Ahora que se acerca el Leyendas del Rock es más que recomendable una lectura como la que nos propone el autor de “Norteña”, pues está inspirado y ambientado en el festival que se celebra en Villena. El autor relata una ficción en la que dos abuelos se escapan de una residencia de ancianos para asistir al Leyendas del Rock, ambos por razones diametralmente opuestas, pero relacionadas con el grupo cabeza de cartel, y más concretamente en su líder: Cronos de Venom.
El libro está bien escrito y es ameno en la lectura, pero algunas de las construcciones flojean en la trama y en el final. Los detalles y guiños al Leyendas del Rock y a toda la subcultura que ha generado el festival hará las delicias de los que cada año asisten. Yo precisamente estuve el año en que tocó Venom de cabeza de cartel. Puedo imaginarme perfectamente a sus personajes Alfonso y Victoria deambulando por el recinto mientras son perseguidos por el personal de la residencia Verasol. Hay momentos de Road Movie y la acción es viva, con un estilo muy cinematográfico.
Quizá los puntos más débiles sean el imaginar a la ficticia banda Norteña siendo anterior a la NWOBHM en la España de la época, aunque el autor posiblemente se inspira en las Vulpes. Uno de los clímax finales, con un esperado encuentro entre protagonistas, es despachado rápidamente, pero la construcción de la historia y esa presentación de los capítulos inspirada en Cervantes se agradece. Es una obra ante todo dirigida a los que asisten cada año al Festival.
Siempre es una gran noticia que aparezca literatura basada en nuestra música favorita y que cuando se hable de heavy metal la gente tenga las nociones y domine la temática. Eso es lo que más emana de esta obra pues los conocimientos y detalles que añade el autor en sus páginas dejan claro que el chico ama el rock duro y te habla con conocimiento de causa. Si estás harto de biografías de grupos toca reivindicar la novela heavy. Existe y cada vez va a más. Esperaremos otra entrega del autor. Ideal para leer en la piscina municipal de Villena mientras esperas que empiecen los conciertos.
Jordi Tàrrega