CRÓNICA: DÉBLER cierra un año de éxitos con un sold out en Madrid - Diciembre 2019

DÉBLER

SALA GOTHAM (MADRID)

28 de diciembre de 2019

Organiza: ON FIRE

Como no podía ser de otra manera acabábamos este 2019 igual que lo empezábamos: disfrutando de la música en directo, y esta vez lo hicimos en la sala Gotham con Débler.

Con apenas 24h de antelación nos avisaban que la sala Cool Stage, donde estaba previsto que se realizaría el concierto, era clausurada por el Ayuntamiento de Madrid y dejaba a los jóvenes, al igual que a Ars Amandi, que actuaban esa misma noche, con el culo al aire y mucho trabajo por hacer. Hubo gente que hasta pensó que era una inocentada hecha con algo de adelanto, pero no fue así.

Trabajo y mucho esfuerzo por parte de toda la organización y la banda situaron a Débler en la Sala Gotham, una sala como poco peculiar en cuanto a decoración, y la cual supieron aprovechar al 200%.

Sabíamos que era una noche importante, pues los jóvenes tocaban en casa donde tienen muchísimos fieles seguidores, y lo hacían presentando Adictium, un trabajo que ha superado las expectativas de muchos de los oyentes. Por tanto, como era de esperar, colmaron la Sala Gotham y colgaron el sold out en la puerta, mientras dentro la gente se engalanaba, se maquillaba acorde a la estética del grupo y se preparaban a vivir el último sábado de la década.

Comenzaba a sonar la intro Tempus Fugit acompañada por un vídeo de lo más futurista antes de que Nelson saltara a la batería y (con el fallo de la falta de un buen foco) pusiera a todas las voces a chillar para dar la bienvenida también a Alex y Sergio, que ya cargaban sus gabardinas e instrumentos y empezaban con Recto hasta el amanecer, una vez que Dani y Rubén saltaban a las tablas junto a sus compañeros.

La verdad es que puedo imaginar la emoción que debe sentirse cuando escuchas tantas voces cantando todas a una todos los temas, después de años de lucha y trabajo, de zancadillas y burlas… El orgullo que tienes sentir al confirmar que, a día de hoy, estás dentro de una de las mejores bandas de nuestro país, tiene que ser abrumador.

Escuchamos la mayoría de temas de Adictium como Polvo de Estrellas, la festiva A esta ronda invito yo, Grita que no, Nunca Jamás donde una fan, venida nada más y nada menos que desde Francia, pudo disfrutar junto a la banda sobre el escenario, Un mundo extraño o Violar y rezar y la patada en la boca a más de un predicador.

Impecable fue también la actuación de la gente, y es que no sólo iban maquillados como la banda, como ya hemos dicho, si no que habían preparado sus propias actuaciones para varios de los temas, como las varitas de luz que bailaban en al son de la música, el mar de lucecitas verdes que iluminaron Me perderé en tu cuerpo o las serpentinas que inundaron la sala en Adictium. Todo esto vino organizado por parte de Nocsom, el club de fans de la banda.

También sonaron temas más antiguos, aunque no fueron muchos, como Renacer del Alma, Nada nos podrá parar, Sentencia Final o La procesión de los borrachos.

Tengo que reconocer que, a diferencia de la presentación de Somnia, esta vez no contaron con ningún invitado y, pensándolo en frío, me parece un acierto, porque pudieron demostrar por sí solos la valía que tienen y como saben llenan todos los huecos, tanto de tiempo como de espacio, con una actitud digna de las bandas mas grandes y consolidadas, con unos músicos excelentes y con un frontman, del que me declaro fan, que no falló en toda la noche.

Y ahora quiero entrar en las dos partes más novedosas e interesantes de todo el concierto, pues los jóvenes incluyeron dos performance, una de violín, de manos de Dani Fuentes, y otra del batería Nelson Venezuela.

El primero en dejarnos boquiabiertos fue Dani Fuentes que, con un escenario inundado de luz verde junto a su arco-láser, también verde, comenzó a interpretar un medley de temas cinematográficos, como la archiconocida melodía de Harry Potter (que como ultrafan de la saga agradezco), El señor de los anillos, Star Wars o Piratas del caribe. Ya creía que Dani era un gran músico, uno de los mejores, pero es que cuando creo que no puede sorprender más saca su láser y nos fusilar a todos.

Y Nelson no solo demostraba habilidad, si no que nos entretuvo con sus solo, algo que no es fácil de hacer con un instrumento de percusión. La verdad es que duró poco a la batería y en seguida saltaba al frente del escenario, con una caja y dos timbales, y nos mantuvo con los ojos y los oídos puestos en sus manos. Para esta performance además, disfrutamos de Rubén Kelsen a la batería, desde la que se «batió en duelo» con su compañero… Si es que ¡valen para todo! Y a pesar de que la gente le pidió a Nelson que también cambiara papeles y cantara algo, nos quedamos con las ganas.

Sin lugar a dudas fue una gran manera de despedir un 2019 que ha estado cargado de grandes momentos musicales, éxitos y novedades. Para Débler no ha sido diferente, y lo mejor está por llegar.