Alhandal nunca han negado sus profundas raíces asentadas en el rock andaluz. Su último disco es un homenaje a toda esa herencia, y eso nos sirvió de excusa para charlar con ellos.
La primera pregunta es obligada, ¿qué va a encontrar el público en «Raíces»?
Raíces es una obra que mezcla esencias de rock con atmósferas andaluzas y flamencas, conectando de forma creativa elementos presentes en ambas músicas. El público encontrará una combinación equilibrada de composiciones originales y versiones tratadas de forma también original, que procuran conservar la naturaleza y que se han realizado desde la más profunda admiración y respeto.
Me ha gustado el disco, porque en cierto sentido os define a la perfección. Por un lado hay temas nuevos, y por otro hay una serie de versiones que en cierto modo rinden homenaje a grupos que sin duda os han influenciado. ¿Es así?
Efectivamente. No sólo nos han influenciado, sino que forman parte de nuestras vidas. Hay que decir que el proceso de selección fue duro, ya que tuvimos que dejar fuera versiones de otras bandas imprescindibles para nosotros, como Imán, Alameda o Smash. Pero no descartamos abordar de forma puntual a esos grandes artistas en el futuro.
¿Os costó elegir los grupos a los que versionar?
Costó mucho trabajo, ya que, como comentábamos antes, la nómina de bandas andaluzas es relativamente extensa. Finalmente, nos decantamos por buscar el equilibrio entre la perspectiva más rockera y la más ecléctica. Así, “En el Lago” de Triana” y “Paseando por la Mezquita” tienen un poco más de recorrido dentro del rock patrio, mientras que “La Leyenda del Tiempo” e “Ininteligible” presentan un abordaje algo más arriesgado, e inicialmente algo más de lejanía con respecto al mundo del rock.
Clásicos del rock andaluz como Triana y Medina Azahara casi son obligatorios, pero por ejemplo la versión de Camarón sorprende más. ¿Ha sido más complicada esta versión?
Probablemente haya sido la que más trabajo ha costado, pero, sinceramente, la versión surgió de forma natural. El tema se basa en la alternancia de un compás por “jaleos” con otro por bulerías. Ese tipo de aproximaciones rítmicas se tienen generalmente bastante interiorizadas en Andalucía gracias al entorno. Así, si bien nosotros no somos flamencos, sí que somos sensibles a las características musicales que nos han rodeado desde nuestra niñez y hemos tratado introducirlas de forma orgánica en nuestro concepto musical.
¿Y cómo la ha acogido el sector flamenco más «purista»?
Bueno, todo depende de a qué estrato de la realidad flamenca te dirijas. Si para los más puristas el propio Camarón de la Isla era un cantaor festero, término expresado con una clara connotación peyorativa, creo que el hecho de que nosotros hayamos realizado una versión de su disco menos flamenco no ha causado efecto alguno. Simplemente no se considera desde el entorno flamenco, lo que es completamente normal. Hay que matizar que nosotros somos una banda andaluza de rock, y que integramos elementos procedente del flamenco en nuestra música porque así nos lo pide nuestro espíritu creativo. No somos músicos de flamenco ni tenemos esa pretensión, aunque lo respetamos profundamente e intentamos introducir elementos de una forma natural y no superficial, siempre de una forma profundamente respetuosa.
Y hablando de temas propios, «Reyes de la creación» está de actualidad, más ahora que tenemos elecciones recientes y el descontento de buena parte de la sociedad. ¿Movimientos como el 15 M influyen y hacen que surjan canciones más contestatarias y críticas?
Cada banda tiene su manera de afrontar el proceso creativo y sus temáticas están más o menos definidas. Y nosotros, como miembros de la sociedad, nos vemos irremisiblemente influidos por ella. Aun así, el tono suele venir definido por cada banda y puede cambiar según el momento. Alhándal tiene su manera de expresarse, además del derecho y el deber de hacerlo.
Ya lleváis un tiempo en esto de la música. ¿Están las cosas ahora mucho peor que hace unos años?
Muchísimo peor. No vamos a entrar en cuestiones de ventas o descargas, creemos que la mentalidad general debería adaptarse a los tiempos que corren. Aún así, y pese a la situación económica que atravesamos, desde Alhándal tenemos la percepción de que se trata de un problema más cultural. La gente ha asumido con naturalidad y normalidad pagar alrededor de 10 € por ir al cine, que también es una expresión artística, o 6 o 7 € en tomarse una copa, pero sin embargo la gran mayoría no pagaría 5€ por ver un concierto en directo, sea de la banda que sea. Creo que este es el principal problema, que demuestra un completo desconocimiento y desconsideración al trabajo que miles de músicos realizan en pos de una ilusión, que a día de hoy es la de expresarse a través de la música. Afortunadamente, el público del rock es de los más fieles y de los que más apoyan los movimientos más underground, así que de aquí queremos dar las gracias a todas las personas que nos han apoyado en nuestras presentaciones en directo.
¿En qué medida afecta la crisis a un grupo como Alhandal?
En línea con lo expresado previamente, lo más difícil es adaptarse al camino de la autoproducción, ya que se acabó el tiempo en el que una compañía apostaba por una banda con grandes recursos. Afortunadamente para nosotros, hemos ido desarrollando la maquinaria desde 2004 y actualmente, con mucho esfuerzo y sacrificio, y ahora sumando la fuerza que nos otorga CDMusic, disponemos de una organización que nos permite hacer algo que tiene un valor incalculable: hacer música y proyectarla con fines exclusivamente artísticos. Esa libertad es lo más grande que hemos experimentado, difícil de definir en pocas palabras. Y lo que tenga que venir, que venga.
Vender discos es últimamente una labor imposible. ¿Os habéis planteado poner el disco en descarga directa como están haciendo muchos grupos?
Lo hemos planteado, pero prescindir del formato físico nos parece un error. La gente tiene sus medios para escuchar la banda, como Spotify u otras opciones en la red, no hace falta que dé más detalles. Aun así, al verdadero melómano prefiere el disco físico por dos motivos. Por un lado, el formato, que nos gusta cuidar al extremo, y por otro, la calidad de sonido. En relación a la presentación, contamos con la colaboración del excelente portadista y gran artista Fernando Nanderas_HM, quien conoce profundamente nuestra esencia y nuestras ideas y es capaz de elevarlas al nivel gráfico. Con respecto a la calidad de sonido, y con todos los respetos para las plataformas digitales que actualmente dan una difusión esencial a la música, no es lo mismo una archivo mp3 que un CD de audio con la máxima calidad. La diferencia se oye, está ahí.
Grabar un disco en condiciones aceptables es caro. «Raíces» tiene una producción muy lograda con lo que supongo que no ha sido especialmente económico. Muchos grupos nos comentan que al final no recuperan el dinero invertido. ¿Compensa el esfuerzo?
Raíces se ha elaborado con tiempo y muchísimo esfuerzo. No escatimamos en recursos para que la calidad de sonido esté al máximo nivel, independientemente de gustos u opciones. Recuperar la inversión es un concepto muy poco artístico, aunque los sacrificios y esfuerzos realizados siempre van orientados a lo mismo: seguir produciendo. La música es nuestra vida, el esfuerzo no pesa cuando uno trabaja en lo que cree y en lo que le apasiona.
En vuestros años de carrera, ¿cual consideráis vuestro mejor y peor momento?
Los peores momentos se olvidan antes, pero quizá hayan sido las incertidumbres que hemos tenido que soportar en determinados puntos de nuestra trayectoria. El mejor momento se repite cada vez que nos juntamos, ya sea para tocar en directo, ensayar o entrar a grabar en el estudio. Somos una familia y la principal suerte que tenemos es estar juntos y compartir las ganas por expresarnos artísticamente a través de nuestra música.
¿Presentaréis el disco por muchas ciudades?
Tras iniciar la gira correspondiente a la reedición en Lisboa el pasado diciembre, continuaremos durante los próximos en ciudades como Madrid, Málaga, Córdoba, Valencia, Murcia o Láchar (Granada). Además, continuamos con la frenética actividad con la formación acústica, con la que actuamos asiduamente por toda Andalucía.
¿Qué tal la grabación? ¿Alguna anécdota?
El proceso de grabación siempre es algo especial para la banda. Raíces se grabó entre los estudios C2 de Fuengirola y Sonido XXI en Esparza de Galar (Navarra). Nuestro guitarrista Jon Zagalaz condujo todo el proceso, mezclado por Javi San Martín y masterizado en Sterling Sound por Justin Shturtz. Quizá la mayor anécdota fue la colaboración del recientemente desaparecido Rockberto Gonzalez, de Tabletóm, así como el lujo que supuso contar con la colaboración del saxofonista y flautista Agustín Carrillo, las cuerdas de Virgilio Meléndez y Verónica Nahapetyan, la voz de Laura Román y los jaleos de Julia Rodríguez.
¿Planes para el futuro?
De momento seguir apostando por Raíces, llevarlo a cuantos más sitios mejor. Y por supuesto, continuar trabajando en nuestra búsqueda de formas creativas de expresión, lo que fructificará en el futuro, con certeza, en nuevos lanzamientos.
Pues muchas gracias, si tenéis algo que añadir…
Agradeceros a Maxmetal la oportunidad y el apoyo, así como a todas las personas que nos siguen y nos alientan a seguir adelante. A todos, gracias.
Entrevista: Juan José Díez
