SICK OF IT ALL – Wake the Sleeping Dragon!

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SICK OF IT ALL – Wake the Sleeping Dragon!

CENTURY MEDIA

8/10

Inasequibles al desaliento y cargados de mala baba, escupiendo espuma por la boca y siempre fieles a la hermandad del hardcore Made in N.Y. Así son nuestros Sick of It All y así esperamos que continúen. Vuelven al ruedo escupiendo verdades, metiendo el dedo en la yaga y despertando dragones latentes para remover conciencias. Lo hacen como siempre han hecho, pero con un punto más accesible e inspirado. Temas directos que deambulan entre el minuto y los tres de duración en una obra que se eleva hasta los diecisiete cortes. Tan afilados y combativos como podíamos esperar. Las huestes de los hermanos Koller siguen más vivas (y necesarias) que nunca.

Un disco completo y variado que no pierde la esencia del grupo

En “That Crazy Bad Boy Shit” hay un guiño a sus compatriotas Agnostic Front y siguen tirando de coros funcionales, con guitarrazos directos y descarnados. Ya venían desatados con “Inner Vision”, siendo toda una declaración de intenciones. Pogo desatado y todos los elementos que les han hecho grandes para calmarnos y decirnos que todo sigue en pie y de que siguen hartos (o enfermos) de todo lo que les rodea. La clave de esta banda es que lleven juntos desde hace décadas y que sigan disfrutando con ello. Prueba de ello es “The Snake (Break Free)”, otro de los inspirados momentos que pasan como un suspiro -agresivo-.

La enorme sorpresa la pone “Bull’s Anthem” con un invitado muy especial a las voces (Tim McIllrath de Rise Against) y mostrando una cara más épica e hímnica que les queda de maravilla. Tiene un punto alcohólico-festivo y cómo no, hay referencias obvias a Dropkick Murphys. Batería y bajo están perfectamente ecualizados y pueden mostrar la infinidad de detallitos técnicos de Armand Majidi a la batería y Craig Setari al bajo. El título de “Robert Moses Was a Racist” lo dice todo y la letra va en consonancia a lo que esperas. Fue el que diseñó un puente en Nueva York para que los autobuses de la gente de color no pudieran cruzarlo.

Puro Hardcore Made in N.Y. y tan vigente como hace 30 años

“Self Impotant Shirthead” es otro buen ejemplo de que en menos de un minuto hay mucho que decir. Impresionante Craig al bajo, por cierto. Bonita entrada para “Always with Us” dando un respiro a la velocidad imperante y volviendo a mostrar su cara más festiva e hímnica. Vuelve el harcore marca de la casa en “Wake the Sleeping Dragon”, aunque el corte se ralentiza y se oscurece conforme avanza. Velocidad y dejes ramonianos en “2+2”, otro de los inspirados títulos del disco, aunque el que se lleva la palma es “Beef between Vegans”. En “Hardcore Horseshoe” tiran de la vieja escuela para que Lou y Pete combinen sus voces. En “Bad Hombres” se acercan al sludge metal saliendo airosos y de manera totalmente natural. Dan carpetazo con “The New Slavery”, tema oscuro dominado por el bajo de Setari y con las letras combativas de siempre.

Reconozco que la última vez que les reseñé fue con el XXV Nonstop y también recuerdo que el impacto que me provocó el disco no fue ni del lejos lo que ha conseguido Wake the Sleeping Dragon. Tras tres décadas de lucha contra todo Sick of it All continúan siendo relevantes, atractivos y siguen aportando material fresco capaz de mantener el tipo entre los muchos clásicos del grupo. La bandera del hardcore de la ciudad que nunca duerme sigue ondeando en todo lo alto. Si alguien pude despertar a los dragones esos son los hermanos Koller.

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