ATREYU + CREEPER
MADRID – 1 DICIEMBRE 2023
MON LIVE
ORGANIZA: DOCTOR MUSIC
Qué bien sienta cuando un concierto supera todas tus expectativas. A diferencia de muchas bandas hermanas, Atreyu no ha llegado a explotar del todo; pese a acumular un buen puñado de discos notables y firmar conciertos irreprochables, siguen moviéndose por salas de capacidad media, y quizá por eso y por prejuicios estúpidos, no esperara gran cosa.
Por eso es tan gratificante equivocarse, porque fue un conciertazo, empezando por los teloneros Creeper, una banda que demostró unas tablas y saber estar increíbles, derrochando magnetismo, carisma y saber estar. Will Gould es un frontman como la copa de un pino, mantuvo al público enchufado en todo momento durante unos 45 minutos de concierto que se hicieron cortos.
Su estilo es un rock con ciertos toques punk super accesible, de ese que puede gustar a todo el mundo…. un arma que supieron explotar con maestría con temas como «Cry to heaven», «Room 309», «Sacred Blasphemy», «Lovers Led Astray», «Teenage Sacrifice», «Hiding With Boys» o «Annabell», todos ellos con buen sonido y mucho dinamismo.
Creeper dejó a la audiencia calentita, inercia que engancharon Atreyu para mantener la intensidad durante todo el show, y es que su descarga estuvo caracterizada por esos elementos que son irremplazables cuando se busca un buen show, es decir, sonido a la altura, simpatía, cercanía y unos temas que logren la complicidad del público.
Hubo de eso y mucho más, con un grupo en un gran estado de forma demostrando toda su calidad, como cuando en «Bleeding mascara» varios cambiaron de instrumento y el sonido siguió igual de potente, y un Brandon Saller cantando bien y muy cercano, chocando puños permanentemente con las primeras filas o bajándose al público para cantar un tema entre la multitud («The Time Is Now») o logrando canalizar la energía en forma de circle-pits («Ex and ohs»), por no hablar de sus temas más míticos donde todos corearon estribillos con ganas.
Es un grupo que transmite buen rollo, ya sea Porter McKnight con su bajo y su inseparable barba (muy bien también a las voces), o la simpatía materializada en la super reconocible cresta del compacto Dan Jacob, que hizo gala tanto de su maestría como de su colorida colección de guitarras.
Como punto simpático final, y resumen perfecto de lo que fue el concierto, el solo de saxofón del propio Dan enlazado por una interpretación junto con los chicos de Creeper del hit de Whitney Houston «I Wanna Dance With Somebody (Who Loves Me)» donde la que más destacó fue la bonita y potente voz de la teclista de Creeper, Hannah Greenwood.
Puro buen rollo.
Juan José Díez y S.A Sánchez