CRÓNICA: Dry River se consolida como gran promesa en Barcelona
BARCELONA 27 OCTUBRE 2018
SALA CALÀBRIA 66
Sensaciones extrañas al encontrarnos en una sala tan poco habitual como es el auditorio de Calàbria 66, pero gratas sensaciones al disfrutar de un sonido exquisito. Esta sala es una especie de centro social y acoge un importante festival de rock progresivo e incluso anunciaban la proyección del nuevo DVD de Opeth. Nada mal. No se podía beber dentro, asientos no numerados, pero de todas formas, el público que estaba congregado allí para ver a los castellonenses, no era precisamente el rockero y más habitual. Niños, curiosos y personajes pintorescos. También el club de fans y gente llegada de muchas partes de España, e incluso del extranjero.
Una sala poco habitual con un sonido excelente
Fue un show completo a diferencia de los del Calella y cuando telonearon a Asfalto. Pudimos disfrutar de las más de dos horas de concierto y con un Ángel y un Carlos cómodos y entonados a la hora de introducir las canciones y hacernos reír. No estuvo elFreddie Mercury de la obra, pero sí el simpático actor que siempre les acompaña y que cada vez encaja mejor en la original propuesta de Dry River. Empezaron con la habitual “Fundido a negro”. Las 200 personas que abarrotaban la sala pudieron disfrutar incluso de un tema de su ópera prima: El circo de la tierra: “Pequeño animal” que posee ese encanto tan Journey en las guitarras de Carlos y Matías.
Lució especialmente el teclado y el saxo puntual de Martí Bellmunt, uno de los puntales del grupo. Cuando atacan esas melodías tan comerciales y melódicas resultan irresistibles, caso de “Rómpelo” y “Me pone a cien”. Chascarrillos y anécdotas que encandilaron a la gente y con un Ángel a un nivel enorme, siempre bien secundado por unos coros efectivos y con un grupo que funciona como un reloj. Te hacen disfrutar y disfrutan ellos también. “Camino” representa su cara más heavy demostrando de dónde viene el grupo y cuáles son sus orígenes.
Desgranaron 2038 casi en toda su integridad y “Al otro lado” fue otro de los grandes momentos de la velada. Una que sólo cae cuando el show es completo. La gente se empezó a levantar de sus asientos y dio rienda suelta a sus instintos. Tocó el medley progresivo dedicado a la gente del club de fans. Este pupurrí incluye la monumental “Perder el Norte”, pero también esa “Rosas y gaviotas”, tan mordaz, que retrata a los dos principales partidos políticos españoles. La trabajadísima “Peán” se juntó con “Cuánto vales tú”, haciendo que para muchos de los presentes fuera uno de los momentos de la tarde.
Sold Out y show completo de los de Castellón
“Irresistible” vino acompañada con los pasos de aeróbic y llegó a formarse una fila en la platea repitiendo los movimientos del actor que da color a sus shows. Recuperaron otro tema de su primer disco, “La mujer del espejo”, con ese riff tan metálico, y luego “Bajo control” con el cadencioso bajo de David Mascaró. “Con la música a otra parte” fue bautizada como su canción más netamente rockera, y así es. Otra de las favoritas de la concurrencia. Ya en los bises fue bonito ver que “Me va a faltar el aire” es sin duda alguna el tema más esperado por la gente. Impecable interpretación con un Ángel Belinchón soberbio. La canción versa sobre la falta de un ser querido, y la letra es de las que te toca la fibra sensible. El grupo también capeó con buen humor algún que otro problema de sonido, sacando sonrisas de las dificultades.
Un grupo ante la posibilidad de crecer más allá de la escena rock
Terminaron con “Cautivos”, ya presentada como su “39” de Queen particular y con un “Traspasa mi piel” en la que la sala se puso patas arriba con esos dejes tan Deep Purple. Infecciosas melodías y aplausos constantes para un grupo que apunta realmente alto. El crecimiento exponencial de Dry River es imparable y ya asoman por los festivales de verano patrios. Personalmente creo que estamos en el principio, pero también veo que este grupo va mucho más allá del rock. Veremos su próximo disco pues todo apunta que será el despegue definitivo.
Texto: Jordi Tàrrega
Fotos: Enric Minguillón – Club de fans Dry River – Facebook Dry River