Crónica: The Sisters of Mercy – Madrid – Octubre 2023

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THE SISTERS OF MERCY + THE VIRGINMARYS

MADRID – 24 OCTUBRE 2023

LA RIVIERA

ORGANIZA: HOUSTON PARTY MUSIC

Uno de los rasgos diferenciadores del rock frente a la música urbana preponderante actual es la pureza y autenticidad de su directo. De ahí, que un concierto de The Sisters Of Mercy siempre tenga un regusto agridulce. Objetivamente asistes a un buen directo de una de las bandas más influyentes del género, pero resulta imposible abstraerse del exceso de partes programadas y pregrabadas. Entiendo que es parte de la identidad de la banda, hasta el punto que su famosa caja de ritmos tiene nombre propio (Doktor Avalanche), pero algún músico más no le habría hecho daño a nadie. Y es que la banda estuvo compuesta por el incombustible Andrew Eldritch a las voces, Ben Christo y el andrógino Kai a las guitarras además del operador de Doktor Avalanche. Punto. Sin bajo y sin teclado.

Antes de The Sisters of Mercy fue el turno del dúo The Virginmarys, que demostraron que únicamente con guitarra, voz, batería y mucha actitud se puede realizar una buena actuación.

Su rock de cierto aire punkarra sonó eléctrico, contundente, directo y sin artificios, y su corta actuación convenció al todavía escaso público de la capital, obviamente más interesados en el grupo principal.

Llegó sin saludar, se fue sin despedirse, y entre medias creo que solo dijo tres palabras para presentar una canción, el resto, parapetado en las sombras de la parte trasera del escenario, Andrew Eldricth agrandó su aire de misticismo mientras su voz grave y cadenciosa encadenaba tema tras tema sin apenas descanso… menos mal que estaba Ben Christo para aportar algo de dinamismo y fuerza escénica, porque Andrew, pese a ser el líder supremo y alma mater de la banda, optó por un papel mucho más sobrio y discreto.

Aunque nada de esto es necesario cuando cuentas en tu repertorio con temazos como «Mother Russia», «Summer», «Eyes of Caligula», «Crash and Burn», «When I’m on fire» y demás, temas cuyos primeros acordes ya consiguen encender a un público entregado, sorprendentemente más joven de lo que pensaba, y que se dejó cautivar por la peculiar tela de araña que tejen en directo… (nada de cháchara, temas sin descanso, con pocos adornos visuales y un juego de luces que potencia las sombras sobremanera)

Y así, sin darnos cuentas, llevábamos hora y media y ya estábamos en los bises, donde «Lucretia My Reflection», «Temple of love» y «This Corrosion» demostraron el porqué de su grandeza, y con el que emprendieron la despedida sin decir esta boca es mía.

Lo dicho, sensación agridulce.

S.A.Sánchez

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