GUNS ‘N ROSES + THE PRETENDERS
VIGO – 12 junio 2023
Estadio Balaídos
ORGANIZA: Live Nation y Sweet Nocturna
Vigo, el pasado 12 de junio, se convirtió en el escenario de un inolvidable concierto, para albergar a la legendaria banda americana Guns ‘N Roses acompañados esta vez de The Pretenders en el Estadio Balaídos, donde juega el Celta de Vigo. La multitud de fans, ávidos de disfrutar de una noche de rock, se congregó en masa, creando una atmósfera de emoción y una noche de rock-
El líder y alma de The Pretenders, Chrissie Hynde, demostró una vez más por qué es considerada una de las vocalistas más carismáticas y talentosas del rock. Con su característica melena y su actitud desenfadada, Hynde subió al escenario como un torbellino de energía y encanto. Su presencia magnética cautivó a la audiencia desde el primer momento.
The Pretenders, un poco de pop-rock para abrir boca
El concierto de The Pretenders comenzó con un giro inesperado, ya que abrieron su set con una versión inigualable de «Habanera: L’amour est un oiseau rebelle» de Bizet. El público quedó sorprendido y emocionado por esta elección, ya que la canción fue reinterpretada con el estilo característico de la banda. Con una mezcla de guitarras la voz seductora de Hynde, The Pretenders dieron inicio a una noche mágica en un estadio que poco a poco iba llenándose hasta la bandera.
A medida que avanzaba el concierto, la banda deleitó a la multitud con una selección de éxitos atemporales. Clásicos como «Don’t Get Me Wrong» y «Hymn to Her» resonaron en el estadio, evocando recuerdos de los días dorados del rock de los años 80. Los acordes inconfundibles de la guitarra de James Honeyman-Scott y el bajo pulsante de Pete Farndon se fusionaron perfectamente con la batería rítmica de Martin Chambers, creando un sonido lleno de vida y autenticidad.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando The Pretenders interpretaron «I’ll Stand by You«. Esta poderosa balada, llena de emociones y esperanza, fue recibida con un coro de voces entusiastas por parte del público. Chrissie Hynde, con su voz cálida y profunda, transmitió la sinceridad de la letra, tocando el corazón de cada persona presente.
El concierto de The Pretenders fue un tributo a su legado musical y a su influencia en la escena del rock. A lo largo de la noche, demostraron por qué siguen siendo una banda relevante y venerada incluso después de décadas en la industria. La energía desbordante, la destreza instrumental y la entrega apasionada de Chrissie Hynde se combinaron para crear un espectáculo inolvidable.
Cuando finalmente The Pretenders dejaron el escenario, fueron despedidos con una ovación ensordecedora y gritos de agradecimiento de una audiencia completamente cautivada. Su actuación como teloneros de Guns N’ Roses en el Estadio Balaídos en Vigo quedó a la altura.
El concierto arrancó puntual con la potente y emblemática canción «It’s So Easy», con la que la banda hizo su entrada triunfal. Axl Rose, el carismático líder de la banda, se soltó la melena y se movía de un lado a otro del escenario, demostrando estar en una forma física mucho mejor que en giras anteriores. Su voz resonaba en su registro normal y sin escatimar en sus peculiares agudos, lo que dejó maravilló al público.
La formación de Guns N’ Roses era la que ya todos conocemos. Slash, el legendario guitarrista, dibujaba melodías increíbles con su eterna Gibson, transportando a la audiencia a otra dimensión con cada nota que salía de sus dedos. Su presencia en el escenario es imponente, y su habilidad para cautivar a la multitud es de otro mundo. Duff McKagan al bajo completa la formación “original”, quien demostró su destreza musical con líneas de bajo poderosas y enérgicas. Su presencia en el escenario aportaba una fuerza adicional al sonido de la banda, creando una base sólida y contundente.
El guitarrista Richard Fortus también desempeñó un papel destacado como el escudero de Slash, complementando sus melodías con solos impresionantes y riffs contundentes. Terminan la formación Frank Ferrer a la batería, Dizzy Reed, a los teclados y sin olvidarnos de Melissa Reese, la joven tecladista y sintetizadora, quien añadió elementos modernos y frescos a la música de Guns N’ Roses.
Un setlist en el que no faltaron las versiones
A medida que el concierto avanzaba, siguieron con clásicos más emblemáticos y entre los que se coló alguna versión. Temas icónicos como «Mr. Brownstone», «Welcome to the Jungle» y «This I Love» se sucedieron en el setlist, haciendo al público que cantara a todo pulmón y saltando con entusiasmo. Sin embargo, la banda también decidió tirar de algunas versiones que añadieron variedad y emoción al espectáculo. Interpretaron la enérgica y explosiva «Live and Let Die» de Wings, «Down on the Farm» de U.K. Subs, mostrando su eclecticismo y su capacidad para adoptar diferentes estilos musicales. Pero fue la conocidísima «Knocking on Heaven’s Door» la que realmente hizo que la multitud se uniera en un coro unísono. Esta versión, con su melodía inconfundible y su poderosa interpretación por parte de Axl Rose, emocionó a todos los presentes y creó un momento mágico en el concierto.
Aunque estas versiones añadieron variedad y emoción al espectáculo, es cierto que el setlist de más de 3 horas se estaba haciendo un poco largo para algunos. Hubo muchos momentos de relleno con solos de Slash excesivamente largos y muchos temas que sobraron.
A pesar de la energía y la pasión desplegadas por Guns N’ Roses en su concierto en el Estadio Balaídos, es cierto que la voz de Axl Rose no estuvo a la altura de lo que solía ser en el pasado. Esto hizo que algunos temas clásicos quedaran ensombrecidos y deslucidos en comparación con sus versiones originales.
Canciones que los fans conocemos de memoria y que han sido himnos del rock, como «Sweet Child O’ Mine» o «November Rain«, no tuvieron el brillo y la potencia vocal que caracterizaba a Axl en sus mejores días. Esto, sin duda, afectó el flujo del concierto y dejó a algunos seguidores con un sabor agridulce.
La banda decidió culminar la noche con una serie de canciones que elevaron la energía del concierto a su máximo nivel. La verdad muy bien escogidas para el final de la noche
«Sorry», una balada emotiva y poderosa, resonó en el estadio, mostrando la capacidad de Axl Rose para transmitir emociones profundas a través de su voz. La interpretación apasionada de esta canción conmovió a los asistentes y creó un ambiente íntimo y emotivo.
«Sorry«, una canción del álbum «Chinese Democracy» que sonaba por primera vez en esta gira.
Slash, Duff y Richard aparecieron con sus guitarras acústicas, sentándose en los escalones que elevaban la batería, preparándose para interpretar la íntima y conmovedora «Patience«. Axl se unía a ellos para cantar esta canción, creando un momento especial y cercano con la multitud.
A medida que el concierto se acercaba a su fin, todavía había dos canciones que cautivarían a la audiencia. Primero, llegaba «Yesterdays«, una canción cargada de significado y nostalgia que precedía al final lleno de fiesta. Y entonces, llegaba el momento culminante con «Paradise City», una canción que ha trascendido ya en los años y que puso el broche final a esta inolvidable noche. La multitud se sumergió en la euforia colectiva, saltando y cantando junto a la banda.
Guns ‘n Roses, hora de poner punto y final
En última instancia, el concierto de Guns N’ Roses en el Estadio Balaídos fue un recordatorio de que las bandas legendarias también pueden experimentar altibajos a lo largo de los años y de que en algún momento hay que poner punto y final. Sin embargo, su legado perdura y su música sigue siendo una fuente de inspiración para generaciones muy variopintas y consiguien atraer a la masas. El concierto fue un homenaje a la grandeza pasada, dejando a los fans con sentimientos encontrados.
Crónica y fotos: Illya A.