BLACK MIRRORS – Look into the Black Mirror
NAPALM RECORDS
8,5/10
Los que los vimos en directo acompañando a Wucan y a The Vintage Caravan sabemos que esta banda belga con frontwoman liderando la nave pintan como grupo emergente. Su hechizante directo con dejes indios (americanos) y con rituales chamánicos acompaña a una música que bebe del retro rock tan en boga, pero que también está nutrido de muchas señas de identidad propias. Con Look into the Black Mirror confirman las expectativas generadas con su anterior EP en el que presentaban a bombo y platillo al grupo, con uno de esos singles soñados por toda banda. Apuntad el nombre de Black Mirrors porque apuntan alto y contagian las ganas de hacer el indio.
Ha nacido una estrella: Marcella Di Troia
Napalm Records ha apostado por ellos y han acertado plenamente. Su música es accesible e incluso comercial dentro del estilo de raíces 70eras. “Funky Queen” atrapa ya desde ese riff de teclado y con un deje alternativo que conecta con Skunk Anansie, incluso por e tema voz, ya que Marcella Di Troia es todo un portento vocal. En su mayoría hablamos de temas directos, apenas llegan a los cuatro minutos, buscando el impacto directo y el gancho comercial, pero manteniendo la calidad. En “Shoes for Booze” hay unos parámetros oscuros y un riffeado de afinaciones graves y sonidos Black Sabbath, aunque la voz de la cantante arroja luminosidad a las tinieblas.
Mezclan el retro rock con el espíritu de Skunk Anansie
En “Lay My Burden Out” hay una cara más festiva en la que sobresale la base rítmica de Loïc (bajo) y Edouard Cabouy (batería), y los detalles de guitarra. Marcella canta con una voz más grave y mantiene una cadencia que desemboca en estuario hacia un estribillo positivista y lleno de fuerza. Otro de los grandes logros de este trabajo. Con “Inner Reality” llegamos a uno de los puntos de inflexión. Un medio tiempo atmosférico en el que su cantante llega hasta agudos espectaculares (hay que verlo en directo) y suena todo a trance chamánico. Un tema del que se desprende el por qué estamos ante una banda diferente. “Moonstone” es dulce y melódica, emparentada con la anterior y manteniendo el juego hipnótico y las brumas, con unos coros apagados pero presentes.
Vuelve la fuerza y la intensidad en “Günther Kimmich”, otra con retazos alternativos y ecos a Skunk Anansie pero con todos los elementos que hacen grande a Black Mirrors. Un gran Pierre Lateur dibuja fraseos sobre una base rotunda y maquinal. El bajo de Loïc vuelve a tomar protagonismo en “Cold Midnight Drum”, en otro buen ejemplo de canción tipo del grupo. Bonito solo en “Mind Shape” y eso que el grupo construye los temas pensando más en las canciones que en las individualidades. “Till the Land Wind Blows” tira de raíces góspel y permite otro lucimiento por parte de Marcella, especialmente cómoda en los cambios de estilo y recordando los tiempos de Ike and Tina Turner. El otro gran tema del disco es la combativa y espectacular “Burning Warriors” con una base de rock 70 pura y adictiva. Otro single en potencia, y van ya unos cuantos. Hay una baladita escondida y el digipack se completa con el bonus “Whispering Ghost”.
Gran disco de Black Mirrors y la demostración de que estamos ante una banda con vistas a crecer y crecer. Lo tienen todo para lograrlo: temas accesibles y buenos, imagen, una buena discográfica y una cantante que es un portento de voz y todo carisma. El disco atrapa y convence, pero si los has visto en directo se supera ampliamente lo grabado en estudio. Black Mirrors es una celebración ritual acompañada de canciones que te llegan y te transportan. Si están de gira con The Vintage Caravan y acompañarán a la The Night Flight Orchestra es porque saben que quienes se acerquen a ellos se convertirán a su fe. Hay que verles sobre las tablas, la ovación que se llevaron al terminar pocas veces se da en un telonero.