ALCEST – SPIRITUAL INSTINCT
Nuclear Blast
9.0
Después de verles en la AmFest por primera vez, era ineludible que hiciera una reseña de este álbum. Alcest es una banda que siempre me ha inspirado, quizás por el origen soñador de sus canciones. Después del álbum Kodama, había grandes expectativas con este álbum.
Y, todo hay que decirlo, al inicio pensaba que me había decepcionado cuando la banda presentó como single «Protection». Neige, en una entrevista con Consequence of Sound, explicó que estaba emocionalmente cansado de girar tanto, como ha pasado desde ese álbum previo, cuando giraron con Anathema por toda Europa, y que, aunque nunca quería involucrar sus emociones en sus canciones, pero que en este caso era necesario.
El resultado en «Protection» es más agresividad, espontaneidad, y lo que algunos categorizaron de simple. Yo no sabía cómo sentirme hasta que lo puse en el contexto del álbum: lo abre «Les Jardins De Minuit», más larga, con riffs más acogedores en su inicio que su single, y se entiende todo. Estas dos primeras canciones, como dijo el propio Neige, dirigirían el resto del álbum. A mi entender, lo dirigen desde un mundo oscuro y «estresado» hacia un estado de contemplación que ya nos conocemos de Alcest.
Después de poder sentir esa agresividad en las dos primeras canciones, llega lo que se lanzó como segundo single y mi canción favorita del álbum, «Sapphire». Es, quizás, la canción más cercana al shoegaze y a su álbum Shelter, el que más se aleja del metal y más imaginativo para el que escucha. No busquéis la letra: Neige la improvisó en una lengua inventada mientras componía. Y funciona extraordinariamente bien, crea un efecto fluido que encaja con el sonido relajado de las guitarras.
Los dos siguientes temas, «L’ile des Morts» y «Le Miroir», son una vuelta a las formas en muchos aspectos. Mientras que los dos primeros temas mostraban tormento personal en sus letras, buscando una forma de resguardarse de ello, estos explican un viaje a un deformado Inframundo griego del que un personaje (quizás el propio Neige) quiere escapar. Funciona como una metáfora de la luz y la oscuridad que se encuentra en todos, reflejado tanto en toda la segunda canción como el elemento de la esfinge que aparece en «L’Ile des Morts» y en la portada del propio álbum.
Su canción de clausura, la propia «Spiritual Instinct», de nuevo sin letra y de nuevo cercana a Shelter, es la vuelta a esa paz mental que Neige decía haber perdido mientras estaba de gira. Es la clausura perfecta para un álbum que es justo eso: instinto espiritual. Un álbum en el que, según su compositor, no ha buscado el detallismo de Kodama, y que ha sido improvisado en gran medida, puro instinto. Y también ha sido el reencuentro de uno mismo, en su lado más espiritual.
Este álbum es otro de esos que hay que escucharlo entero para entenderlo. La disposición de las canciones es clave para disfrutarlo en su máxima expresión, y la fusión de sonidos de los dos últimos álbumes junto a la destacada «Protection» en solo seis canciones crean un ambiente increíblemente pacífico y peligroso a la vez.
Noel Soler
