CRÓNICA: Bury Tomorrow derrocha fuerza y simpatía en Madrid - Febrero 2019

BURY TOMORROW + CLOSE TO THE SKY

MADRID – 26 FEBRERO 2019

SALA CARACOL

Bury Tomorrow es una de esas bandas que no nos visita frecuentemente, así que este concierto era uno de los «must» dentro de nuestro calendario. Quizá sea debido a estas pocas visitas que los propios Bury Tommorrow, según sus propias palabras, no tenían ninguna expectativa en cuanto al público que podían congregar, y de ahí que se mostraran gratamente sorprendidos y agradecidos ante la buena afluencia que presentó la Sala Caracol.

Antes de su actuación, abrieron la noche los locales Close To The Sky, que ofrecieron un concierto que gustó a los fieles, aunque siendo objetivo sonó un poco embarullado, sobre todo en cuanto a las voces donde costaba entender los esfuerzos guturales de su vocalista. Presentaron cortes de su disco «The Distant View», aunque también hubo cabida para que se colara en el repertorio algún tema nuevo.

Sin nada que reprochar en cuanto a su entrega. Cumplieron su papel.

Y llegó el turno de Bury Tomorrow y ya desde los primeros compases de «No Less Violent» pudimos ver la evidente mejora en cuanto al sonido, sin embargo, el juego de luces fue mucho más pobre y sobrio que el que tuvieron Close To The Sky, al igual que el escenario donde ni siquiera utilizaron el típico telón de fondo. En varias décadas de conciertos en la Sala Caracol, puede que esta haya sido la primera vez que veo de fondo el nombre de la sala.

Buen rollo, eso es lo que mejor define la actuación de los ingleses, cuyas palabras llenas de humildad y agradecimiento ante la respuesta del público madrileño sonaron sinceros, eso unido a múltiples bromas («en primer lugar estamos aquí para ganar dinero, en segundo para que os vayáis con una sonrisa»), hicieron que la cercanía y simpatía inundaran la presentación de un buen puñado de temas de su último disco y de los clásicos.

Banda muy enérgica, entrega total y un público que disfrutó y participó masivamente con multitud de circle pits, así como de espontáneos que se subían al escenario para lanzarse contra las masas, siempre recibidos con una sonrisa por parte de la banda. Ya se nota en los discos, pero en directo quedó claro también del vozarrón acompañante de Jason Cameron, sus tonos limpios fueron el perfecto contrapunto a los ataques vocales de Daniel. Por su parte, Davyd, Adm y Kristan no se quedaron cortos en cuanto a la fuerza imprimida sobre las tablas, una banda totalmente conjuntada y que funcionó como un metrónomo.

También hubo espacio para anunciar que formarán parte una vez más del cartel del Resurrection Fest, y que viendo como responde el público español, volverán con más frecuencia.

El final del concierto, protagonizado por un genial «Black Flame» vino precedido de un discurso en contra de las «chorradas» de retirarse para que la gente grite el «one more song«… aunque entre pitos y flautas y chascarrillos varios, perdieron más tiempo que si lo hubieran hecho, pero se les perdona por ser un ejemplo de humildad y simpatía.

Gran show donde el reparto de satisfacción entre público y banda quedó totalmente equilibrado. Quizá algo corto, ya que la hora y cuarto quedó corta si tenemos en cuenta la verborrea de Daniel. Si es verdad que volverán más a menudo, allí estaremos de nuevo.