MYLES KENNEDY
MADRID – 24 DE JULIO 2018
SALA BUT
El verano en Madrid puede ser implacable, el calor insufrible imprime en el carácter una apatía contra la que resulta difícil luchar, la ciudad comienza su éxodo masivo, y una vez pasada la orgía festivalera, la agenda cultural roquera entra en un letargo que suele durar hasta bien entrado Septiembre.
Menos mal que ahí estaba Myles Kenndy (Alter Bridge, Slash), para confirmar que toda regla tiene su excepción, y es que el prolífico vocalista habrá buscado los pocos huecos disponibles para promocionar su disco en solitario, un trabajo muy personal y cuanto menos peculiar, es de esos que levanta tantas pasiones como odios.
Sea como fuere, una cita musical con una voz de este calibre, se vuelve cita ineludible, y pese a los inconvenientes de estas fechas, la sala But no presentó una mala entrada. Suficiente para que Myles sintiera calor humano además del calor propio de estas fechas.
Personalmente, sufrí una sorpresa desde los primeros compases del concierto, y es que la presencia de bajo y batería rompió unos esquemas preestablecidos en los que suponía que éste iba a ser un show netamente acústico. Sorpresa agradable, porque si bien los shows acústicos siempre tienen algo especial, la energía del eléctrico acaba por ser inigualable.
Con un único disco bajo el nombre de Myles Kenndy (recordamos que además de Alter Bridge y Slash, previamente también tuvo un grupo llamado The Mayfield Four), estaba claro los temas que iban a protagonizar el repertorio, de ahí un comienzo con «Devil on the wall», «The Great Beyond», «Ghost of Sangri La» y «Haunted By Design», donde se alternaron guitarras eléctricas con acústicas, siempre a cargo del propio Myles, que como no podía ser de otra forma, encandiló al público con su voz.
Es obvio que buena parte de la audiencia estaba allí por el trabajo de Myles con otras bandas, y de ahí que el tema de Slash «Starlight» y el de Alter Bridge «Addicted to Pain», reformado acústicamente para la ocasión, fueran de los más aplaudidos, aún así, el resto tuvieron buena acogida, sonando «Turning Stones» y por primera vez en directo, «Nothing But a Name»
Una nueva sorpresa llegó con otra versión acústica y personal del «The Trooper» de Iron Maiden, donde toda la sala But coreó enérgicamente. Una versión de The Mayfield Four, «White Flag», fue la siguiente en sonar, y ahí pudimos descubrir alguna anécdota de la adolescencia de Myles, notando además la complicidad con su batería, un amigo desde los 14 años.
Tras «Songbird», uno de los mejores momentos de la noche, con el «Watch Over You» de Alter Bridge, un tema que no importa las veces que lo hayas escuchado, siempre pone la voz de gallina, y eso que esta vez fue un poco diferente, ya que Myles, además de ejecutarla a guitarra y voz, se acompañó de un bombo en plan hombre orquesta.
A estas alturas, tocaba entrar en escena a su guitarra más sureña, para ejecutar la versión «Travelling Riverside Blues» y otro tema de Slash, «World of Fire», y firmar el fin del concierto con «Year of The Tiger».
Para los bies, «All Ends Well» (de nuevo se nota la pasión que genera Alter Bridge) y como guinda final, «Love Can Only Heal».
Myles es un cantante descomunal, además de un frontman magistral que combina talento y simpatía, armas contra las que ningún público puede luchar.
Texto y fotos: Juan José Díez
