A COP DE ROCK FEST
TARRAGONA – 20 JULIO 2018
TARRACO ARENA PLAÇA
El viernes 20 de julio daba comienzo la primera edición de A Cop de Rock, un festival en el que ya se prometía una hermandad de géneros dentro del rock, desde el punk de Gatillazo al thrash de Angelus Apatrida.
La primera jornada abría sus puertas a medio día, y comenzaba a las 14h con Mascarats, los cuales han creado un tema dedicado al festival en el que los acompañan más bandas participantes de esta primera edición como Ekko, Deskarte, Bourbon Kings y Extracto de Lúpulo. Los siguieron El Malo del Cuento y Enrique Espera. Contabamos con el periodista de rock Mariano Muniesa para las presentaciones de todas las bandas del festival.
Llegamos a tiempo de ver parte del concierto de Extracto de Lúpulo, pero la entrada fue un poco desoladora: una temperatura increíblemente alta, un sonido demasiado estridente y apenas 100 personas en el Tarraco Arena Plaça. Sin embargo, la banda mostró una muy buena actitud hacia su público, con una gran energía y un sonido, que a pesar de los problemas que se fueron arrastrando durante todo el festival, era potente y compacto.
Para acabar el concierto eligieron uno de sus temas más coreados “Y se puede volar” a lo que siguió una versión punk de “Mi gran noche” de Raphael
A las 18.10h saltaba al escenario Iratxo, que traía a tarracona ese puntito rumbero mezclado con rock y ska. Sonaron temas como el clásico “No es la primera vez”, elegida para abrir el show, “Latidos contados”, “Si tu supueras” y “El aire que da la vida”. El público se duplicó durante su actuación, pero siendo algo insuficiente todavía. Una impecable actuación durante la cual era imposible no ponerte a bailar, conocieras o no los temas, con un sonido mucho más definido que lo que escucharíamos durante el resto de jornada.
Los siguientes en saltar “al ruedo” fueron Sôber, que sustituían en esta ocasión a Inconscientes. Uno de los platos fuertes de la noche, sobre todo para los más heavys, que venían presentando “Sinfonia del Paradysso” pero sin orquesta, un show 100% eléctrico, potente y enérgico como a lo que nos tienen acostumbrados los madrileños. Tristemente el sonido no acompañó a la gran actuación de la banda. Comenzaron con “Sombras”, al que siguieron “Animal”, “Vulcano”, “Oxígeno”, “Cenizas”, “Blancanieve”, “Umbilical”, “Lejos” y “Hombre de hielo”. Con “Diez años” llegó la presentación de la banda y el solo de batería durante el cual Manu Reyes deja claro que es uno de los mejores bateristas de este país con una perfecta ejecución y adaptándose a cualquier ritmo. Acabaron con dos clásicos “Arrepentido” y “Loco” que pusieron a toda la plaza a botar, sin excepción.
Con Malsujeto, a las 21h, llegaba la hora más light en todos los aspectos, sonido, aforo y estilo musical. Un rock más encaminado al pop con guitarras lineales y estribillos pegadizos, mucho más comerciales que cualquier otra banda del festival. No les acompaño el horario, ya que después de Sôber y antes de Gatillazo la gente tomó esta actuación como un momento idóneo para cenar.
Si había alguien capaz de llenar la plaza ese era Evaristo y así lo hizo. Gatillazo fue uno de los pocos conciertos que consiguió tener un aforo más acorde con un cartel de esta calidad. Con la intro de El padrino, mucho humo y la gente expectante, comenzaba lo que sería más de una hora de punk clásico, mezclando temas propios de la banda como “Bla bla bar”, “Follate al líder”, “La ultima patada” o “Pijos Powres” con clásicos de La Polla Recods como “Txus”, Lucky Man for You”, “Porno en acción” y “Odio a los partidos”. Como no podía ser de otra manera el público pidió la polémica Jota de Evaristo, por la que fue denunciado estos meses atrás, y sus deseos fueron concedidos de buen grado por este inigualable artista.
Llegaba la hora de los más heavys, los manchegos Angelus Apatrida con su thrash metal “rompecuellos”. Una de las bandas que durante los últimos años han demostrado que el recambio generacional existe, y que en este país no tenemos nada que envidiar a otros, al menos en este estilo en concreto. Debido a los problemas de salud de su batería Víctor (que desde aquí le deseamos una pronta recuperación) los acompañaba Adrián Perales (batería de In Mute).
Boquiabiertos dejaron a más de uno los albaceteños con un concierto brutal, cañero y rápido que empezaron con “Inmortal” y durante el cual presentaron temas de su nuevo trabajo como “Sharpen the guillorine”, “Downfall of the Nation” o “The Hum” sin olvidar temas como “Vomitive”, “Of men and tyrants”, “Violent Dawn” y con “Give em war” y “You are next” para poner la guinda al pastel.
Alademoska cambiaron totalmente el clima con su rock rumba, para el púbico que decidió quedarse. Siguieron los problemas de sonido con guitarras que iban y venían o instrumentos que no sonaban, aun así, la gente disfruto con los alicantinos, una de las propuestas más festivas de la jornada.
Cerraron este primer día Ekko y Bourbon Kings a partir de las 2.30h de la mañana, sin embargo, esta vez nos los tuvimos que perder ya que el cansancio era notable y aun nos quedaba una muy buena jornada de sábado por delante.
En cuanto a este primer día comentar como contras el calor asfixiante desde primera hora de la tarde y el error, a mi parecer, de cerrar las puertas a partir de las 21h, incluyendo la zona de fumadores y dejar a la gente sin opciones para respirar aire fresco. El sonido durante este primer día no acompaño a casi ninguna de las bandas, como ya he comentado y, también creo, que el recinto se les quedó muy grande ya que no se cumplieron las expectativas de público.
Sin embargo, destacar la organización impecable del festival, desde la recogida de pulseras, la agilidad en las barras tanto para comer y beber, la limpieza de los baños, la magnífica seguridad y sistemas de control y la puntualidad (casi británica) de las actuaciones.
Redacción por Javier Oliva e Irene Kilmister.
Fotografias por Irene Kilmister
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