Crónica: el Koba Live cierra la temporada de festivales por todo lo alto – Abadiño – Septiembre 2025

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KOBA LIVE

ABADIÑO – 20 SEPTIEMBRE 2025

En un mundo musical dominado por el capitalismo más salvaje, donde cada festival compite por ser más grande, más caro y más mediático, todavía existen rincones donde la música se disfruta por sí misma. Koba Live es uno de esos oasis.

Creado por una asociación sin ánimo de lucro, el festival lleva cuatro años llevando a Abadiño carteles variados e interesantes, con conciertos que se pueden disfrutar sin agobios, sin gastarse un dineral y sin tener que planificar la compra de entradas con un año de antelación. Una prueba de que, pese al “turbocapitalismo” imperante, la música todavía puede ser un placer accesible y auténtico.

La cuarta edición del Koba Live llegó con importantes cambios respecto a la edición de 2024. Pasó de Junio -habitualmente sobre saturada de eventos- a Septiembre, y de dos días a uno sólo, eso sí, con 8 bandas en un cartel que comenzó a sonar justo a mediodía, y es que otra de las novedades de este año era la posibilidad de poder apuntarse a una comida multitudinaria junto a los voluntarios del festival y los músicos.

MOONSHINERDS

Con un sol radiante, y a horario «vermouth», llegó la apertura del festival de la mano de Moonshinerds, banda rockera de Durango que ofreció un buen show, haciendo brillar su rock de influencias diversas destilando buen gusto y clasicismo.

Las 12 del mediodía no suelen ser las horas que se asocian a un concierto de rock, pero la banda ofreció un buen show ante una audiencia todavía reducida, con buen sonido, actitud desbordante y ganas de pasarlo bien. Clásicos como «Free Bird» lograron captar la atención del público más madrugador.

Fueron horas donde el puesto de café -inventazo del que deberían tomar nota todos los festivales- trabajó más que las barras de cerveza. Buen comienzo de festival.

THE ELECTRIC ALLEY

Siguiendo con la estela de los sonidos clásicos, fue el turno de los andaluces The Electic Alley, cuyo hardrock melódico encajó a la perfección en esta sesión mañanera. Tras recorrerse la península de Sur a Norte, los gaditanos no mostraron signos de cansancio, cuajando una muy buena actuación, demostrando que los sonidos clásicos, donde blues, soul y mucho rock n’ roll conviven con prodigiosa armonía.

Muy bien Jamie Moreno a las voces, cantando con mucho «feeling» y demostrando el buen frontman que es, haciendo viajar a Abadiño al Nashville más auténtico. «Apache», «Hurricane», «One Lasting Light» y «Stading» fueron los temas iniciales, seguidos por «Last Letter», «Thunderbird or Vulture», «Can We Have Som Love Between Us», «Up in Flames» y un «Get Electrified!» que sonó potente trasluciendo en buen gusto que exhudan las composiciones de esta bandaza.

Puede que el hardrock no sea el estilo más popular hoy en día, pero bandas como The Electric Alley lo dignifican, mostrando respeto al pasado pero siempre mirando al futuro. Para el cierre, «Eagle Fly Solo» y «NO Control». Muy buen show. Sin duda, ganaron adeptos.

ASGARTH

Una de las señas de identidad del Koba Live es la presencia del euskera en su cartel. En esta edición, esa responsabilidad cayó en las manos y gargantas de Asgarth y Ehun Kilo, siendo dos de las bandas que más seguimiento tuvieron entre el público, pudiendo notar el cariño del público a sus bandas, y es que la mayoría de temas eran coreados masivamente, mostrando una comunión público-banda de lo más calurosa y cordial.

Asgarth sonaron clasicotes y contundentes, muy rodados y sin fisuras, con temas como «Zeldatik», «Goian Bego», «Izurri Berria», «Lur Jota» o «Parasitoa».

Un pañuelo palestino en el pie de micro fue testigo del espíritu reivindicativo de la banda, y de temas como «Azken Nahia», «Ito ARte», «Ahaztezina», «Abdoulay» o «Magia».

Para el final, «Meategi Beltza», «Denboraren Hautsa» y «Heriotzaren Aurpegia»

WOLFHEART

Hay una pequeña línea que une la actuación de Wolfheart con el Koba Live de 2024. Y es que Lauri Silvonen, bajista de Wolfheart, lo es también de Bloodred Hourglass, una de las bandas que sorprendió en la edición del año precedente, convirtiendo Abadiño en una especie de hogar de acogida para estos grupos finlandeses que pegan tan bien con el público del festival.

Wolfheart derrocha potencia, contundencia y oscuridad, y Tuomas Saukkonen es uno de esos tipos que imponen con su mera presencia, es el epítome total del metal; ver la forma que ataca las seis cuerdas, y la garra que trasmite su garganta es toda una experiencia. Puede que no sea una música especialmente accesible, pero una vez caes en sus redes, se disfruta al 100%. Sonaron muy bien, destacando el duo de guitarras con el propio Tuomas y un estelar Vageliss Karzis que se encargó de todos los solos, mostrando una solvencia y calidad fuera de toda duda.

Wolfheart, al igual que el resto de bandas del universo Saukkonen, han sufrido demasiados cambios de formación, afortunadamente, el cuarteto actual ya parece afianzado y por fin tienen la estabilidad merecida. Tuomas canta y toca bien, Vageliss aporta musicalidad extra con sus seis cuerdas, y Lauri y Joonas Kaupinene construyen ese muro sonoro que apabulla y al que pocos cuellos se resisten.

La de Koba fue la primera actuación de su gira, pero Wolfheart se mostraron perfectamente engrasados, sonando los «Ancient Cold», «Ghost of Karelia», «Burning Sky», potentes, aguerridos y con caracter. «Fires of the fallen» hizo su debut en directo, igual que «Carnivore», mientras que «Valkyrie» volvía al setlist tras un silencio desde 2019. Buen sonido, quizá algo alto, pero ideal para disfrutar de una de las mejores armas de Wolfheart, su contundencia.

«The King», «Zero Gravity», «Breakwater», «Cold Flame» y «Grave» fueron otros de los temas elegidos, con «The Hunt» -magistral cambio de ritmo- y «The Hammer» pusieron la guinda a una actuación de alto octanaje.

ONSLAUGHT

Onslaugh fue la última banda en entrar al cartel, lo hicieron como sustitutos de Death Angel que finalmente no pudieron estar en Abadiño, pero si de lo que se trataba era de tener una banda que representara al thrash, los británicos lo hicieron a las mil maravillas con un show rápido, visceral y sin respiro, elementos estos, siempre indispensables en toda descarga thrasera.

Ver de nuevo a Nige Rockett a la guitarra de Onslaught es todo un placer, y es que el músico ha pasado un calvario de enfermedades -un extraño cáncer ocular- y operaciones varias en la columna que afectaron a su movilidad, pero ahí está de vuelta, dando caña a las seis cuerdas y mostrando ese espíritu aguerrido tan apegado al metal.

Concierto espídico de esos que te atropellan, no hay un segundo para el respiro, y eso se agradece, así no se piensa ni en el fastidio de la lluvia ni en el cansancio, que mejor que una descarga de thrash para insuflar un extra de energía. Hacía falta y llegó en el mejor momento.

Sonaron «Power from hell», «thermo», «Lord of Evil», «Death Metal», «Angels of Death», «Devils Legion», «Steel Meets Stell», «Witch Hunt», «Destroyer», «Let There Be Death», «Killing Peace», «Iron Fist» y «Metal Forces»

ECLIPSE

Al principio de esta crónica hablábamos de que posiblemente el Hard Rock no sea el tema más popular hoy en día, pero si tenemos que pensar en un conjunto que haya dado el salto del público rockero a la audiencia generalista, uno de los candidatos, sin duda alguna, serían los suecos Eclipse cuya música tiene los elementos para gustar a una audiencia transversal y heterogénea.

El comienzo del show fue un poco abrupto, con un Magnus Heriksson cabreado por el sonido de los monitores, menos mal que se arregló al final de primer tema («Roses On Your Grave»), y el resto de la actuación transcurrió sin incidentes. Eclipse es una de esas bandas que nunca decepcionan, suenan bien, son intergeneracionales y atesoran una discografía llena de temazos ante los que resulta difícil elegir y contentar a todos, y es que tiene tantos «hitazos», que siempre queda fuera algún bombazo.

«All I Want», y «Run for Cover» sirvieron de antesala a la famosísima «Runaways» con la que optaron a representar a Suecia en Eurovisión -algo que finalmente no sucedió- y ante la que el Koba Live, respondió con un cántico masivo. «Anthem» y «The Masquerade» fueron las siguientes, y antesala de «Last look at eden», tema favorito de un Erik Martensson por el que no pasan los años, no solamente sigue pareciendo un chaval, si no que su voz sigue sobradísima, no se ahorra ni un tono y nunca falla… un derroche absolutamente envidiable.

También sirvió este concierto para ver en directo por primera vez en España a su nuevo batería, el ex Hardcore Superstar «Adde» Andreasson.

«The Hardest Part Is Losing You», «Blood Enemies», «Black Rain», «Stand on Your Feet», «Twilight» y «Saturday Night» compusieron el resto de su setlist, finalizado por todo lo alto con el ya ineludible «Viva La Victoria», un tema festivo, que sin embargo, sigue sin hacer «tilín». Y lo dicho, ante tamaña discografía, siempre se echa en falta algún tema, en mis preferencias personales me habría gustado escuchar «Bleed & Scream», «Vertigo» y «Wide Open», pero pese a todo, Eclipse volvió a cumplir con notable alto.

EHUN KILO

Más música en euskera en esta ocasión de unos Ehun Kilo que tuvieron que lidiar con un molesto «chirimiri» que iba calando más en espíritu que en cuerpo, menos mal que trallazos como «Lourdes», «Sasoian», «Sowto», «Erortzen» o «Haragizko Dianak» insuflaron un extra de energía en un público de lo más receptivo.

Ehun Kilo es una de esas bandas que no deja que te vengas abajo, están pisando permanentemente el acelerador, haciendo que el público se implique y que el show se mantenga ardiente, y así temas como «Ehun Kilo», «Bihotz Lapurra», «Gixajo Basten Ipuinak», «Basatia» sirvieron de perfectos catalizadores de un motor atronador y contagioso.

«Tango», «Euli Artian» fueron las siguientes en caer, y como epílogo, «Ezingo Dut», «Mendekua», «Beltza» y «Jambo».

Nos puso deberes a los que no conocíamos a la banda… hay que estudiar más, que molan.

BEFORE THE DAWN

Como si el tiempo del Pais Vasco quisiera congraciarse con las gélidas latitudes nórdicas, el concierto de Before The Dawn llegó con la lluvia más fuerte de la noche. Durante los conciertos pasados ya había amagado en distintos momentos, aunque más o menos dio tregua para disfrutar de los conciertos, sin embargo, con Before The Dawn fue un acompañante más de esos temas oscuros de la banda.

Tuomas Saukkonen ahora se puso tras los parches de la batería, Vageliss repetió a la guitarra, y la voz cantante la llevó un Paavo Laapotti que sonó mejor en gutural que en limpio, pero que en lineas generales estuvo bien. El ganador del X Factor finlandés tiene una voz limpia peculiar, que no siempre entra a la primera, pero precisamente esa variabilidad es la que aporta un toque diferencial respecto a Wolfheart, y es que si no, estos proyectos de Saukkonen serían demasiado parecidos.

Con la lluvia golpeando nuestro rostros, llegaron «As Above, So Below», «Fatal Desing», «My Darkness», «Faithless», «Dying Sun» -de lo mejor de la noche-, «Monsters», «Downhearted» -otro de los más aplaudidos-, «Sock Wave», «Deathstar», «Wrath» y «Deadsong».

El público aguantó como auténticos guerreros, y tras más de 12 horas de festival, se llegó al fin de esta cuarta edición, que si hay que ponerle nota basándose en las sensaciones del público, fue de lo más satisfactoria.

Esperemos que el año que viene, más y mejor. Un festival que se merece toda la suerte del mundo por el gran trabajo que tiene detrás.

S. A. Sánchez y Juan José Díez

Fotos: Juan José Díez

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