitarra del siglo 21 se hizo conocer al mundo y pronto creó una nueva banda que revolucionaria el genero del progresivo. Con una innovadora mezcla de heavy metal, rock progresivo y con sonidos hard (neo)clásicos, Romeo y los chicos de SYMPHONY X grabaron su álbum debut que les permitió iniciar un camino para crear un proyecto que las jóvenes generaciones de prog-metal seguirían.

“The Damnation Game”(1995), celebró el debut de la segunda baza de la banda: la carismática, profundamente conmovedora e implacablemente agresiva voz de Russell Allen. “Divine Wings of Tragedy” (1997) fue un disco donde se resalto su metal más progresivo y todavía aun es considerada su gran obra maestra. “Twilight in Olympus” (1998), resaltó la orientación clásica de la banda con el tema instrumental “Sonata” (basada en la Sonata Nº 8 para piano, “Pathétique”, de Ludwig van Beethoven). En el año del cambio de milenio, decidieron grabar su primer álbum conceptual, “V: The New Mythology Suite”(2000), que trataba el mito de la Atlántida.

“Live on the Edge of Forever” (2001) fue la prueba visual de que SYMPHONY X podían incorporar su complejo material sobre un escenario. Orientado hacia el poema del famoso poeta ingles John Milton, la estridencia trash de “The Odyssey” (2002) se ha considerado como su álbum más agresivo hasta la fecha. “Paradise Lost” (2007), es el trabajo mas oscuro y gótico de toda su discografía.

Considerando esta prolífica historia de creación, los entendidos de la escena progresiva se preguntaran como SYMPHONY X puede ir a mejor. La respuesta viene directamente del cantante, Russell Allen: “Iconoclast ofrece un resumen de nuestros trabajos anteriores y un posicionamiento musical de SYMPHONY X en la segunda década del nuevo siglo».

«Iconoclast», el tema inicial del nuevo disco, es una obra de once minutos con partes de guitarra enrevesadas y laberínticas que poco a poco se van interconectando. Comprender la obra a la primera sería todo un logro; lo mismo ocurre con los siguientes 52 minutos de puro Prog-Power concentrado.

Aparte de los locos y explosivos arrebatos de Romeo en su guitarra de seis cuerdas, hay otro ingrediente importante que da forma al octavo álbum de estudio de SYMPHONY X: la incomparable delicadeza y la profundidad en expresar los sentimientos que tiene la voz de Allen. Como tributo a su ídolo, Allen confiesa: “Hay mucho de Ronnie James Dio entre líneas!”. La nota evidente de ello se encuentra en el tema “Children Of A Faceless God” (donde Allen canta realmente como una reencarnación Power-metal de Ronnie James Dio).

ICONOCLAST se puede considerar un manifiesto – una ingeniosa mezcla de Rock clásico, honesto Heavy Metal y ambicioso Progresivo.