Crónica: Bring Me The Horizon cautiva a las masas en Madrid – Febrero 2023

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BRING ME THE HORIZON + A DAY TO REMEMBER + POORSTACY + STATIC DRESS

MADRID – 18 FEBRERO 2023

PALACIO VISTALEGRE

(Resurrection fest)

Como diría Einstein, todo es relativo. La percepción de un concierto difiere en función de a quien se pregunte, y yo mismo tengo mis dudas respecto a lo vivido esta noche. Podría escribir esta crónica desde el punto de vista del fan de Bring Me The Horizon que vibra, disfruta y se emociona hasta llegar al llanto (literal, ya llegaremos más tarde a esto), o podría hacerlo desde la perspectiva del purista del sonido que es incapaz de disfrutar debido a las deficiencias de un recinto como Vistalegre. Ambas serían válidas, y ambas llevarían razón, así que lo mejor es contar lo que ocurrió con la mayor objetividad posible, y que cada uno saque sus conclusiones.

La sensación con la que uno se marcha de un concierto es cuestión de expectativas, las de esta noche eran altísimas, Bring Me The Horizon es un grupo con mucho tirón, habían vendido todo desde hace meses y muchos aún recordábamos el buen sabor de boca en su gran espectáculo del último Resurrection Fest. y por si fuera poco, además le acompañaban en el cartel bandas de lo más interesante, desde los veteranos A Day To Remember y su aire más californiano, a los más experimentales e inclasificables Poorstacy o Static Dress… muchos alicientes para esperar lo mejor.

STATIC DRESS

La tarde comenzó con el show de los ingleses Static Dress, que tuvieron que lidiar con un espacio reducido en el escenario, pero que no supuso inconveniente alguno para que su vocalista Olli Appleyard se moviera enérgicamente durante todo el show, resultando imposible verle la cara entre tanto movimiento y su corte de pelo enmascarador.

El sonido regular, cuando se ponían con su vertiente más screamo resultaba un poco estridente, sobre todo teniendo en cuenta que a estas alturas aún había mucho espacio libre y el sonido rebotaba más de la cuenta, y eso en un escenario con Vistalegre son palabras mayores.

Su guitarrista Contrast aportó su aire enigmático detrás de la máscara, y en líneas generales aprovecharon su poco más de media hora, ofreciendo un show digno que hizo moverse a los más entregados.

POORSTACY

Gran contraste de Poorstacy si lo comparamos con su predecesor, podríamos decir que Static Dress pecó de exceso (para bien) de intensidad y dinamismo, por su parte Poorstacy pecó por defecto, teniendo a un Carlito Junior Milfort en plan un poco pasota, menos mal que tenía junto a él al joven prodigio Joey Castro a la batería, él si que dio un recital en cuanto a fuerza, potencia y energía, fue todo un espectáculo verle trabajar tras los parches… increíble, y con solo 19 añitos!!

Resultó chocante alguna sección más «lenta» donde sonaba música y absolutamente nadie tocaba…se asume que puede haber ciertas partes grabadas, pero esto fue excesivo.

Tampoco se notaba especial compenetración entre la banda, notándose demasiado que Poorstacy realmente es un proyecto unipersonal.

Mismas sensaciones respecto al sonido, y unos temas y una propuesta que salvando a su batería, nos dejó bastante fríos.

A DAY TO REMEMBER

Seguramente fue la banda que más conectó con la sección veterana del público, una banda rodada, curtida en mil batallas y que ofreció un buen show. Eligieron buenos temas para calentar al público desde el incio «The Downfall of Us All» «All I Want», «Paranoia», que unido al toque visual que siempre aportan las columnas de humo, hicieron despertar al público y meterse de lleno en un show parco en palabras, y donde los temas fueron sonando sin descanso.

Dieron las gracias por su mayor show en España (¿no recuerdan su paso por el Download Festival?), y repasaron su extensa discografía con resultado desigual, sus temas menos distorsionados sonaban muy bien, pero en cuanto le metían más tralla a su espíritu metalcorero, la cosa empezaba a rebotar y sonaba regular. Pese a todo, dejaron buenas sensaciones, con un buen Jeremy McKinnon, simpático y bastante activo, y un buen dúo de guitarristas ejecutando con precisión sus partes… y ausencia de bajo, recayendo todo el peso rítmico en las manos de un Alex Shelnutt preciso y sin fallos.

Supieron mantener la atención del público, bien por sus buenos temas, y bien tirando de artificios como el lanzamiento de pelotas de playa y camisetas al más puro estilo Duffman, el caso fue no bajar el pistón y lograr que el público gozara… en gran medida lo lograron con cortes como «2nd sucks», «Right back at it again», «Rescue me», «Have faith in m2», «Miracle» o «Resentment».

«Bloodsucker» hizo corear a la mayoría, y con el final con «If it means a lot to you» y «All Signs Point to lauderdale» se fueron por todo lo alto. Buen show de los americanos.

BRING ME THE HORIZON

Hay que reconocer el toque efectista del montaje de Bring Me The Horizon; la gran pantalla trasera, las plataformas a distintas alturas (también con pantallas), las columnas de humo, y las proyecciones de corte futurista resultan muy vistosas y aderezan el ya de por sí completo show de los ingleses. Tras una intro en la que un robot instaba a disfrutar y cuidarse unos a otros, hicieron su entrada entre un griterío generalizado Oli Sykes y los suyos a ritmo de un cañero «Can you feel my heart», que encadenado con «Happy Song» y «Teardrops» fue toda una declaración de intenciones, hitazos desde el principio para que la gente carbure desde los primeros temas.

Es cierto que el sonido fue mejorable, que ciertas secciones cañeras y electrónicas no sonaban todo lo bien que es debido, pero viendo el disfrute generalizado del público, hay que reconocer que la banda ofreció lo que se esperaba de ella. Una banda muy activa sobre el escenario, que se mueve mucho y contagia sus ganas, y un Oli que cada vez es más cercano y simpático con el público, su interacción es constante, ya sea para pedir moshpits, para pedir que le acompañe a cantar, o para dejar recuerdos imborrables entre los afortunados entre los que canta un tema mientras se abraza a ellos, y que como pudimos ver en las pantallas, deja llorando de la emoción…. ¿Qué más se puede pedir?

Lo cierto es que tienen un buen puñado de canciones a las que resulta difícil resistirse, ya sea por su toque bailón electrónico «Mantra», «Parasite Eve» (en la que por cierto, sonaron muy regulares las partes grabadas), o en las que destilan potencia y mala leche como «Strangers» o «Shadow Moses», tema que por cierto sigo considerando el mejor de su repertorio. En «Kingslayer» eché en falta las bailarinas de la última gira, y habría prescindido de la parte más lenta con «Die4y» y «Follow you», pero lo cierto es que fueron temas con los que miles de gargantas cantaron al unísono, haciendo que este concierto fuera un karaoke gigante.

Con «Drown» subieron un puntito la intensidad para retirarse, y acabar por todo lo alto con «Obey», «Sleepwalking» y un majestuoso «Throne» que fue la guinda final de un éxtasis colectivo que dibujó una gran sonrisa en la mayoría del público.

Cuando ves ese grado de implicación, y esa catársis colectiva, lo del sonido es lo de menos.

Texto: S.A.Sánchez

Fotos: Juan José Díez

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2 comentarios

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