JUDAS PRIEST + MOTÖRHEAD + SAXON
LEGANÉS (MADRID) – 30 JULIO
LA CUBIERTA
Pocos públicos son tan fieles como los heavies de la vieja escuela. Pocas bandas pueden presumir de tener una horda de seguidores tan acérrimos y entusiastas. Sí», «puede que el grupo metalero de moda sea capaz de llenar Palacios de los deportes», «pero ¿cuantas de esas bandas lo harían durante décadas? Posiblemente ninguna», «y ahí precisamente radica la grandeza de los integrantes del cartel de este Epitaph Tour. Entre las tres bandas», «Judas Priest», «Motörhead y Saxon aglutinan décadas de pasión de sus correligionarios y como no podía ser de otra forma», «la Cubierta de Leganes se llenó hasta la bandera», «no cabía ni un alfiler», «-casi literalmente-«, «así que si sumamos el calor propio de estas fechas», «con el de una multitud entusiasmada», «lo de la noche del sábado fue el escenario perfecto para una gran noche de metal», «una olla a presión con todas las de la ley.
Y eso que a priori», «en una de mis múltiple predicciones erróneas», «pensé que este concierto no iba a tener una respuesta de público tan apabullante. Pero está visto que la fidelidad no entiende de datos objetivos como el hecho de que estemos en mitad del verano con Agosto en ciernes», «que la entrada no fuera especialmente barata», «que estemos en crisis o que el festival Sonisphere acabara de pasar también por Madrid…. todo eso dio igual», «La Cubierta se petó», «ese es el hecho incontestable», «la salud y popularidad de los grandes del NWOBHM sigue tan viva como hace lustros.
SAXON
Biff Byford es un tipo entrañable. Es el padre o abuelo que todos quisiéramos tener», «y sabes que toque donde toque», «sea cual sea la hora», «el recinto o las circunstancias», «siempre dará un conciertazo. ¿Alguien conoce un mal día de Saxon? Personalmente les he visto n-mil veces y siempre lo bordan», «esta noche no fue diferente.
Tocando todavía de día», «pero con la plaza ya a rebosar», «Saxon ofreció una de sus particulares cátedras metaleras», «ganándose al público a base de trallazos», «simpatía», «honestidad y carisma. Su típica expresion «granda cojones» hizo aparición más de una vez mientras se intercalaban temas nuevos como «Hammer of the gods» con clásicazos como «Heavy metal thunder» o «Never surrender».
Saxon es una banda perfectamente engrasada», «funciona como un reloj», «cada uno tiene su papel», «Paul Queen y Doug Raymond representan la sobriedad», «mientras que Nibb Carter imprime fuerza con su aire más desanfadado», «y por supuesto», «Biff llena el escenario a base de sus tablas y personalidad. Pero lo importante es que sonó a las mil maravillas», «»Chasing the Bullet»», «»Motorcycle Man»», «y «Back in ’79» fueron las siguientes en caer», «continuada por un «Demon Sweenie Todd» y «Call to arms». Tras «And the band played on» llegaron los momentos más intensos y aplaudidos con «Crusader»», «»Princess of the night»», «»Denim and Leather» y un apoteósico «Wheels of steel».
Teníendonos acostumbradas a conciertos de más de dos horas», «estos escasos 60 minutos nos supieron a poco», «pero lo cierto es que estuvieron tan soberbios como suelen. Geniales.
MOTÖRHEAD
Si bien no es que hicieran un mal show», «si tuviéramos que otorgar un papel de perdedores en esta noche de metal», «esos serían sin duda los de Lemmy», «y lo serían por varios motivos», «primero por el sonido», «que no estuvo tan bien como en Saxon», «y seguido por su actitud», «que si bien no fue NADA diferente a lo que siempre hacen Motörhead», «en cualquier comparación con el resto del cartel de la noche saldrían perdiendo.
Aunque la verdad sea dicha», «el que va a un concierto de Motörhead sabe lo que va a ver», «escuchará un inicial y cadavérico «Hello», «we are Motörhead and we play rock’n’roll» pare después escuchar una retaila de latigazos roqueros. ¿Que hicieron esta vez? Pues eso mismo; cero sorpresas», «pero a veces se agradece un poco más de comunicación.
Sobrios», «cañeros», «y sin dejar títere con cabeza», «zas», «zas», «zas», «guitarrazo va y guitarrazo viene… Lemmy abrumando con su voz y su presencia», «mientras que Phil Campbell pone el único movimiento que se ve sobre el escenario.
Setlist compuesto por unas cuantas canciones de su último trabajo acompañados de los clásicos que no pueden faltar nunca. Lo dicho», «un concierto de Motörhead puro y duro. No creo que nadie se llevara una decepción», «pero tampoco creo que nadie diga que fue una de sus noches más inspiradas.
Setlist: «Iron Fist», «Stay Clean», «Get Back in Line», «Metropolis», «Over the Top», «One Night Stand», «The Chase is Better», «I Know How to Die», «In the Name of Tragedy», «Going to Brazil», «Solo de batería», «Killed by Death», «Ace of Spades», «Overkill».
JUDAS PRIEST
No. No creo que esta sea su última gira. Ni de coña, además, visto lo visto en La Cubierta sería toda una lástima. Judas Priest tiene una salud envidiable, sus temas todavía tienen la vigencia suficiente para erizar el vello a más de uno, y aunque sus discos actuales dejen bastante que desear, tiene suficientes clásicos para llenar dos horas de concierto.
Es la única pega que podríamos achacarle a la actuación del sábado, esas pildoritas que sonaron del «Nostradamus» y del «Angel of Retribution», que seamos claros, son un auténtico corta rollos.
Pero quitando esa pequeña laguna, fue un conciertazo. Con un escenario más sobrio que otras veces, sin pasarelas, diversas alturas, banderitas ni gaitas, Halford, Tipton, Hill, Travis y el advenedizo Faulkner no necesitaron de artificios para levantar a un público entusiasta que vibraba a media que caían trallazos imperecederos como «Rapid Fire», «Metal Gods» -por fin sin eso movimientos a lo Chiquito de la calzada por parte de Halford-, o «Heading Out to the Highway».
Sonido claro, potente, quizá un pelín alto, pero adecuado para poder disfrutar de toda esa esencia de cuero, tachuelas y metal que destila Judas Priest. El Halford de la actualidad se desenvuelve mucho mejor en los tonos graves, esos los borda, de ahí que sus temas más chillones y agudos ya no impongan tanto, pero en contraprestación tenemos canciones muy equilibradas que suenan bien casi siempre, así sonaron un irrelevante «Judas Rising», y un mucho mejor «Starbreaker».
Hay cosas que no cambian, con Ian Hill se ha perdido posiblemente al mejor bailarín de chotis de la historia, y es que al tío le cuesta horrores moverse de su baldosa, excluyendo una o dos veces que se acerca a Tipton, su escenario tiene unas fronteras más duras de traspasar que las la de comarca de los Hobbits. Que diferencia con el nuevo, a Faulkner se le ve con muchísima soltura, no para de moverse y de hacer guiños al público, puede que la ausencia de Downing haya dejado huérfano a más de un seguidor, pero desde luego Faulkner es todo un fichaje, aporta fuerza, frescura y juventud.. y eso es de agradecer.
A Tipton lo único que le reprocharía es su vestuario, hay ciertos pantalones sobaqueros que son bastante incompatibles con el glamour o el carácter, pero en cuanto a las seis cuerdas, resulta irreprochable. Eso sí, si lo comparas con Faulkner, hasta parecía su segundón, pero las cosas claras, se cascó la mayoría de los sólos y además de forma bastante brillante.
Se perdieron las pasarelas, distintas alturas y demás, pero se ganaron unas luces más modernas y efectistas con los que temas como «Victim of changes», o «Never Satisfied» ganaron en fuerza visual. Lo que hicieron con «Diamond and Rust» es un poco más discutible, ya que empezaron con la versión lenta para acabar con la versión eléctrica y acelerada, personalmente me ha gustado mucho más en plan balada, y puestos a elegir, como la cantaba Ripper Owens, pero la voz de Halford ya no está para esos excesos. Tras ella, un olvidable «Dawn of Creation / Prophecy», para enganchar ahora sí, cañonazos sublimes como «Night Crawler», «Turbo Lover», «Beyond the Realms of Death» o «The Sentinel».
Hasta aquí ya tendríamos suficiente como para irnos satisfechos, pero es que quedaba otra horaza más de concierto donde entraron sus hits más conocidos. «Blood Red Skies», «The Green Manalishi» sirvieron de preámbulo a otro de los momentos criticables de la noche, y es que si por un lado está bien dejar cantar al público y que éste sea partícipe de la fiesta, ceder todo el protagonismo y la voz en un temazo como «Breaking the law» tiene difícil justificación. Se echó de menos que Halford se cantara al menos alguna estrofa, pero no, ni una, al final fue un tema instrumental donde las únicas gargantas que vibraron fueron las de las 10.000 almas congregadas en Leganés.
A estas alturas empezó a soplar el viento con fuerza, y quizá esa fue la razón por la que se cerró el techo del coso, así que unos graditos más para hacer de esta noche un evento todavía más ardiente. al bochorno de la noche se le sumó el calor que emanan auténticos himnos como «Painkiller», «Electric Eye», «Hell bent for leather» -con moto incluida-, o «You’ve Gon Another Thing Coming».
Y para acabar toda una declaración de intenciones con «Living After Midnight». Conciertazo.
Por noches como esta uno puede sentirse orgulloso de amar esta música.
Texto y fotos: Juan José Díez
7 comentarios
El volumen…¿un pelín alto? Los bombos y el bajo eran insoportables. El de la mesa seguramente está sordo después de su larga carrera y piensa que los demás lo estamos también. Buen concierto, aunque hubo parones raros que afectaron al ritmo. Rob, tío, te cambias demasiado de chaqueta.
Muy buena cronica, en Barcelona ocurrió lo mismo. Solo quiero aportar una impresion para los que no hayan ido al concierto: soy fan de Motörhead, me esperaba una locura de concierto y, sinceramente, me han decepcionado… Me da pena, cosa… decir esto, pero llego a pagar para verlos solamente a ellos y me cabreo en serio. Quizas Saxon les dejáron el listón demasiado alto pero han sido muy pasivos. Menos mal que las palabras con voz de ultrtumba de Lemmy siempre nos dejan una sonrisa en la cara antes y despues de sus actuaciones!
A mi también me ocurrió lo mismo, yo iba a ver a Saxon y especialmente a Motorhead. ( Judas Priest me importaba menos) Quizá Lemmy se esté haciendo viejo, creo que le escuche comentar en una ocasión que no le gusta participar en conciertos largos como este o festivales, porque le obligan a extractar su show. Además dice que su música no siempre es comprendida por un público que no va a ver a Motorhead en particular. En cualquier caso, Lemmy, no puedes quejarte de como respondió el público ante «Kill by Death» o «Ace of Spades» Por cierto su último disco es bastante bueno, en especial «Brotherhood of Man» Si me permiten un piropo para Saxon, creo sinceramente que su cantante a mejorado mucho con los años especialmente en su imagen y puesta en escena. Como el mismo dice «FANTÁSTICO»!!!!!!!!!!!!!!!
Muy buena crónica y con buenas fotos, lastima que no fui. La próxima vez no falto.
Pingback: Así fue la primera parte del Epitaph Tour de Judas Priest | Santuario Metal Radio
Pingback: CRÓNICA: JUDAS PRIEST + BLIND GUARDIAN + U.D.O (Madrid) | Max Metal
Pingback: MOTÖRHEAD – The world is ours (vol 2) | Max Metal