Para los millenials como yo, Evanescence supuso un antes y un después en la adolescencia. Canciones cargadas de sentimientos, melancolía en algunos casos, pero también fuerza y vitalidad en muchas otras. Quién no recurrió a alguna de sus canciones en esa adolescencia precoz y tantas veces incierta.
Pese a su corta trayectoria, se catapultaron a la fama y llegaron a todos los rincones del planeta a principios de los años 2000. Años en los que las frontwoman empezaban a tener relevancia y a suponer un icono de referencia para muchas mujeres que nos sentimos parte de este mundo que es el rock y el metal. Y así Amy Lee cogía la batuta.
Desde 2011 llevábamos sin escuchar nada nuevo por parte de Evanescence. Algo peligroso para una banda por poder caer en el olvido, pero en su caso nunca se han alejado del todo de los escenarios. Y si el coronavirus no hubiera arrasado con todo, los habríamos tenido en España encima de los escenarios.
Este tiempo no les ha hecho retroceder y llegan con un The Bitter Truth. Un disco cien por cien Evanescence, y sí, diez años después. ¿Es que los años no pasan por ellos?
Con una introducción instrumental, Artifact/The Turn, recreando una atmósfera de tensión y acompañada de la tenue a doble voz de Amy Lee abren boca para este trabajo. Broken Pieces Shine empieza con un tempo lento, con la voz soprano de Amy en su inicio, para explosionar en el estribillo y volver a bajar revoluciones para concluir.
Con The Game Is Over, Amy explora sus registros más graves a la vez que juega con la técnica de la doble voz. El estribillo se convierte en un grito desgarrador y desesperado, recurso muy presente en todos los trabajos y cortes de Amy. En esta misma línea sigue Yeah, Right siguiente tema del disco, una canción plagada de ritmo y melodía.
Haciendo honor a su nombre, Feeding the Dark nos adentro en un aura tenebrosa, plagada de cambios de ritmo pero en esencia lenta y un teclado que ayuda a recrear este escenario. Wasted on You, empieza con un teclado y la voz suave de Amy que sin duda se presenta como la balada del disco, muy en la línea de “My Inmortal”, para crecer hacia el estribillo y terminar el tema con vigorosidad y fuerza.
Cambio radical de tempo con Better Without You, que nos hace de bypass, con un tema rápido, conciso y directo para pasar con Use My Voice, donde volvemos a bajar revoluciones donde toman gran relevancia los coros que acompañan la voz de Amy y el estribillo que Amy moldea a su gusto para que se convierta en la pieza clave de esta canción. Con este tempo pausado continuamos con Take Cover. Far From Heaven llega como la siguiente balada del disco. Muy melódica, ambiental, sensible y acompañada por un arreglo orquestal que le da un toque especial a este tema, y diferente del resto del disco.
Para rematar Part of Me y Blind Belief, dos temas cargados de optimismo, una melodía y pasajes que animan a ello y que son perfectos para culminar este trabajo.
Sin duda creo que es un disco que nos trae de vuelta a los Evanescence originales, pero que también plasma la madurez a lo largo de los años que la banda ha ido adquiriendo. Sí es cierto que me ha faltado protagonismo para el resto de miembros de la banda, ya que pese a que las partes instrumentales son notables, la voz de Amy eclipsa la mayor parte del disco y me han faltado solos de batería o guitarra.
