CRÓNICA: LEYENDAS DEL ROCK 2024 (Día 4 – Sábado 10 de agosto) – Folk y piratas a raudales – Agosto 2024

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LEYENDAS DEL ROCK

SÁBADO – 10 AGOSTO 2024

VILLENA (ALICANTE)

Y, casi sin darnos cuenta, llegamos a la cuarta y última jornada de esta edición del Leyendas. Tal como mencionamos en la crónica del primer día, para nosotros, el Leyendas es como regresar a casa; es el momento de reencontrarnos con esos compañeros que, aunque sólo vemos una vez al año, comparten con nosotras la misma emoción por esta cita tan esperada. En este pequeño nicho del periodismo de metal en España, somos pocos, pero estamos unidos por la pasión. Siempre es un placer volver, y queremos hacer una mención especial a la organización y al departamento de prensa, que nos tratan con tanto cariño. Nos vemos el próximo año.

Saurom (Acústico – Plaza Mayor, Villena)

El sábado en el Leyendas del Rock empezó… Empezó como cabría esperar. En una plaza repleta de gente aparecieron unos músicos. Pero no unos músicos cualesquiera, sosos o aburridos; ni tampoco descoordinados o de poca monta… Ellos eran Saurom. Y eso significa musicalidad.

Su música era acústica y su presencia imponente. Gran calidad les acompañaba con grandes puestas en escena desde los escenarios más pequeños… Hasta el más grande (pero eso ya son relatos nocturnos que más adelante hemos de contar).

Melodías de sus míticas canciones se colaban entre las aledañas calles de la Plaza Mayor de Villena. Pero la ocasión nos trajo otras sorpresas no tan habituales como «El Joven Poeta«. Tema muy antiguo, rescatado de sus primeros discos para este especial acústico, cuando Narci apenas tenía 17 años. Un recuerdo nostálgico para los seguidores más fieles.

El espíritu lúdico del grupo se manifestó cuando interpretaron «Tom Bombadil». Los duendecillos y demás seres inundaron el centro de la plaza de fantasía con sus juegos y travesuras. Las hadas y esbirros saltaban la cuerda; y mientras en el escenario Migue con más corazón que estilo tocaba el violin.

Con «Dracumnocte» las largas congas recorrieron la plaza entre el público luchando contra dragones que escupían agua en un divertido y refrescante combate mañanero.

Uno de los momentos culminantes llegó con «El Círculo Juglar». Un tema que trasciende el tiempo y el espacio, convirtiendo cualquier lugar en un punto de encuentro festivo, donde la música une a todos. Y es que no importa la situación. Da igual la situacion, que sea el festival, durante el Covid o en un acústico en la Plaza de Villena. El círculo no se nace… se hace.

Narci, emocionado, agradeció al público su entrega a pesar del calor, y fue recibido con vítores de «¡Saurom, Saurom!».

El cierre vino de la mano de «La Posada del Pony Pisador». Hacía tiempo que escuchaba esta canción en directo, y es que ha dejado de ser una de las habituales. Y ello… Me trajo recuerdos. Joselito quiso quiso dedicar esta última pieza a toda su familia y todos sus paisanos del Puerto de Santa Maria que no pudieron estar presentes.

EQUILIBRIUM

Apuesta extrema del Leyendas del Rock para lo que sería la última jornada del festival. Los teutones no se prodigan especialmente por nuestro país, y sus últimos cambios de formación no han ayudado a que su producción haya sido precisamente prolífica en los últimos años.

De hecho tras 5 años de sequía musical, el pasado 14 de agosto publicaban single «Gnosis» junto a la noticia de la salida del bajista Skar de la banda, al que tampoco vimos en esta jornada…

Las tempranas horas nos hicieron llegar al recinto cuando ya había empezado el concierto y muy a mi pesar me perdí uno de mis temas favoritos de la banda «Born to Be Epic», una pena que no se lo reservaran para el final.

Ganas de ver en directo el estreno de su nuevo cantante Fabian Getto, sustituyendo a Robse, y es que no lo tenía nada fácil para coger el relevo. Setlist correcto, en el que no faltaron temas como «Revolution», «One Folk» o «Apokalypse». Pero desde luego me faltaron algunos de sus temas más emblemáticos que no sé por qué se quedaron fuera del repertorio.

No sé si fue por las tempranas horas pero no terminé de conectar con el concierto. Tendré que darles una segunda oportunidad.

ARS AMANDI

Ars amandi demostraba en este inicio de sábado que las excusas son para los cobardes, y es que se presentaban en el escenario con Dani Aller en silla de ruedas por una lesión en la pierna. ¿Eso les hizo cancelar el bolo o perder calidad? No, para nada. De hecho el concierto que nos dieron fue cuanto menos disfrutón, y es que folk metal y temas míticos puestos en la coctelera del Leyendas te da un resultado excelente.

«Gritando al mar», «El poder de Caelia» o la versión «No queda si no batirnos» de Mägo de Oz pusieron a bailar y saltar a todos los que se atrevieron a subir al New Rock Stage.

Lo cierto es que vimos una banda súper entregada y generosa con Dani que desde su silla nos regalo un enorme trabajo vocal y al pitó castellano y la dulzaina tan típicas de sus temas.

Despedían el concierto con la colaboración de José, cantante de Landevir, que defendió «Escuchando al corazón» junto a Dani a las mil maravillas. 

TÝR

De folk metal en varias de sus vertientes iba la jornada y tras los alemanes Equilibrium, los afincados en las islas Feroe Týr se estrenaban por primera vez en el Leyendas del Rock.

No sé si fue buena idea que se juntaran tres bandas de estilos similares (tras ellos iba Wind Rose) tan seguidas, pero lo cierto es que no acabé de conectar con ninguna de las tres. Todo sea dicho, Týr me pareció que gozaron de un buen sonido -con ciertos problemas al inicio que se solventaron rápido- y dieron un directo más que digno.

Uno de sus temas más conocidos By the Sword in my Hand fue el elegido para abrir boca, toda una sorpresa. Venían presentando su último trabajo «Battle Ballads» y hasta tres temas pudimos escuchar de este: Axes, Dragons Never Die, que ha sido el single y Hammered.

Su líder Heri Joensen, defendió las tablas y desplegó su encanto particular que siempre le ha caracterizado. Completan la formación Gunnar Thomsen al bajo, Tadeusz Rieckmann a la batería y Hans Hammer a la guitarra.

El broche final lo pusieron con dos de sus temas más famosos Blood of Heroes y Hold the Heathen Hammer High, bien escogidos para atrapar al público en los últimos minutos.

OCEANS ATE ALASKA

La banda británica de metalcore progresivo, tomó el escenario para ofrecer su potente directo. Con un set de 50 minutos, fue el segundo concierto del día en el New Rock stage. Abrieron con «Metamorph», y continuaron con temas como «Paradigm» y «New Dawn».

El show, realizado sin una lona trasera, creó un contraste de luminosidad, ya que la luz del día inundaba el escenario desde atrás. Lo cuál en muchos podría provocar que la banda no luciera lo que debería y distraer la atención, ya que las coloridas luces de los focos tampoco pudieron dar ese extra al show.

Cerraron con «Escapist», dejando una fuerte impresión en el público, mientras la última jornada de este Leyendas del Rock 2024 avanzaba irremediablemente hacia su fin.

WIND ROSE

Tercera entrega de folk metal, esta vez de origen italiano. Si con Tolkien conocimos a personajes como Gimli, Thorin, Balin, Durin y Dwalin, expertos en guerra y minería, la actuación en el Leyendas del Rock nos permitió apreciar el talento y la energía de Francesco Cavalieri (voz principal), Claudio Falconcini (guitarras y coros), Federico Meranda (teclado), Cristiano Bertocchi (bajo y coros) y Federico Gatti (batería). Vestidos con picos, martillos y hachas, lograron transmitir alegría y entusiasmo a través de sus instrumentos.

Desde el principio, mostraron una gran disposición para ofrecer un gran espectáculo. Comenzaron con fuerza, después de una introducción épica, lanzándose directamente con temas como «The King Under the Mountain», «I Am the Mountain» de su último álbum Warfront, y «Drunken Dwarves».

El concierto pasó volando; casi sin pausas, y con todos los mejores temas del grupo. Cada vez que Francesco levantaba el pie y su hacha, el público respondía en consonancia. Nadie quería irse sin escuchar una canción más, y todos sabían cuál era. Locura extrema cuando Francesco empezó a cantar «Digy Digy Hole» al unísono hasta que comenzaron a sonar los tambores enanos de fondo… era la introducción.

Francesco podría haber dejado de cantar, ya que, a pesar de tener el micrófono, su voz se mezclaba con la del público. No solo el escenario retumbaba, sino toda la sala, y así siguió hasta el final de la canción… aunque la fiesta no terminó allí. La canción volvió a sonar, esta vez en su versión «Dance Remix», desatando la locura. Sigue siendo fascinante como este tema consigue tal efecto, pero desde luego queda para el recuerdo.

STRATOVARIUS

Los encargados de continuar con la misión eran Stratovarius, una banda emblemática del Power Metal. Los finlandeses han participado en varias ediciones del Leyendas del Rock, y su presencia siempre es bien recibida. Este año además les hemos podido ver en el Rock Fest Bcn y podréis verles también en la edición del Ripollet Rock el 23 de agosto en Ripollet (Barcelona).

Aunque la voz de Timo no tuvo el mejor sonido y el concierto tuvo altibajos, la gran cantidad de seguidores presentes llenó gran parte del recinto.

El resto de los músicos —Jens Johansson en teclados, Rolf Pilve en batería, Lauri Porra en bajo y Matias Kupiainen en guitarra—, a pesar de sus posiciones estáticas, lograron un sonido claro y transmitieron buena energía tanto entre ellos como con el público.

El setlist fue acertado, combinando temas clásicos como «Phoenix» (que abrió el concierto) con otros como «Eagleheart», «Survive» y «World on Fire». No faltaron dos de sus canciones más icónicas, que el público cantó de principio a fin y que elevaron el ánimo durante todo el concierto: «Unbreakable» y «Hunting High and Low».

EIHWAR

Si había una propuesta original, o al menos novedosa esa era la actuación de Eihwar en el escenario New Rock, los cuales reunieron a mucha más gente de la que cabría esperar.

Y es que con tan solo dos personas sobre las tablas mezclando música vikinga con bases electrónicas para honrar a los dioses nórdicos mientras Asrunn, escondiendo su identidad tras unas vestimentas de lobo y la cara pintada, no puedes dejar de bailar y tocar un sin fin de percusiones nos transportan claramente a otro plano.

Curioso e increíblemente sorprendente, los franceses se ganaron un buen puñado de fans con su puesta en escena sencilla pero muy única.

RATA BLANCA

Era la segunda vez que tenía la oportunidad de ver a los argentinos Rata Blanca, después de su paso por el Leyendas en 2019, al que también asistí. Siempre he percibido ciertas similitudes entre ellos y grupos como Mägo de Oz o Tierra Santa, y en Argentina, realmente son considerados profetas en su tierra.

Su legado se remonta a 1985 y su público es tan leal que incluso tuve la oportunidad de encontrarme con fans que habían viajado expresamente desde Sudamérica para presenciar su actuación. Si bien es cierto que han sufrido varios cambios de formación, especialmente en el último año, no venían con la misma alineación de años anteriores. En esta ocasión, contaron con la constante presencia de Walter Giardino (guitarra), Adrián Barilari (voz) y Danilo Moschen (teclados y sintetizadores), a quienes se unieron este último año Alan Fritzler (batería) y John Paul (bajo).

Es verdad que hace tiempo que no lanzan nuevo material, así que siguen apoyándose en sus clásicos, como pudimos apreciar en el setlist. Esta vez, su horario fue perfecto para que tanto los fans acérrimos como los curiosos pudieran disfrutar de su actuación. A pesar de su periodo de inactividad —ya que llevan alrededor de nueve años sin sacar disco nuevo—, todavía conservan una presencia escénica increíble y ofrecieron un show lleno de energía que resonó en todos los asistentes. No hubo ni un momento de aburrimiento.

Walter y Adrián Barilari forman una dupla sólida y esa confianza les permite conquistar los escenarios. No tardó en sonar el primer clásico con «Mujer amante», seguido de otras igualmente icónicas como «Talismán» y «Sólo para amarte».

Como no podía ser de otra manera, cerraron su actuación con «La Leyenda del Hada y del Mago», un regalo para el público como yo, que probablemente era uno de los pocos temas que conocía. Fue genial volver a reencontrarme con ellos; aunque en este show ya no había el factor de la «novedad», espero que se animen a lanzar nuevo material pronto.

ALESTORM

Para los asiduos del festival sabíamos que la diversión iba a estar asegurada con Alestorm, y es que en cada una de sus visitas a Leyendas del Rock han llevado su concierto a otro nivel, donde el público enloquece, los pogos se hacen multitudinarios, los patos son los protagonistas y el crowd surfing es la actividad obligatoria de la noche.

A nivel personal creo que fue uno de los conciertos más divertidos de esta edición. Y es que el pirate metal de los escoceses no deja indiferente a nadie lo que lo convierte en algo aun más esperado, y ya desde primera hora del día veíamos a muchos de los asistentes con patos en cualquiera de sus formas (calcetines, diademas, camisas, hinchables…)

Los temas tienen todos ese claro punto festivo, así que desde el inicio con «Keelhauled», «Magnetic North» o «Mexico» el ritmo fue frenético.

Es cierto que el carisma del vocalista Cristopher Bowes o el guitarra Bodor Máté ayudan a que la gente entre de lleno en el show y se hagan participes de la noche, hasta el punto de ponernos a emular como remamos en un barco pirata que atraviesa el Mar Báltico al sonido del folk-metal de «Shit Boat». Solo unos pocos valientes (exactamente 3 personas, y créanme porque estuve remando ahí también) fueron capaces de llegar hasta el final, pero este mítico momento se ha convertido ya en historia de la banda.

En esta ocasión contaban además con un plus, y es que tanto en «Voyage of the Dead Marauder» como para «Zombies Ate My Pirate Ship» les acompañó la vocalista Barbara Blackthorne, cantante de Empress Legion y Helion Prime, una voz que contrasta con la de Christopher pero empasta a las mil maravillas.

La banda volvió a demostrar porque se han convertido en referente en cuanto a folk-pirate-metal se trata y porque tienen más que ganado el puesto de cabezas de cartel, y es que a veces no solo es la música lo que te lleva al estrellato, es el conjunto de un espectáculo tan extremadamente loco que te hace disfrutar a pesar de esta, y que por tanto te saca una sonrisa cada vez que lo recuerdas o vuelves a escuchar sus temas.

Creo sin duda que Alestorm tienen una fórmula que, sin ser mágica, y muchas veces criticada, funciona aquí y, como bien podemos ver, en gran parte del planeta.

BRIAN DOWNEY

Damas y caballeros… para muchos el gran momento del festival y el lujo absoluto: Don Brian Downey, el mítico baterista de Thin Lizzy llegaba a Villena en el escenario pequeño del New Rock. Curioso show de viejos hits de la banda irlandesa con una banda que no llegó a emocionar y sí hubo la sensación de ser una mera agrupación de versiones, pero con un Downey brillante, ágil e imponente en su figura allí en lo alto tras su kit.

Nos dejamos llevar por “Are You Ready” y la cadencia inmortal de “Jailbreak”. Incluyeron el “Rosalie” de Bob Seger y baladas como “Still in Love with You” y “Dancing in the Moonlight” pero la magia nunca llegaría a aflorar del todo. Tienen un vocalista-bajista haciendo de Phil Lynott que iba con el mismo peinado y que cumplió en las líneas de bajo de “Masscre” o en la voz de “Don’t Believe a Word”.

El momento más excepcional de la velada fue el hecho de empalmar el “Cowboy Song” con “The Boys Are Back in Town” para terminar luego con “Suicide” y el “Whiskey in the Jar” que fue el primer gran éxito de los dublineses. Te quedas hipnotizado viendo a Downey tocar con esos patrones extraños y esos detalles tan propios y personales que hicieron que en los 70 y 80 todo el mundo le quisiera como baterista.

SAUROM

Llegaba la hora de uno de los mayores acontecimientos de este Leyendas del Rock, y es que Saurom ya venían anunciando que venían con todo para esta noche. Los que pudimos vivir su concierto en Leyendas del Rock 2017 no sabíamos que más podrían ofrecernos los gaditanos, porque aquello fue expectacular.

Pues bueno, os vamos a ir contando porque lo cierto es que sí, vinieron con todo y el show fue uno de los más completos de este año, con un set list compuesto por cuatro bloques y muchas muchas sorpresas.

«El pájaro fantasma» fue la encargada de darnos la bienvenida a esta fiesta, y para ello contaron la espectacular voz de Elisabeth Amoendo (Against Myself), la violinista Jezabel Martinez (Kinnia) y los gaiteros de Wyrdamur.

Sin embargo, a pesar de que «Amanecer» y «La hija de las estrellas» son dos temas brillantes y que acompañados por El Batallón de Mordor sonaron de lujo, el momento mágico de la noche llegaba con «No seré yo» donde la banda, en un tema tan único, unió las voces de Migue, Ramón Lage e Isra Ramos. Un momento que muchos guardaremos para siempre en la retina, y es que ver a tres portentos vocales en un mismo tema alegra los oídos de cualquiera.

La fiesta seguía, y más aún con este segundo bloque que contaba con los temas «Músico de Calle», «La Leyenda de Gambrius» (de nuevo con Isra Ramos), «La Batalla con los Cueros» o «Mejor sin ti», que pusieron a bailar a todo el Leyendas.

La preciosa «Cuando nadie nos ve» abría un bloque en el que pudimos disfrutar de la banda sin edulcorar, tan solo los miembros de Saurom, los cuales dieron una lección de humildad y elegancia. Y es que claramente demostraron que el esfuerzo tiene recompensa y el trabajo y la constancia son las bases para crecer y llegar al punto en el que están ahora.

Jose, el torbellino de Saurom, no paraba de dar vueltas y corretear por el escenario, mientras Raúl y Narci algo más estáticos desprendían maestría. En la parte las oculta cuentan con Antonio a la bateria y Santi a los teclados. Y la mezcla de todo ello es una banda que, apostando por su sueño, se han convertido en una de las grandes de este país.

El bloque lo completaban «La Llorona» y «El Lazarillo de Tormes», algo que nos dejaba un poco de tiempo para coger aliento para lo que se venía.

El Batallón de Mordor, un enorme coro que contaba con algunas caras reconocidas, saltaba de nuevo para el colofón final de la noche donde «El Carnaval del Diablo», El Círculo Juglar», «Fuego», con un previo recordatorio de aquel pequeño desliz hace 12 años donde casi prenden en llamas el recinto entero o «Noche de Halloween» convertían el escenario en una pura fiesta en la que se iban incorporando la gente de Apatazanca, bailarines, trasgos, los invitados anteriores como Eli, Isra, Ramon, Jezabel, Juanma, y todos y cada uno de los que esa noche fueron Saurom.

Y todo esto para hacernos llegar a «La Taberna» donde la fiesta se trasladaba también al público haciéndolo formar parte de todo y el fuego y el confeti daba por finalizada una noche que sin duda cumplió con lo prometido.

EL RENO RENARDO

Poca presentación necesitan ya los vascos el Reno Renardo. Más de 25 años de carrera musical ya les avalan y su parodia/freak metal es un referente ya a nivel nacional. Seamos francos, puede gustarte más o menos el estilo, pero es innegable que tienen un magnetismo especial y sus conciertos siempre están plagados de humor, referencias sarcásticas y son pura diversión.
Cierto temor pues hubo desbandada general tras el concierto de Saurom pero aún muchos valientes fueron los que se quedaron para disfrutar del show de El Reno Renardo. Creo que fue una gran elección como cierre de festival, aunque a muchos ya las fuerzas nos faltaban, de hecho no pudimos quedarnos a ver el show entero.

Concierto de formato festival, pues aún con un nuevo disco bajo el brazo: «Regreso al metalverso», no se regodearon en este último y sólo escuchamos uno de los temas «Esfinternet». El resto del concierto transcurrió con gran parte de temas que ya son clásicos y con algunos que enlazaron entre ellos: El Reno Renardo / Yonquis sobre ruedas / Doctor Luis o El bogavante / La solitaria / El megalodón. Me quedé con ganas de cantar Crecí en los ochenta con la que concluyeron, pero esta vez no pudo ser. Habrá más seguro.

Fotografías por Irene Kilmister y Javier Paredes.
Redacción por Irene Kilmister, Jordi Tàrrega, Yolanda Sabater y Javier Paredes.

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